CHANGKYUN.

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—¿Estás seguro de estar preparado para esto? —Cerré la puerta del descapotable mientras Heon rodeaba el coche, de alguna manera haciendo que incluso la ropa de deporte se viera sexy.

Sus moretones comenzaban a desvanecerse lentamente, y el blanco de sus ojos había vuelto a la normalidad, ya no se veía el rojo de los poseídos.

—El doctor dijo que estoy autorizado para ello.

—Sólo ha pasado una semana.

—Y las clases empiezan de nuevo la semana que viene, si no puedo hacer un entrenamiento, seguro que no me dejarán volver a entrar.

—Si querías hacer ejercicio, podría haberte ayudado con eso en privado. —Sonreí y abrí la puerta del gimnasio de la base, y cuando Heon pasó junto a mí, dijo:

—¿Quién dijo que no necesitaré una sesión privada más tarde?

Ah, mierda, quería responder a eso, de verdad que sí, pero deja a Houdini ser un bloqueapollas acercándose a Heon mientras entramos.

—Mi hombre, mírate, de vuelta de la muerte. —Houdini chocó los puños con Heon y luego se dio cuenta que yo estaba en la retaguardia—. Aw demonios, si necesitabas que te trajeran, podrías haberlo pedido, no hay necesidad de hacer tratos con este tipo.

—Ya ha tenido un gran accidente, no hay necesidad de que haya otro. —Golpeé el hombro de Houdini con fuerza y me dirigí al piso, donde parecía que los otros aprendices habían recibido un memorándum de que íbamos a ir, porque todos estaban allí.

—¿Qué coño es esto? ¿Una fiesta? —gruñí.

Lo único que faltaba eran los globos atados al equipo, Gucci miró hacia arriba desde donde estaba sentado en la máquina de remo, recuperando el aliento.

—¿De qué te quejas?

—Todos están aquí.

—¿A dónde diablos se supone que vamos a ir? —Cuando vio a Heon por encima de mi hombro, una mirada de conocimiento cruzó su rostro—. Ahh, lo siento, ¿tenía reservaciones para dos? ¿Necesitas que nos vayamos todos?

—Vete a la mierda.

—No, tengo que hacer unas cuantas rondas más.—Luego a Heon le dijo— Me alegro de verte de vuelta.

—¿Lo sabe? —susurró Heon.

—No, sólo está jugando. —Hice un gesto hacia el equipo de cardio— Comencemos con las cintas.

Cada uno tomamos una cinta de correr, aumentando lentamente el ritmo cada dos minutos, y yo mantenía un ojo en Heon y en los
demás robando miradas a nuestro camino, algunos de ellos se detuvieron para ver cómo estaba Heon y para hacer una incursión en mi camino, que regresé, naturalmente, y no me perdí las preguntas de sus ojos sobre por qué habíamos entrado juntos cuando normalmente nos estábamos peleando.

—Mierda. —Había estado corriendo constantemente durante unos minutos, pero Heon pulsó el botón de desaceleración repetidamente, reduciendo el ritmo a una caminata, cuando miró hacia mí, vi la frustración—. Todo el mundo va a ver.

Bajé la velocidad para igualar su ritmo. —¿Ver qué?

—Que soy débil, que mi cuerpo no está bien ahora mismo. —Se frotó la frente, claramente molesto consigo mismo—. ¿Tenían que estar
todos aquí?

—Oye. —Presioné el botón de parada y me puse a un lado de la cinta de correr, de cara a él—.Nunca te ha importado una mierda lo que nadie aquí piense ¿Por qué empezar ahora?

—Porque nunca me he quedado sin aliento por correr durante cinco minutos.

—Sí, eso es bastante patético, no es como si te hubiesen expulsado de un avión o hubieses estado en el hospital o algo así... Deja de ser un
maldito holgazán.

Heon trató de morder una sonrisa, pero pude verlo.

—Odio el cardio de todas formas, vamos a trabajar en tu polla. —Cuando los ojos de Heon se redondearon, puse mi mano sobre mis labios—. ¿Dije tu polla? Me refería a tu fuerza, un error común.

—O simplemente eres fácil en general.

—Algo de lo que estoy seguro de que no te quejarás tan pronto como recuperes tu… —Bajé mis ojos por debajo de la cintura de sus pantalones cortos— …fuerza de vuelta.

—Basta —murmuró Heon, pero cuando levanté los ojos a los suyos, se lamió el labio inferior.

—¿O?

—O tú y todos los demás en este gimnasio van a ver qué parte de mi cuerpo necesita cero ayuda en el departamento de rehabilitación.

Me reí entre dientes pero lo dejé pasar por ahora, porque si seguía con esta línea de conversación, Heon no sería el único que anunciaría qué tipo de entrenamiento le interesaba hacer... y noticias de última hora, no tenía nada que ver con el equipo de este gimnasio.

—¿Qué tal si vamos a ver las pesas? —Sugerí al bajar de la cinta de correr—. Empezaremos con calma, y yo te observaré.

Heon agarró su toalla y se bajó a mi lado.

—¿Me observarás, eh?

Mientras nos dirigíamos al área de pesas, me encogí de hombros.

—Me pareció la forma más educada de decir “te miraré lujuriosamente”, además, me dijiste que lo dejara.

Cuando nos detuvimos en la máquina de prensas de pecho, Heon me miró.

—Esta no es realmente la clase de máquina que necesita que me observes.

—Lo sé, ¿pero quién dice que un par de amienemigos no pueden hacer repeticiones juntos?

—¿Amienemigos?

—Bueno, todos aquí piensan que nos odiamos, lo menos que puedo hacer es patearte el culo y confirmar que soy un bastardo sin corazón compitiendo con un camarada herido.

Heon resopló mientras se movía hacia la parte trasera de la máquina y la puso al peso que quería.

—¿Pero no lo eres realmente?

—Por supuesto que sí ¿No me conoces en absoluto?

Heon se sentó y se agarró a las asas delante de él.

—Te conozco mejor de lo que quisieras, y si me preguntas, estás aquí de verdad vigilándome porque te preocupa que pueda hacerme daño, eso significa que te preocupas, por cierto, en caso de que no estés familiarizado con la emoción.

Mi boca se abrió, pero cuando no salió nada, Heon empujó las asas lejos de su pecho, extendiendo sus brazos, antes de retroceder
lentamente en un movimiento suave y controlado.

—No me resulta desconocido —dije finalmente—. Más bien... alérgico.

SPEED [JOOKYUN] #2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora