capítulo 27

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—Bajé un poco más – me ordena.

—¡ADONDE DIABLOS QUIERE QUE BAJE! ¿AL INFIERNO? – maldita vieja, odio esto.

Todo por tener un parto natural.

Ella solo me mira y respira hondo.

—¡Más abajo!– me grita.

—No puedo más

—Descansen– ordena, Las demas señoras se detienen.

Me siento y respiro, creí que moriría.

—A usted no le dije que se detenga– me señala    — Al suelo ¡ahora!











Después de esa horrible rutina, fui a comer algo con Sofía, luego a mi pocilga, me vestí y fui a la oficina.

Sebastián estaba en una reunión así que como toda adulta que soy entre al computador a jugar juegos.com

Veo a Sebastián salir y apago el aparato.

Sebastián sigilosamente se detiene y me susurra.

— ¿Todo bien con la clase de pos parto?– qué crees tú

—Todo excelentemente– mal

—Me alegro– da un paso a su oficina.

Da un paso atras y carraspea.

—Tenemos que ir a un lugar despues de aquí – le iba a preguntar donde pero ya no estaba, desapareció por la puerta.

Le di poca importancia y volvi a mi juego (como soy bien grande)

Al terminar el trabajo no vi a Sebastián así que salí caminando. siento un auto acercarse y sonar su ruidosa bocina.

Veo a Sebastián, me dirijo al auto, entro y sonrió.

— ¿A donde vamos? – le pregunto

— Sorpresa – odio las sorpresas de Sebastián, despues de la última sorpresa de Sebastián...






Aun no se donde demonios estamos pero ahí muchos niños, Entramos a una habitación, me sorprendí al ver muchas cunas y biberones.

— ¿Porque estamos aquí Sebastián?

— Casi das a luz y... digamos que quiero que mis hijos tengan lo mejor – me abraza, siento algo extraño en la pansa... Seguro es hambre, no puedo estar enamorada.

— G... gracias – mierda, tartamudie.

El me mira por un segundo y me hace seguirle.

Veo mucha ropa de niños pero es muy cara y no puedo pagarla.

— Sebastián... no, mejor vámonos, no tengo el dinero para pagar esto– me doy la vuelta.

— No, oye, espera... lo pagare, porque también son mis hijos – me sonríe    — Llevate toda la tienda si quieres.

—¿Toda? – sonrió

— Toda – Responde de igual manera











— Lura, era literal no era TODA la tienda – me dijo al pagar.

Llevaba tres bolsas enormes con cosas para los bebes, que hasta me emocione y tome lo primero que vi.

Al llegar a mi pocilga entro al baño, me saco la ropa, me miro en el espejo y pienso:

Que gorda estoy...

— Oye laura no has vis... – se detiene Sebastián en la puerta.

— ¡No me veas, no me veas! – me tapo, Y el rie.

Se acerca y toca mi pansa, Otra ves siento esa Electricidad, Pero debe ser hambre, nunca enamorada.

Siente mi vientre, y me mira a los ojos penetrante, Posa su mano en mi cara.

Aparta cabello detras de mi oreja; besa mi mejilla luego la comisura de mis labios y me mira, lo inesperado paso, se aparta y sale del baño dejándome con las ganas.

¿Que diablos fue eso?

¡¡HOLAAA!!

Nota: ¿en cuantos dias creen que laura de a luz?

Patricia

La Secretaria De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora