35.- Pantra II

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- Lo siento, pero este pueblo es propiedad del conde Guld. Cualquier asunto que involucre la condición y propiedad de este pueblo debe hacerse con él – Dijo Victoria mirando a la mujer.

- ¿Y ese quién es? Yo soy Elena de Virtorito, la prometida del sexto. Lo que quiero es mío. A fin de cuentas mi amorcito será el próximo emperador.- Respondió la mujer molesta.

Nadya no sabe quién es esta mujer, pero sabe que el sexto no es cualquier persona. Es algo así como un candidato a ser emperador, pero el amo señorito odia al emperador así que no creo que importe si Nadya le corta el cuello, miro a Victoria en búsqueda de su aprobación, pero ella no me la da ¿de verdad es mala idea deshacerse de esa mujer escandalosa?

- No, soy Victoria Guldar a consecuencia de mi estirpe se me da el grado de Vizconde adjunto, el cual es superior por mucho de la baronía de la familia Virtorio. Le pido y ordeno que se retire.

Cierto, a Nadya se le olvida que mientras hable en nombre del amo señorito Victoria es considerada una Vizcondesa a los ojos de la ley. Ahí tienes mujer chillona

- ¿Y eso qué? - Respondió Elena- yo seré la próxima emperatriz.

- No, solo eres la prometida de un candidato a emperador- Le respondió Victoria sin siquiera mirarla, luego la miro fijamente – Por favor, retírese o tendré que solicitar que la expulsen.

- ¿Te atreves a desafiarme? Hombres denle una paliza

Cuando Elena dijo eso, los soldados que la acompañaban sacaron sus armas y apuntaron a Victoria quien solo suspiro, luego me miro y me hizo una señal. Nadya esperaba eso, gracia a entrenar con Lowe y Myrd, Nadya se ha vuelto realmente fuerte, aunque no tanto como esos dos, aun asi pude llegar fácilmente a la espalda de Elena y ponerle mi daga en el cuello.

- Deténganse, hoy no quiero matar a nadie, dejen sus armas y armaduras para luego retirarse para no volver – Dijo victoria mientras todos me miraban asombrados.

Los guardias abandonaron sus armas y armaduras y luego se retiraron, cuando ya estaban fuera de área de la aldea solté a Elena quien se fue refunfuñando y gritando cosas.

- Nadya llama a todos, esta mujer significa problemas.

Después de una reunión se decidió que Lowe y la ex familia real se moverían a la otra base, se le enviaría una carta al amo señorito y en caso de problemas los aldeanos se refugiarían en nuestra base protegidos por los hombres tigre. Nadya no entiende mucho de esas cosas pero sabía que dentro de un par de días habrían problemas, si solo me hubiesen dejado traer mis soldados animales Nadya podría ser de más ayuda, me quejare con el amo señorito.

Mientras pensaba en como quejarme mis sentidos me alertaron que un gran grupo de gente se acercaba. Nadya salió de su escondite y se acercó silenciosamente, aproximadamente unos 50 soldados bien armados, no puedo ver a la chillona de Elena pero había un tipo bien fornido que dirigía al grupo. Nadya estaba lista para atacar pero Victoria no había dado la señal, hoy el acto de apertura era de Alana, me moví a la base y vi como Alana activaba su magia y la noche se convertía en un aburrido espectáculo de ver a los pobres tipos perdidos en el bosque. Nadya hubiese deseado que esto fuese una sola noche pero Alana se encargó de los soldados por casi una semana, los perdió, asusto, durmió y paralizo. Cuando ya se veía venir otra noche de ver tipos perdidos en el bosque detecte que algo iba mal, los tipos no vinieron ¿Se habrán aburrido?

Pues no, al amanecer Nadya sintió que algo venía a la aldea, son fácilmente 50 soldados pesados con armas mágicas, frente a ellos un tipo montado se ríe y se mueve mientras habla con un tipo pequeño. Atrás de ellos venían los ya cansados soldados que habíamos atormentados. Rápidamente reporto a Victoria, sus ceño se fruncio. Ordeno a los hombres tigre ponerse su armadura de combate y a los enanos fortificar la aldea, en un par de horas muchas de las casas que habíamos construido se volvieron murallas y los antes amables hombres tigre exudaban sed de sangre.

- Soy Adrew , el Sexto, exijo que se rindan y me entreguen esta aldea junto con sus vidas – Dijo el muchacho sobre el caballo, de cerca se podía ver que era guapo según los estándares del imperio, casi como esos príncipes de los cuentos, Nadya lo odio.

- No – Dijo victoria sin emoción alguna- ¡Preparen arcos!

Al parecer hoy Nadya viviría su primera guerra.

Mi  truco es ser ricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora