capítulo 17

14.7K 789 6
                                    

—Sofía esta ciega, si, eso no vio bien la prueba, que dice “negativo” –afirme riendo cínicamente, Sebastián me vio a los ojos y luego a mi barriga.

—¡No!, es todo Sofía, vete, laura te quedaras a dormir conmigo.

—No, tengo trabajo mañana y no quiero llegar tarde por tu culpa.

—Laura, el es el jefe– susurro Sofía.

Sebastián nos miro de brazos crusados.

—Sebastián– le dijo Sofía  —deja que laura vaya a mi..

—¡No y No! Ella se queda aquí.

—Pero no quiere y Bla bla bla.

Yo miraba su pelea extremadamente estúpida, involuntariamente toque con suavidad la parte de mi vientre.

—¡BASTA!– grite, ellos me miraron    —yo me voy a MI pocilga

—¡Que!– dijeron al mismo tiempo.

—A MI casa– dije.

—Ahh– dijeron– no espera.

—No hablen al mismo tiempo.

—Laura quedate conmigo, ¿y si al bebe le pasa algo?– me señala con el dedo     — si le pasa algo a mi pelotero te voy a matar hija de...

—Hací no resuelves nada– lo interrumpe Sofia      — laura ven conmigo, en ti nadie confía ya que te faltan los frenos y dos tornillos, Quiero que mi bailarina de la noche este bien– yo la mire algo asustada.

—No se cuáles sean tus métodos de crianza, Pero mi hija no la dejo contigo.

—¡es que nadie entiende que va ah ser pelotero!– grita Sebastián.

—¡Bailarina de la noche!– grita Sofía.

—¡Secretaria!– grito.

—Por favor laura, Mi hijo no tendra esa miseria de empleo– dice Sebastián.

—Es una niña.

—¿Asi?

—Si

—¿Como lo sabes?

—Lo siento aqui– le señale mi barriga.

—Solo tienes hambre.

*
*
*
*

Odio mi trabajo, ni siquiera desayune, tengo tanta hambre que veo a las personas con forma de donnas

Entre sin avisar a la oficina de Sebastián.

—¡Tengo mucha hambre, me estoy volviendo loca, veo a las personas con forma de donnas!– me señalo con el dedo al borde de la histeria, Sebastián frunce el ceño.

—Estan disfrazados, los dejo entrar una ves al mes, no se– respira    — ¡no has comido! ¿acaso quieres que mi pelotero salga flaco?

En serio, solo quiere que sea un pelotero, esa profesión es horrible para una niña.

—Tengo náuseas– le digo

—¿Te sientes mal? ¿crees perder el bebe? ¡una ambulancia! meidei, meidei– grita Sebastián con desesperación.

—Solo quiero vomitar.

—Despues iremos al médico.

—No, mañana.

—Hoy

—Mañana.

—Iras hoy, caso cerrado.

—No ire.







—¿Falta mucho?– pregunté       —Quiero hacer pipi.

—No, ya casi nos toca– dijo molesto.

Pues si vine al médico, pero no porque me dijo, si no porque una vez se me quedo un arete y... quiero buscarlo.

—Romero– escuchamos decir.

—Nos toca.

Nos pusimos de pie, al entrar antes vi algo que me sorprendió.

—¡Isaías!– grite.

"Patricia"

La Secretaria De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora