46.- Sonrisa Guldar II

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****Punto de vista María Guldar****

A rastras sacaron a las profesoras afuera del colegio, me sorprendió ve a varias de las maestras que me torturaban en el piso, eran cinco contando a lady Mome y Lady Silina, amarradas como si estuviesen en un campo de concentración. Pero no era lo único destacable, muchos adultos abrazando a sus hijas se encontraban por todo el lugar, es más, apenas salimos varias de nuestras compañeras salieron corriendo a los brazos de sus padres. Frente a las profesoras, quienes lloraban y suplicaban, estaba mi hermana Victoria. Victoria no llevaba sus clásicos vestidos tonos pastel, hoy vestía con los colores de la casa Guld, un vestido verde con bordados y volantes negros, junto con su cabello rubio le daban una apariencia increíble. Me miro y luego miro a las profesoras con una mirada con la que daba a entender que las mataría a la primera oportunidad.

Pero quizás lo más destacable eran los soldados, cientos de ellos vestidos con armaduras negras, la mayoría eran hombres tigres y se veían realmente feroces. Estaban rodeando tanto la academia como a la gente reunida fuera de ella. Estaban en completo silencio, apenas se movían, casi como si fuesen estatuas. Si no fuera porque cada cierto tiempo pestañeaban yo hubiese apostado a que eran estatuas.

Una mujer vestida con un traje para magos se puso en medio de todos, su piel morena y cabello verdoso hacían parecer que había nacido para ser parte de la familia Guld, hizo una pequeña reverencia al Conde Guld y con una voz suave dijo

- Soy Alana, Bruja al servicio del gran Conde Guld, también llamado Alexander el Décimo.

No sé qué más sorprendió a las personas, que la voz llegara a todos ellos como si se les hablara frente a frente, que el muchacho frente a ellos fuese un conde o que uno de los numerados estuviese frente a ellos. Pude ver que las profesoras se callaron e incluso que algunas "mojaron" el piso en donde estaban.

- La razón por la cual el Conde hoy nos honra con su presencia es simple, estas mujeres usaron mancillar no solo el nombre, si no, también, el físico de aquellas que son miembros de nuestra familia. Pero no solo eso, estas mujeres se atrevieron a golpear al Conde con una varilla, por lo tanto son culpadas de dañar a la familia directa de un noble superior, mancillar el nombre de un noble superior y en el caso de tres de ellas de golpear a un noble superior.

Mire extrañada, podía entender que lady Mome y Lady Silina recibieran ese castigo pero no entendía porque decían que tres, Antonia me miro y me mostro su brazo, estaba lleno de marcas, al parecer el conde había usado su treta antes para capturar a la profesora que acosaba a la pequeña Antonia.

- Su castigo será la muerte

- Ellas son las criminales ¿Por qué nos trajeron y tienen secuestrados? – Grito una mujer que vestía con muchos adornos.

- Porque sus hijas son cómplices y bajo la ley imperial deben sufrir un castigo, quizás el mismo castigo – Dijo Alana como si dijese algo obvio.

La masa entro en pánico, se escucharon gritos, llanto, varias mujeres se desmayaron. Algunos intentaron salir del círculo pero los soldados no se movieron. Mientras gritaban pude ver como el conde sonreía y yo también sonreí, mire a Milly y ella también sonreía. Nos miramos y reímos, ambas estábamos tan quebradas como el Conde Guld.

- Silencio – Dijo una voz, cuando lo hizo los soldados alzaron sus lanzas y golpearon el piso – Soy el Conde Guld – Cuando dijo Guld los soldados volvieron a golpear el piso con sus lanzas mientras gritaban "Guld, Guld"- He venido con un solo objetivo a este lugar y es simple, castigar a todos aquellos que dañaron a mi familia, pero hoy soy generoso y amable- dijo sonriendo tan maliciosamente que todos dudamos de sus palabras- Dejare ir a sus hijas, es más, les daré un poco de tiempo para que vayan a buscar sus cosas a los dormitorios antes de destruir la escuela, corran pequeñas bestias, corran.

