capitulo 2

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Eran las 6:23 A.m. y Sofía aún no llega por mi, es mi primer dia y no quiero llegar tarde.

De verdad necesito ese empleo, me están echando del Apartamento porqué lo debo, y yo no tengo de donde sacar mas dinero.

Papá, mamá ¿por qué me hicieron vivir estas miserias de mierda? – pensé.

Ya son las 6:52 A.m. ya es tarde y ¿Sofía dónde está? A pues bien gracias, debió de estar aquí.

El timbre suena, espero que sea ella, me levanté del sofá y me dispuse a abrir la puerta.

— ¡Laura! — grito de lo más feliz la vecina.

— Hola flor — dije entre dientes.

— ¿Tienes azúcar? es que se me acabo y estoy haciendo un pastel.

Claro quiere mi azúcar y no me da pastel – pensé.

— Claro que tengo azúcar — busque un poco de azúcar para la vecina tacaña y se la entregue, Luego cerré la puerta y no bien la cierro y vuelven a tocar, yo la abro de mala gana

— ¿ES QUE NO TIENE DINERO PARA HACER COMPRAS? ¡VIEJA MAL AGRADECIDA QUE NI LOS PEDAZOS QUEMADOS ME PUEDE TRAER ... ! — grite molesta.

— Lo siento laura, solo te traía tu correo, otra vez lo tiraron en mi puerta — dijo connor, el otro vecino, Pero este estaba bueno y le grite, debe pensar que estoy loca.

— Ahh gracias — dije con vergüenza.

— De nada — dijo incómodo y se fue lo más rápido que pudo.

Gracias Sofía, si tu hubieras llegado, aún tendría azúcar y a un vecino que no crea que sufro demencia-pensé.

Luego suena mi teléfono móvil.

-Llamada Telefónica-

— ¿QUÉ? — pregunte molesta.
— Laura estoy Aquí, baja— dijo Sofía desde el otro lado.

Como quiera ni iba a subir, me cago en todo-pensé.

— Voy — dije y corté, Bajé y me subí en el auto.

— Lo siento, es que había mucho tráfico — dijo apenada.

— No hay cuidado, solo perdí la azúcar y al chico mas sexy de la pocilga que se hace llamar apartamentos honey — dije triste, mi azúcar.

— ¿Qué? — pregunto confundida — No quiero saber, Averigüe cómo puedes ahorrar.

— ¿Como? — pregunte ansiosa.

— Apagando luces,y no coger tantos taxis en la calle — dijo burlona.

— Jódete — dije entre risas.

Las dos íbamos tan concentradas en la conversación, que nos impactó tanto cuando un hombre en una moto nos toca el vidrio, Sofía solo la abre un poco.

— Si, ¿diga? — dijo nerviosa.

— Tu casi me choca a mi, no me haga eso mami — dijo el desconocido.

El semáforo cambió a verde y Sofía dijo antes de poner en marcha el auto.

— Váyase al carajo.

Sólo escuchamos un zorras a lo lejos, Volvimos a reír, Y luego llegamos, Sofía se fue por su lado y yo por el mío.

Un hombre me dijo que Romero me esperaba.

Llegue a la puerta y toque antes de entrar.

— ¿Me llamaba Sr. Grey? — dije y abrí grandes los ojos cuando me di cuenta de lo que dije — digo, romeo, quise decir Romero — dije nerviosa, Y Sebastián solo intentaba no reír.

La Secretaria De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora