capítulo 35

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Sentí algo duro rosar mi trasero, me incline un poco y vi a Sebastián sonreír.

— Buenos dias – Susurró con una voz rasposa.

— ¿Tan temprano y estas hací?– dije en tono burlón.

— Es que hací me pones– toca mi trasero.

Yo me levanto, tomo una camisa – ya que estaba desnuda – y me la coloco.

— Vamos, era la mejor vista– Dice frustrado.

— Recuerda que tienes dos hijos pequeños a los cuales cuidar.

— Estan con mamá.

— Tu mamá no los puede cuidar para siempre

— Bien, bien igual tenia trabajo.

Salió de la cama, camino al baño rei al ver que iba desnudo.

— ¡Lindo trasero!– grite.

— No mas que el tuyo– grito.

Reí y vaje a preparar el desayuno de Sebastián, o bueno, la trabajadora lo hará.

Cada vez que pensaba en lo de anoche la piel se me ponia de gallina.

— ¿Que pasa piel de gallina?– me toma de la cintura Sebastián.

— Nada solo... pensaba

— ¿En mi?– oculto su cara en mi cuello.

— Tal ves

— Laura ¿me lo soñe o dijiste que me amas?

— Eso creo.

— ¿Lo crees o lo sabes?

— Lo creo.

— Es un avance.

Reí

— ¿Avance de qué?

— De que cuándo estemos en nuestra boda pueda disfrutar al escucharte decir te amo.

— Soñar es gratis Sebastián, De verdad nadie cobra.

— Ah ver dilo.

— ¿Que cosa?

— Di que me amas.

— No lo dire.

— Haslo o tomare medidas drasticas.

— No lo haré.

— Tú te lo buscaste– me hace cosquillas a lo que yo rio muy fuerte.

— Ahahaha esta bien, te amo ¡te amo!– digo entre risas.

— Yo a ti





Estaba con los mellizos en la entrada de mi casa cuando mi teléfono suena.

Lo saco de mi bolsillo y lo tomo.

— ¿Bueno?

— Laura paso algo horrible– habla Sofía del otro lado de la linea.

— ¿Que pasa Sofía?

— Es Michael te explicó aquí en el hospital.

Camine rápido por la calle ya que el hospital no esta muy lejos de la casa de Sebastián.

— Mierda los mellizos– me devolví a buscarlos.

Al entrar busco por todos los pasillos de la sala de emergencia, veo a Sofía llorar, cuando me ve se pone de pie y me abraza.

— Laura– solloza.

— Cuentame ¿que paso?

Sofía me mira con los ojos llorosos.

—Voy a ser mamá y el papá esta muriendo.

— Tranquila todo va a salir bien.

— ¿Eso crees?

—Si

— Gracias laura.

— ¿Que a pasado?

— Él iba en su nueva motocicleta, no vio un auto en el camino y el... el...

— Tranquila – La abrace mas fuerte.

Tome a los mellizos – Estaban en un coche– y me sente con Sofía a esperar.

— Gracias por estar aquí.

— Somos amigas.

Sofía no volvio a decir nada, vi a uno de los monos de Sebastián en la entrada, me sorprendí al verlo ahí.

—Sofía ahora vuelvo

—¿A donde vas?

—Voy a ver que hace ese hombre aquí.

— ¿Dices a el? – Señala al mono     — el es tú “guarda espaldas”  Sebastián siempre asigna uno para sus novias, No se porqué.

— ¿Q...que?

— Perdón no debí decir eso, estoy muy estrsada...

— Entiendo.

Me pongo de pie, camino fuera– con los mellizos–  y veo al “guarda espaldas”  seguirme.

Entro en la oficina de Sebastián sin avisar.

— ¿por qué?– grite.

— ¿De que hablas?

— ¿por qué me espias?

— Te enteraste de lo de Isaías, mira es que necesitaba de alguien que te...

— ¿Que Isaías que?

— Laura no quería...

— ¿Esa es tu manera de decir que me quieres? No confias es mi Sebastián y eso en una relación no va.

— ¿Entonces quieres decir que esto se acabo?

— Yo no dije eso...

— ¿Entonces que quieres decir?

— No me espies más ¿de acuerdo?

— Esta bien

Sonríe.

Se que no lo dejara asi.

— Es gay

— ¡Lo sabia!

Pero yo no lo dejare pasar.

— No me tocaras durante un mes

— Mierda

Este es el capítulo, no muy bueno pero es lo que les tengo.

Espero y les guste.

Hasta Mañana

Patricia

La Secretaria De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora