capítulo 39

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Sofía

Terminaba de comerme mi sándwich cuando mi teléfono suena.

Espero que sea Michael o lo voy a matar a golpes por su tardanza.

— ¿Bueno? – contesté.

— Sofía Morgan, ¿es usted?

— Si, ¿ quién es?-pregunte tragando.

— Michael morgan, tuvo un accidente, está en graves condiciones, la llamamos a usted porque es el último número registrado en su teléfono – hablo el hombre.

— ¿Y es que tú te estas vorviendo loco eh? – chille en español  — Michael está de camino a casa.

— Lo lamentó, puede venir al hospital, necesitamos la firma de un familiar o amigo, buenas tardes – colgo.

escupi mi refresco con hielo

— Mierda se aguo – luego suspiro —  HAY DIOS MIO MI MICHAEL, EL PAPA DE MI CARAJITA QUE VA A NACER – lloriquie.

Salí corriendo dramáticamente del apartamento, baje corriendo las escaleras y subí a mi auto.

Fui a toda velocidad hasta que un amet me detuvo, maldito

— Va a una velocidad muy alta señora

— Señorita, que no soy vieja – le reclame.

— Lo siento, señorita, ¿puede bajar del auto por favor?

— ¡Que! Yo no hare nada, esta loco e, mi marido se cayo de su moto, y esta en graves condiciones, tenga compasión carajo – chille.

— Salga...

— Oh mierda – salí del auto y el hombre se me quedo viendo.

— Licencia – pidio.

La busqué, se la di, la observó y me la devolvió.

— Solo quería hablar con alguien, puedes irte Sofía

— Dios No lo puedo creer –subi a mi auto y arranque lo mas rápido hasta el hospital.

Entre desesperada a recepción y habia una señora como de unos 45 o 40 años sonriendome.

— ¿En que puedo ayudarle?

— ¿Sabe donde tienen a Michael Morgan? – lvidaba que teníamos el mismo apellido.

— Fue ingresado hace no mas de media hora, esta en la habitación 005 – sonrio— ¿desea pasar?

— Si

— ¿Es algun familiar?, ¿Amigo? o ¿Esposo?

— Es el futuro padre de mis hijos.

— En ese caso puede pasar, gracias por su visita.

Más bien esta mujer tiene que trabajar en McDonald por su “gran” atención al cliente.

Entre en la habitación 005 como me indicó la chica de recepción, ahí esta, todo hecho pedazos, quemado, tanto antojó,con amor espere esa malteada, nunca llego, y por otro lado esta Michael tieso en la camilla con muchos cables.

— Oh usted debe ser Sofía morgan, la hermana de Michael Morgan – dice el doctor.

— No, se equivoca, somos pareja solo qué con el mismo apellido.

— Claro – dijo y lo oí susurar incesto    — El chico esta en coma.

— ¡Qué!

— Los golpes son muy graves, perdió mucha sangre, las posibilidades de que despirte son 1 de un millón.

Al escuchar eso no pude evitar llorar, estaba perdiendo al padre de mi hijo/a.

Una semana mas tarde.

— ¿Sofía Morgan?

— Si, ¿que paso?

— Michael Morgan a despertado

— Eso es genial ¿puedo verlo?

— Claro

Entre feliz en la habitación y vi a Michael ¿llorando?

— Sofía,  no puedo moverme ¡no puedo moverme! – grito asustado.

— Tranquilo ¿qué pasa?

— No siento mis piernas– sollozo

— No, no, ¿y el doctor?

— Dijo algo de una rehabilitación

— Calmate iré a hablar con él.

Salí y vi al doctor y este me sonrió triste.

Lo que me dijo el doctor me partio el corazón, me tengo que ir con Michael a una rehabilitación de un año.

Después de firmar unos papeles para el doctor fui a la habitación otra vez, tome mi teléfono y marque a laura.

— Laura Perdón llamar tan tarde pero estoy en el hospital, ¿Podrías venir?– hable con esperanza de que dijera que si, Necesitaba desahogarme con alguien. 

— Si ¿pero que pasó?– pregunto

— Solo ven – no quería explicar un tema tan delicado por teléfono espero y ella entienda

— Ya voy para allá

Colgué la llamada, me sente frente a Michael, no me gustaría perderlo por nada en el mundo, el lleno ese vacío en mi vientre al llegar a mi vida y no lo digo solo por el niño/a que crece en mi.

Sali afuera a esperar a laura, cuando veo a una chica confundida mirando a los lados trantando de visualizarme.

Me acerco a ella, la abrace, no hizo falta esperar mucho para que las lágrimas salieran de mis ojos

— Pense que no llegabas – le confesé

— Tenia que venir, ¿cuéntame que pasa?

— Te lo dire todo ¿te puedes quedar?

— Si llamaré a Sebastián y le dire.

— Esta bien, estare por allá – señale los  bancos cerca de la habitación de Michael

Vi que se acerco, se sentó en a mi lado y me abrazó.

Toda la noche estuve desviando el tema  no es fácil decirle a tu mejor amiga que la dejas.

— Sofía has pasado la noche desviando el tema ¿puedes decir que paso de una buena ves?

— ¿Tienes hambre?

— No me cambies el tema.

— Michael despertó.

— Eso es genial, ¿por qué no estas feliz?

— No puede moverse.

— ¿Q... qué?

— La rehabilitación es en otro país y... – empecé a llorar otra ves     — Tenemos que irnos...

— Qué... – sus ojos se hicieron agua    — ¿Te vas?

— Si

Laura salió corriendo del hospital, trate de alcanzarla pero es más rapido hasta que la tome del brazo y la hice frenar

— Espera... no me quiero ir pero ese hombre es el padre de mi hijo – señale el hospital como muestra de donde esta Michael       —Y sería egoísta no ayudarlo en su rehabilitación, qué sepa que ahí alguien que lo ama– sus ojos permanecían abiertos al tope

Me abraza de manera recorfortadora, cerré los ojos y me aferre a ella

— Buen viaje sofia – surrura

— Te voy a extrañar, mejor amiga.




Holaaa

Hasta el próximo capítulo que será en un rato narrado por Sebastián.

Patricia

La Secretaria De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora