La Secretaria De Sebastián

capítulo 10

— ¡Ahh! – grite, Tuve el sueño mas raro de mi vida, estaba Sebastián y el me besaba, pero todo fue un sueño

— Buenos días – hablo Sebastián — ¿Acostumbras a despertar gritando? porque ... eso suena bien

— ¿Fue real?

— Si, es verdad me acuerdo cuando tu me..

— ¡Si fue real!

— Tranquila solo soy tu jefe, eso no es malo.

Lo miro con la cara de la niña del hoyo negro.

— Es malo, Sebastián ¿y si me echan?

— Laura

— ¿Será ilegal?

— Es algo estúpido

— ¿Me dijiste estúpida?

— No dije eso

— ¿Ahora soy mentirosa?

— No, solo digo que es estúpido porque soy tu jefe.

— Puta madre, si es verdad.

— ¿Nos bañamos juntos?

— Ni que quieras ahorrar agua

— Solo decía.

— No digas entonces.

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Odio el trabajo,  prefiero comer rocas a estar aquí aunque las rocas engordan ... pero qué digo si ni se comen.

— Laura, querida – me habló sergey.

— Hola, le quede bien su traje .. rosa.

— Ay gracias bebe, ¿Sebastián esta por ahi?

— Si, ya le digo –marqué la línea 2 — Sebastián, te buscan, aquí afuera ¿le digo que pase?

— No, yo estoy ocupado.

— Dice el que pase.

— Yo no dije –Colgué el teléfono y Sonreí.

— Pase.

— Gracias.

En eso veo a Sofía.

— Tenías razón,  la que está escribiendo la historia me quiere ver con Taylo ...  Sebastián, casi olvidó el guión – río

— Y cuéntame todo – me dijo

— Bueno hare como si te digo – y le conté todo lo que pasó.

— ¿En serio?

— Si.

— ¿Quieres ir después de aquí a mi casa?

— Cualquier lugar es mejor que mi pocilga.

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— ¡Quieres palomitas! – gritó Sofía.

— ¡Con caramelo!

— ¡Claro!

Después de un rato volvió con las palomitas, yo las cogí de golpe y estaban calientes.

— ¡Quema, quema! – grite mientras Sofía sonríe  — Que no te rías pendeja, me queme en serio.

30 minutos después.

— ¡YO NO SE QUE SERA LO QUE PASA QUE LA VIDA SIN TI SE ME PASA, CADA VEZ QUE ME HABLAN DE TI, IMAGINO QUE ESTAS JUNTO A MI ..! – gritamos Sofía y yo.

10 minutos más.

— No te mueras jack.

— ¿Estas llorando?

— No, es sudor.

— Porque yo si estoy llorando.

Nos miramos y nos abrazamos, ahora las dos lloramos, Nos asustamos al oír la puerta.

— ¡Quien! – grito sofia– pos pa' que tocan si no van a responder.

— Que, ya cállate pendeja que se murió.

— Ya ... pero si no lo vi morir.

— Dan titanic todas las malditas noches.

Otra vez tocan la puerta, Sofía se para molesta y justo se va la luz.

— Que ya me dio miedo, abrazame – sofía me abrazo y otra vez tocan la puerta.

Camino de la mano de sofía hasta la puerta y la abrimos.

— He visto una bruja ahí – dije.

— Soy la vecina.

—Ah... hola señora ¿se le perdio algo?

— Tengo horas aquí y hasta la luz se fue, quería que hagan un poco de silencio.

— Ah claro.

Sofía cerró la puerta y justo llegó la luz

— Por fin ...

— ¿Oye quieres gritar para que se enfade la vieja?

— ¡NADA ME HARÍA MÁS FELIZ! – grite.

Y Empezamos a gritar a todo pulmón feliz cumpleaños.

— ¡Callense! – gritó la anciana lo cual nos hizo gritar más.

40 minutos despieza

— No es tan malo dormir en la cárcel – comente al entrar a la celda.

— Cállate – me dijo Sofía.

— Al menos ahí baño.

— ¿SIN PUERTA LAURA, SIN PUERTA?

— pero hay

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"Patricia"