Nuevamente el infierno, las muchachas corrieron desesperadas a buscar sus pertenencias personales, algunas incluso a tomar las pertenencias de otros. Mientras corrían los soldados no dejaron de golpear sus lanzas en el piso mientras gritaban "Guld, Guld", en ese instante lo entendí, lo hacían para meterles presión y dejar tallado en su alma el miedo a la familia Guld. Alana les aviso que solo les quedan minutos y que todo aquel que estuviese en la escuela seria destruido, las profesoras que no estaban en el suelo también corrieron a buscar sus cosas, incluso una se quejó con el Conde y lo único que obtuvo fue una risa que podía congelar un alma. Finalmente todos volvieron al círculo con sus pertenencias, parecían más un grupo de refugiados que un grupo de damas en formación. En ese instante el Conde hizo un gesto con su mano y tanto la directora como la coordinadora perdieron la cabeza, con un solo gesto acabo con dos vidas, como si nada.

- La directora y coordinadora estaban al tanto de lo que ocurría y no hicieron nada, solo porque no actuaron de manera directa sus muertes fueron rápidas- la gente temblaba de miedo, ahora Nadya ve y toma el bra...

- No, ella hirieron a mis hermanas- Dijo una voz gélida que si no fuera porque lo vi con mis propios ojos jama subiese pensado que vendrían de mi hermana Victoria- Es mi deber.

El conde solo acepto,Victoria se acercó a Lady Silina y desenvainando su espada le cortó ambas manos con un solo tajo, luego los pies, los brazos, las piernas, realizo varios cortes en su torso y cuando no era más que un simple trozo de carne que gritaba y se lamentaba, Victoria cortó su cabeza. Se volteo y lanzo su espada a mis pies, la tome temerosa. Odiaba a esa mujer más que nada, odiaba a Lady Mome, no tengo la misma habilidad que mi hermana así que mi primer corte no fue parejo y solo la herí, volví a levantar la espada pero sentí que alguien me detenía, era Milly, la mire y negué la cabeza, indicándole que me dejara seguir, ella negó con la suya y apunto a mi espada. Lo entendí, ella había sufrido mucho más que yo, le di la espada, cuando lo hice Nadya llego con otra y entre las dos la golpeamos y cortamos hasta que su cuerpo dejo de convulsionar y comenzó a ponerse frio con la muerte.

Antonia nos miró Horrorizadas y rápidamente corrió hacia una profesora que no conocía, seguramente era ella quien lastimaba a la pequeña Antonia, entonces ¿Por qué la defendía? La protegió con sus bracitos abiertos, al hacerlo pude ver marcas en ambas muñecas, la mujer seguramente la golpeaba con una varilla o similar. Al ver este gesto el conde solo alzo los hombros y le dio un si con la cabeza, entonces Antonia se voltio y abrazo a la mujer que solo decía palabras de agradecimientos a mi hermana, la escena me repugnaba. De la nada la mujer abrió los ojos grandes y un chorro de sangre salió de su boca.

- Nunca me lastimaras a mí ni a nadie- Dijo la vocecita de mi hermana menor, Antonia la había apuñalado.

Antonia se separó del cuerpo de la mujer y con un gesto retiro la daga que le había clavado en el corazón, ella sabía que no podía hacerle mucho daño físico, así que decidió darle falsas esperanzas para luego quitárselas. Mire al Conde quien no había cambiado de expresión, él sabía lo que haría ella. La pequeña niña miro al Conde y dijo:

- Larga vida a la familia Guld

Mientras los soldados respaldaban su declaración con sus sincronizados y fuertes gritos de "Guld, Guld" el Conde solo sonrió y las tres hermanas, más una, le devolvimos la misma sonrisa llena de oscuridad.  

Mi  truco es ser ricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora