Nunca una sesión en el gimnasio había sido tan jodidamente tortuosa, pero después de una hora de ver a Heon sudar y trabajar en poner en forma ese fenomenal físico suyo, supe el verdadero significado de la palabra.
Me dolía el cuerpo, bueno, una parte en particular, y cuando él finalmente se detuvo en la cinta de correr, para decirme que estaba listo
para irse, salté sobre ella y corrí hacia la maldita puerta.El viaje de vuelta al cuartel se había hecho en silencio, un silencio lleno de tensión que me hacía zumbar la sangre y me dolían las pelotas,
y a juzgar por las abrasadoras miradas que Heon me había dado, estaba dispuesto a apostar que estábamos listos para trabajar nuestros
cuerpos en privado.Cuando detuve el coche frente a nuestras habitaciones, tuve que recordarme a mí mismo que aún se estaba recuperando de la explosión
en el aire, necesitaba tomarme esto con calma, y justo cuando pensé que podía tener una esperanza en el infierno de tener éxito, él me miró y me quitó esa idea de la cabeza.—No puedo esperar a verte desnudo de nuevo. —Me quejé y me moví en mi asiento, con la cabeza apoyada en el reposacabezas—. He estado pensando en ello desde que me dijiste que podría joderte la boca otra vez.
—Jesús. —Me di la vuelta, buscando en el área inmediata para ver si había alguien cerca, y Heon empezó a reírse.
—No me digas que de repente te preocupa que alguien nos escuche.
Lo miré y me lamí los labios. —No estoy preocupado por mí.
—Hmm, pero preocupado por mí, ¿eh? —Heon movió sus cejas y luego se desabrochó el cinturón—. Todas las señales indican
preocupación.Cuando salió, lo seguí, tomé mi agua y mi toalla y me reuní con él frente al auto.
—O muestra que estoy siendo cauteloso, en caso de que resulte que has sufrido una grave herida en la cabeza por tu accidente y te despiertes
mañana y te arrepientas de la mitad de las cosas que me has dicho.Los ojos de Heon se entrecerraron cuando dio un paso adelante hasta que los dedos de nuestros pies se tocaron, entonces bajó la voz y dijo en un tono vibrante:
—Lo único que lamentaría mañana por la mañana es despertarme y que no estuvieras allí.
Mierdaaaa, me tragué la maldición y bajé mis ojos a su boca.
—No hay temor de que eso suceda.
—Bien y... ¿Changkyun?
—¿Hmm?
—Métete en mi habitación y desnúdate, ahora.
No tuvo que decírmelo dos veces, la puerta se abrió en segundos, yo estaba desnudo en momentos, y justo cuando pensé que me llevaría a la cama, Heon alcanzó mi muñeca y me tiró hacia el baño.
Demonios, sí, podría trabajar con esto.
Cuando entramos en los estrechos límites, cerré la puerta de una patada y me apoyé en ella para verlo quitarse los pantalones y la camiseta del gimnasio, con sus moretones ahora de un amarillo descolorido, eran mucho menos molestos al mirar donde le coloreaban los hombros y el pecho, y cuando pateó a un lado la última pieza de ropa, alcancé mi polla.
Parecía que hacía meses que lo había tenido esa noche en el hotel, años desde ese día en los Acantilados Black Rock, pero mientras estaba
allí, mirándome como si fuera la única cosa por la que había sobrevivido, empecé a acariciarme lentamente por él, mostrándole lo mucho que me gustaba la vista.Heon se agarró su pene que se estaba endureciendo y, a medida que empezaba a seguirme el ritmo, empujé mis caderas hacia delante, aumentando mi velocidad.
Maldita sea, era precioso, ese pelo negro azabache, esos feroces ojos negros que me recorrían, los músculos ondulantes de sus brazos que se apretaban y flexionaban mientras ordeñaba su polla, no entiendo cómo pudo pensar que podía parecer débil, para mí, nunca se había visto más fuerte, porque parecía un hombre que se había enfrentado a la muerte de
frente y había salido vivo del otro lado, y esa fuerza y poder me hicieron querer caer de rodillas por él.—¿Sabes lo malditamente sexy que te ves para mí en este momento?
Heon sonrió deliciosamente malvado.
—¿Ahora mismo?
—Todo el maldito tiempo. —Le miré la polla, la forma lenta en que arrastró la palma de su mano a lo largo de ella, apretó la cabeza, y luego la arrastró de vuelta—. Pero eso ya lo sabes. ¿No es así?
—Mmm, podría haber tenido alguna idea.
—¿Ah, sí? —Me empujé de la puerta y me acerqué a él—. ¿Qué me delató?
Los ojos de Heon bajaron hasta la polla rígida que le apuntaba, me detuve frente a él y alcancé sus caderas.—No tengo ni idea, no pudo haber sido tu enorme polla.
Mientras mecía mis caderas contra las suyas, provocando un gemido bajo, me incliné y arrastré mi lengua por el lado de su cuello.
—¿Enorme, dices?
Heon giró la cabeza y se metió entre nosotros para rodear mi polla con sus dedos.
—Jodidamente enorme.
Me reí y le mordí el labio inferior.
—Dulce charlatán.
Cuando di un paso adelante, Heon dio uno hacia atrás, hacia la ducha, luego me dejó ir y se inclinó para darle un golpecito al agua.
—Confía en mí, no estoy pensando en nada dulce ahora mismo.
Me acerqué a él de nuevo, sin dejar que se alejara demasiado, luego bajé la cabeza y raspé mis dientes a lo largo de su mandíbula.
—¿No?
—Uh ahh...
—Entonces... ¿estás pensando en callarme otra vez? —El hambre feroz que se arremolinaba en sus ojos hizo que mis bolas se apretaran y que me doliera la polla, parecía un hombre hambriento sentado ante su comida favorita, y por suerte para mí, era yo—. Oh sí, tengo razón, ¿no? —dije, y esta vez rodeé su grueso eje con mi mano—. Piensas en lo bien que se sentiría si me metiera esto entre los labios, deslizándolo dentro de mi boca, mientras me la follas, hasta que llegues en mi garganta.
Oigan perdón más tarde les hago mataron de caps, byeeeee
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SPEED [JOOKYUN] #2 ✔
Fanfiction"¿Podremos sobrellevar toda esta tormenta a la velocidad en la que va?" LIBRO #2 © Correspondiente a la autora