capítulo 26

11.7K 626 14
                                    

Odio a Sebastián ahora tenemos que vivir en mi pocilga porque el muy maldito quemo la casa.

Me levante de la cama a paso lento para no despertar a Sebastián.

—¿A donde vas?-me pregunta Sebastián.

no se que decir si digo a la cocina me pedirá el desayuno.

—¿Vas para la cocina?-

—Por desgracia si..-

—¿Me haces el desayuno? Con leche blanca- sonríe.

—Estoy embarazada, casi al dar a luz- lo miro mal.

—¿Y? Estas embarazada, no invalida-

Ya verá ese hijo de su mamá.

Entré a la cocina tomé un pan de mala gana, le puse la mantequilla, jamón, queso, Tomé la leche, un plato hondo y fuí y se lo tiré en la cama.

—¡A desayunar!-grito en su oído, el me mira mal.

—¿Dso se come?- frunce el ceño

—Si-

—¿Eso comeran mis hijos?-

—Bueno si...-

Se levanta, me mira mal y se va por la puerta.

¿A donde fue?

Trenta minutos despues vuelve Sebastián con una bandeja y sonríe.

—Eso si se come- me dice.

—Ay aja- lo miro mal.

—Y... ¿ya sabes que usarás esta noche para conocer a mis padres?- mis ojos se abren como platos.

—¿Es hoy?- me pongo nerviosa.

—Sip, hoy mismo-

—¿Hoy es navidad?-

—Laura, creo que ya no sabes en que día vas-

No lo puedo creer, no tengo ropa, Salgo como loca de la habitación, tomo mi abrigo, sin decir nada salgo de mi pocilga y marco un número.

—Sofía- contesta al instante.—¡Tenemos una B3W!-

—¿Y que diablos es eso?-

—Una emergencia de ropa-

—Enseguida te veo-




—Bien vamos a la ropa de gordas- camina y la detengo.

—¡Oye! A la de embarazadas-

—Claro-

Caminamos, vemos una serie de ropa fea y estirada, En eso escucho mi teléfono.

—¡LAURA YA SE QUE HUISTE CON MI PELOTERO, LLAME A LA POLÍCIA, OISTE!- grita Sebastián del otro lado de la línea.

—Dolo salí de compras- le doy poca importancia.

—¿No pudiste decirlo?-

—Bueno ya... perdón ¿okey?-

Cuelgo y no espero su respuesta.

—¿Que paso?- pregunta Sofía.

—Un idiota marcó- equivocado- me encojo de hombros.

Despues de horas y horas de buscar, lo vimos; un vestido para embarazada rosado con flores parecía vómito pero es lo que hay.

Salimos de la tienda orgullosas y nos dirigimos a mi pocilga.

Ya estaba oscureciendo, se acercaba la hora ¿y si sus padres no me aceptan? ¿si me veo muy gorda? ¿mi chicle habrá perdido su sabor? Creo que si, abro una servilleta y lo pongo ahí.

Entramos a mi pocilga, no está Sebastián, pero no lo pienso llamar, entramos a mi habitación y me dirigí al baño a darme una ducha.

—Ahora vuelvo Sofía- ella asiente y voy al baño.

Al salir tomo el vestido, me queda bien, pero algo no me gusta, mis pechos son muy pequeños pero bueno que se le va a hacer...









—Listo, encontré mis almohadillas- me las coloco y salgo del baño – ¿Como me veo?

—Gorda pero linda- sonríe. —Haré algo con tu pelo-

Se acerca y toma mi pelo entonces sonrío.

—Siente mi pansa -ella toca. —Están pateando-

Ella rie, veo tristeza y felicidad en sus ojos.

—Se debe de sentir hermoso ¿no?-

—No lo se nunca pensé que... me encontraría en un momento así-

Nunca pensé en si me gusta o no estar embarazada, solo pensaba en lo gorda que estoy, en cuidar al pelotero de Sebastián y la niña que va a nacer también.

Escucho la puerta y veo a Sebastián acercarse, Me coloco mi brillo labial color sangre y sonrío para el.

—Estás... tan gorda, muy hermosa, estas... perfecta-sus ojos brillan y Sofía carraspea.

La miro mal.

—¿Que quieres pendeja?

—Mejor me voy, amiga disfruta- me abraza — Adiós -sale por la puerta.

Sebastián llevaba un traje negro y se veía muy guapo.

Tomé mi bolso y salí junto a él, mis piernas tiemblan cada que estamos más cerca.

Vi que Sebastián detiene su auto frente a una casa muy adornada.

—Llegamos- me mira —No le tengas miedo mi familia, son muy normales-

—Seguro- salí del auto.

Nos dirigimos por el pasto a la enorme puerta caoba.

Veo a una mujer con una enorme sonrisa acercarse a nosotros y gritar tan fuerte que me asustó

—¡AHH! Es laura- me abraza —Es un gusto soy Elen, puedes decirme Ele, estas muy gorda, te ves adorable con tu barriga, me traes recuerdo de cuando estaba embarazada de sebastián- hablo tan rápido que no le entendí ni mierda, soltó un suspiro y dijo.          —Viejos tiempos-

-El gusto es mi...-

—¡Ahh! estás bajo el muerdago, ¡Oigan! Sebastián y laura están bajo el muerdago-

Muchas personas se acercan a nosotros y corean „beso”

—¿A esto le llamas familia normal?-


“Patricia”

La Secretaria De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora