La Secretaria De Sebastián

capítulo 37

Olvide mencionarles qué narrará Sebastián.

Voten y comenten eso me pone happy, si no, lloraré.

ಠ_ಥ okno.

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Entre en el hospital, busqué en todos lados, no vi a Sofía, cuando me dispuse a llamarla, esta grita mi nombre.

— Pense que no llegabas– me abrazó.

— Tenia que venir, ¿cuéntame, que pasa?

— Te lo dire todo ¿te puedes quedar?

— Si... llamaré a Sebastián y le dire.

— Esta bien, estaré por allá – señaló unos bancos.

Le Sonreí y marque el número de Sebastián.

Llamada Telefónica

— ¿Diga? – Sebastián

— Soy yo laura, te quería decir que hoy... me quedo con sofia –

— Esta bien, entiendo –

— Estaré con Sofía, Recuerda llevar a los niños con tu mama, adiós te quiero– laura

— Yo tamb...

Fin de llamada Telefónica.

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Sebastián

— Yo tamb... ¿Me colgo?

Que más le puedo hacer dijo que estaría con Sofía ¿no?

Vuelvo a cerrar los ojos y me duermo.

Mis ojos se abren al escuchar a los mellizos llorar.

Me pongo de pie y bajo las escaleras.

Voy a su habitació, estan con sus ojazos abiertos como vaca.

Aún no paran de llorar.

— AYYY ¿QUE DIABLOS QUIEREN? – mire sus caras... aww solo tienen hambre.

Preparo su leche y tomo a lorena en manos.

Al darle el biberón está escupe la leche y vuelve a llorar.

Creo que si había que menearlo.

Hoy en el trabajo parezco un zombie, no eh dormido nada.

Laura debe estar bien gracias.

Ahora en un momento así, me gustaría hablar con Michael pero él... ya no esta para hacer de las suyas.

Veo a sergey entrar en la oficina.

Suspiro.

— ¿Que pasa sergey?

— Las modelos no están y la ropa nueva no me la pondre yo.

— Llama a martín y preguntales porqué aun no llegan

— Y qué se yo quién es martín

— Si llamas a este número– le señale el teléfono   — Hare que miguel el “papito”  de recepción salga contigo.

— ¿EN SERIO?

— Si

— ¿A donde marco? ¿donde? – chillo.

Llamo y ahora estoy muerto.

Como hare que miguel se fije en mister– finura.

— ¿Y... cuando sera la cita?

— Vuelvo en un momento.

— Esta bien.

Salí de mi oficina y fui a recepción, miguel me mira sorprendido.

— Jefe, que sorpresa verlo por aquí.

— Si bueno, necesitó un favor tuyo.

— Digame señor.

— Ten una cita con sergey.

— ¿por qué?

— No preguntes, si lo haces te subo el sueldo.

— ¿Cuando es la cita?

Sonrio con victoria.

— El sábado.

— Como diga señor, también quisiera un sitio para estacionarme...

— No abuses

— Lo siento

Volví a la oficina y sergey estaba esperándome.

— ¿ Y que dijo?

— El sábado

— Si tengo una cita.

— Felicida...

— Gracias, gracias t.e.  a.m.o – me aprieta.

— No puedo respirar.

Laura

Ya es medio día y Sofía aún no me dice que pasa.

— Sofía has pasado la noche desviando el tema puedes decir que paso de una buena ves.

— ¿Tienes hambre?

— No me cambies el tema.

— Michael despertó.

— Eso es genial, ¿por qué no estas feliz?

— No puede moverse.

— ¿Q...que?

— La rehabilitación es en otro país y... – rompió en llanto     — tenemos que irnos...

— Que... – mis ojos se cristalizaron  — ¿Te vas?

— Si...

“Patricia”