57.- Dark Mist II

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**Punto de vista de Natasha, Mujer Conejo SubLider del Gremio**

El gremio estaba vuelto loco ¿Qué por el duelo entre Myrd e Ignatius? Na, las bromas nos habían quitado un poco de presión y las apuestas estaban a favor de que Myrd le cortaría la cabeza después de destrozarle todos los huesos. Extrañamente Calmortus y Serapia habían apostado que lo empalaría en uno de los postes de arena, haciendo penetrar la lanza desde sus partes bajas hasta su boca. El hecho de que ambos apostaran por lo mismo me preocupaba, y no solo porque quizás había algo entre ellos, si no, porque era tan explícito que daban ganas de vomitar al leer la descripción completa.

- ¿Noticias Natasha?- Dijo Hank, se veía cansado. Seguramente Myrd lo envió a preguntar.

- Si, los portales estarán listos en dos horas, cinco horas después llegara el equipo de apoyo y entraremos.

- No, solo yo entrare – Dijo Myrd mientras entraba al gremio sosteniendo un bolso.

Myrd había estado insoportable desde que el Conde se fue en su misión, Hank y el fortachón de Calmortus la habían intentado tranquilizar, pero,no funciono hasta que Serapia la convenció de centrarse en el gremio y en conquistar las mazmorras que el Conde le había encargado. El problema vino cuando nos dimos cuenta de lo inútiles que eran muchos de los aventureros que habíamos reclutado en el segundo y tercer llamado. Claro, había excepciones como gente con talento o bien gente sin habilidad pero con ganas de mejorar, pero la mayoría era como Ignatius, idiotas que creían que obtendrían todo fácil y simple sin sacrificar nada.

- Lo siento, pero no te dejare ir sola – Dijo Hank.

- Pues no lo hará pipiripipipi piripipi- Dijo una voz jovial que hace tiempo no escuchaba

- ¿Qué haces aquí Nadya? Pensé que habías partido a buscar al Amo.- pregunto Myrd.

- Por qué lo encontré – Dijo la niña gato, sonreía de oreja a oreja mientras vestía lo que parecía ser una extraña armadura de color verde petróleo de cuerpo completo.

- Veo que te equipaste el nuevo modelo ¿Cómo es eso que lo encontraste? – Pregunta Myrd ordenando las piezas de una extraña armadura.

- Algo así- Nadya le entrego una carta a Myrd quien la leyó rápidamente.

- El amo es sorprendente – Dijo Myrd sonriente.- Natasha, ve por Calmortus, Zeros y Serapia. Por cierto Natasha, tú también vienes.

Cuando me dijo eso, me sorprendí. Estaban armando el grupo más poderoso del gremio y me incluían. Sonriendo fui a buscar a los otros miembros, mientras salía vi a un enorme hombre león apoyado en la puerta del gremio quien me sonrió. Junto a él había un hombre bastante elegante vestido con lo que parecía ser una armadura en forma de traje. Los reconocí de inmediato, eran Lowe y Gabriel. No solo los más fuertes del gremio se estaban reuniendo, también los más fuertes de la familia Guld. La emoción me hacía saltar mientras corría.

Cuando regrese Myrd en silencio nos pidió que la siguiéramos, vestía un traje simple, el destino no era otro que el coliseo. Entramos y nos dirigimos a los palcos mientras ella avanzaba hacia la arena. La gente gritaba y el ruido hacia que el mundo vibrara. Los miembros del gremio estaban en el palco reservado para a familia Guld, Nadya los había traído.

El presentador hizo una gran presentación, tanto Myrd como Ignatius eran aventureros reconocido en la ciudad. La gente gritaba, el piso temblaba, Ignatius lanzaba baba y espuma por la boca, era obvio que estaba dopado pero eso no haría diferencia. La batalla comenzó, Ignaitus cargo como un demente. Myrd ni se movió, apenas estuvo en su alcance lo tomo del cuello cancelando su ataque, lo golpeó con tanta fuerza que se escuchó tronar sus huesos. La gente se quedó en silencio, el piso dejo de vibrar. Myrd siguió golpeando, con cada golpe se escuchaban como los huesos de Ignatius se rompían, luego lo lanzo al aire y de un salto lo tomo  para luego empalarlo en una de las tantas lanzas que decoraban la arena. La gente grito nuevamente, el ruido volvió. ¿La gente del gremio? Nada, solo repartían las ganancias de las apuestas, era obvio que ella ganaría, el asunto era saber cómo.

Con ese asunto terminado fuimos a buscar a Myrd, estaba tranquila y relajada, como si la pelea no ubiese sido nada. Mientras salíamos del coliseo un hombre de aspecto delgado y buen vestir nos cerró el camino.

- Gusto de Verte Myrd- Dijo el hombre con un tono con el que claramente indicaba que lo que decía a modo de burla.

- Hola Ser Sermet , Hola Necola – respondio Myrd sin Inmutarse

- Sigues siendo igual de irrespetuosa con el hijo del amo como antes- respondió una hermosa y alta elfa oscura que acompañaba al muchacho.

- Tranquila, Necola, hoy solo venimos a dejar un mensaje

- Ya vi tu mensaje en la arena, por todos lados tenia tu marca el dopaje de Ignatius

- Ese no fue un mensaje, fue una broma infantil de Padre. El mensaje es simple, deja en paz las Mazmorras que el gremio de padre está explorando.

- Gracias pero no

- Eres una – Mientras decía eso, la elfa se movió rápidamente hacia Myrd quien aprovechando el movimiento giro su cuerpo para tomar a la elfa y enviarla fuera del coliseo a travez de una puerta abierta.

Al ver que su acompañante salía volando el muchacho sonrió y camino tranquilamente a buscarla. Tras de él iba Myrd y los miembros del gremio que la  habíamos ido a buscar, al salir y vernos la elfa rápidamente se puso de pie y desenvaino dos dagas, pero, antes de que hiciera cualquier movimiento el muchacho la detuvo. Estaban rodeados por las tropas de la familia Guld : cientos de hombres tigres vestidos y equipados con lo mejor que el taller de Magiingeneria de la familia Guld podía ofrecer, cada uno podía vencer fácilmente a veinte o treinta soldados regulares , no eran un grupo fácil de tratar.

- Este es el mensaje de mi amo para tu padre Joven Siren, "Yo haré lo que quiera, cuando quiera" – Dijo una empodera Victoria quien vestida con el vestido verde y negro comandaba a las tropas. 

El muchacho solo alzo las manos y negó con la cabeza, para luego irse caminando del lugar. La mayoría de los miembros de la familia estaban aquí, al parecer esperaban que el muchacho apareciera.

- Esa elfa es fuerte – dijo Lowe mientras Gabriel asentia

- Lo es, es mucho más fuerte que yo – dijo Myrd apretando sus puños.

- ¿Siren? ¿No es esa la familia noble que provocamos cuando fuimos por las hermanas de Victoria?- Pregunto Nadya

- No solo eso, ese tipejo es a quien el tío de Victoria quería venderla con un pseudo matrimonio.- agrego Gabriel.

- Un día tendremos que luchar contra ellos y destruirlos – dijo Lowe como si comentara un simple hecho.

- Lo sé, debemos volvernos más fuertes – Añadió Myrd- y conquistar esta mazmorra es el primer paso.

Los miembros del gremio miraban esta extraña reunión, aunque dependíamos de la familia Guld no éramos parte de la familia, así que este tipo de situaciones nos ponían un poco incomodos ¿Si la familia Guld fuese a la guerra el gremio les apoyaría? Espero nunca tener que dar una respuesta a esa pregunta.

Mi  truco es ser ricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora