SPEED [JOOKYUN] #2 ✔

CHANGKYUN.

Una mirada a la cara de Heon me dijo que se había retirado a pensamientos pesados, y que no hacía falta ser un genio para averiguar cuáles podrían ser, duda de sí mismo, dolor.

Probablemente se preguntaba si todavía tenía su lugar en APCAN o si lo había jodido, Dios, no quería venir aquí y ver las consecuencias de lo que pasó, pero ahora estaba contento de que Gucci me hubiera arrastrado al hospital, pensé que ver a Heon en la cama del hospital me haría entrar en espiral en un lugar oscuro del que no volvería, pero ahora que estaba ahí de pie mirándole, me di cuenta que era todo lo contrario, Heon parecía tosco, sin duda alguna, pero verlo despierto significaba que estaba vivo, y ese resultado era un millón de veces mejor
que lo que le había sucedido a mi hermano.

Por supuesto, no quería que él supiera lo asustado que estaba, así que antes de entrar en la habitación, había reprimido mis emociones, decidido a mantener las cosas ligeras como siempre, cuando se trataba de lidiar con las cosas
difíciles, o me cerraba o hacía una maldita broma, ya había pasado dos días mirando la pared, así que ya era hora de pasar a la fase dos.

—Así que —dije, inclinándome hacia adelante para sujetar mis manos en la barandilla del extremo de la cama—. ¿Cuándo podremos
liberarte? ¿O encuentras el pastel de carne sorpresa y la gelatina demasiado apetitosos para dejarlos?

Eso hizo que Heon sonriera. —No he tenido el placer del pastel de carne sorpresa todavía.

—Lo harás esta tarde —dijo la enfermera mientras empujaba un carro de pie dentro de la habitación y se paró al lado de la cama de
Heon—. Si logras mantenerte estable, parece que podrás irte a casa mañana.

—Diablos, sí, ¿has oído eso? —dijo Houdini—. Te levantarás y volarás de nuevo en poco tiempo.

La enfermera le dio una palmada en la cabeza y sujetó a Houdini con una mirada severa. 

—Harías bien en asegurarte de que tu amigo no se esfuerce demasiado. Su cuerpo necesita tiempo para sanar. —Pasó un termómetro
por la frente de Heon, y me encontré mirando la pantalla de su ordenador para comprobar sus números vitales, todo dentro de lo normal.

—Uh, tal vez deberíamos irnos —le dijo Gucci a Houdini—. Tomar un trago o algo así mientras tu chico es sondeado.

—Eso sería una buena idea —dijo la enfermera mientras hacía clic en su teclado.

—Bien... sí, vale, volveré. —Houdini miró a Heony le deseó, buena suerte con tu maldita enfermera, mientras Gucci lo seguía, me hizo un guiño.

Solo otra vez, bueno, casi. —Entonces, ¿dijiste que podría irse a casa mañana?

Cuando la enfermera Ratchedme miró, le ofrecí mi más encantadora sonrisa, y como es lógico, me la devolvió.

—Parece que es así. Tu... amigo —miró entre nosotros, y cuando ninguno de los dos la corrigió, ella sonrió— lo está haciendo muy bien
considerando por lo que ha pasado. —Cuando volvió a escribir en su computadora, preguntó— ¿Serás tú quien lo cuide?

Mis ojos volaron hacia Heon, y justo cuando estaba a punto de abrir la boca y probablemente decirle que no, hice lo que mejor sabía hacer, me abalancé y me aproveché de la mano que me acababa de dar.

—Sí, ese es el plan, nuestras habitaciones están juntas en elcuartel, y pensé que sería la opción más inteligente.

La enfermera asintió y miró a Heon. —¿Eso te parece correcto?

Lo miré, preguntándome si intentaría contradecirme, pero cuando todo lo que hizo fue asentir, sonreí.

—¿Ves? Lo tenemos.

—Hmm. —La enfermera me miró de reojo antes de volver a prestar atención a Heon—. ¿Este tipo responsable? No quiero oír hablar de ninguna travesura una vez que te deje ir.

Si no me hubiera equivocado, podría jurar que vi los labios de Heon temblar, porque seamos realistas, lo último que me llamaría es responsable, pero de nuevo, asintió.

—Está bien, bueno, si puedes mantener todo esto bajo control y mañana sigues estando bien, estoy casi segura de que el doctor firmará
tus papeles de alta, pero vas a necesitar a alguien que te acompañe las veinticuatro horas del día durante las próximas setenta y dos horas por
lo menos, queremos asegurarnos que estás tolerando bien los medicamentos, durmiendo bien, funcionando bien ¿Entiendes?

Heon me miró fijamente y me pregunté si estaba pensando en lo que yo, setenta y dos horas de confinamiento obligatorio entre nosotros sonaba bastante bien ahora, después de los dos últimos días preguntándome.

—Sí, lo entiendo —dijo finalmente—. Y no tengo dudas de que Solo se deleitará en controlarme.

Sabía que Heon  se refería a eso en un papel puramente de cuidador, pero mi polla lo oyó de otra manera.

—Muy bien, entonces pondré al doctor al día y trabajaremos en sacarte de aquí.

—Las mejores noticias que he escuchado en todo el día.

—Tú —dijo, mirándome a mí—. Asegúrate de que esos otros dos no lo molesten cuando regresen, necesita descansar.

—Sí, señora.

Se rió cuando empezó a empujar su carro fuera de la habitación, y cuando desapareció por la puerta, oí:

—¿Cómo te las arreglas para encantar incluso al más duro de nosotros?

—¿Incluyéndote en esa declaración, Teniente Lee? —Caminé por el extremo de su cama hasta que estuve al lado de su cabeza, y cuando Heon se giró para mirarme, vi una especie de... asombro en sus ojos.

—Sí, supongo que sí, estaba decidido a no simpatizar con tu actitud de “me importa un carajo” pero...

—¿Pero?

Los ojos inyectados en sangre de Heon cayeron en mi boca y suspiró.

—Cuando no estabas aquí, yo...

Cuando se cortó, puse una mano en la barandilla y me incliné sobre él.  —No te atrevas a detenerte ahí. ¿Tú...?

Heon se lamió los labios como si tratara de decidir si admitir o no lo que estaba pensando.

—Realmente deseaba que lo estuvieras.

Mi corazón casi se detuvo, fue honesto, crudo, y tan inesperado que quise patearme el trasero por haberme mantenido alejado ¿En qué demonios había estado pensando, dejándolo aquí solo para lidiar con toda esta mierda, porque había estado, qué, asustado? ¿Cómo demonios se sintió él?

—Lo siento —susurré, y me incliné hasta que mi frente se apoyó en la suya—. Estaba ocupado siendo un maldito idiota. —Cuando se rió,
levanté la cabeza y le pasé los dedos por la mejilla—. Pero ya heterminado, y tú estás atrapado conmigo, setenta y dos horas de
confinamiento forzoso ¿Crees que puedes manejarlo?

Heon me cogió la mano y me apretó los dedos.
—Salí de un avión que caía en picado hacia el océano a un millón de kilómetros por hora y sobreviví, estoy bastante seguro de que puedo
soportar estar atrapado contigo durante tres días.

—¿Estás seguro de eso?

Heon sonrió y luego soltó algo de tos, algo de risa.  —No lo sé, pero estoy deseando averiguarlo.