49- Raika

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***Punto de Vista de Raika***

Estoy demasiado emocionada, hoy al fin podre ir al pueblo fronterizo que se estableció en las cercanías de la frontera de Gernis. Padre me ha dicho que es un asentamiento y punto de comercio creado por un conde del Imperio, así que puede ser un lugar peligroso para nosotros, por eso no me dejo venir hasta después de un tiempo. En fin, estoy emocionada, aunque padre me ha pedido que tenga cuidado ya que mi apariencia puede llamar la atención.

Incluso dentro de los miembros de mi raza mi apariencia es extraña. Los otros suelen llamarnos Devas, aunque nosotros nos llamamos Paskalis. Somos una raza bastante diversa en nuestro aspecto, nuestra piel tiene variados colores al igual que nuestro cabello, lo único que tenemos en común es que en nuestra cabeza crecen cuernos y una o dos gemas suelen formarse en alguna parte de nuestro cuerpo. En mi caso, poseo una piel rojo sangre al igual que mis ojos, aunque la parte que debería ser blanca en el ojo en mi caso es negra igual que mi cabello. Mis cuernos son un poco raros, se doblan en un Angulo recto, cosa que causa que muchos le digan antenas en vez de cuernos. Lo peor no es eso, es que poseo tres gemas, una sobre mi ombligo y dos en mis hombros haciéndome destacar entre los nuestros, una vez me contaron que me parezco a la imagen de los demonios que tienen algunos no Paskali, eso me acomplejo un poco más. Hoy visto con un top negro y pantalones color crema, la ropa normal que usa mi pueblo. Padre me obligo a ponerme una capucha encima, es bastante incomoda.

Mientras paseo junto a mi grupo el lugar no deja de sorprenderme, hace un par de semanas en este lugar solo habían arboles ahora es como un gran mercado. Kull, un paskali anciano de color azul y cuernos de cabra, me explica que la gente del Conde llego a este lugar y en solo dos días cortaron los árboles y crearon los almacenes y servicios básicos. Y que cuando llegaron los grupos revolucionarios y los ladrones a atacarlos fueron repelidos con bastante facilidad, aunque eso ultimo ya lo sabía.

Así fue como gaste gran parte de la mañana visitando algunas tiendas de productos agrícolas y algunas tiendas de herramientas, también vendían espadas y lanzas pero padre no quiso entrar en ellas. Mientras caminábamos nos topamos con miembros de otra aldea, nos saludaron y pidieron conversar con Padre, el acepto y para que yo no molestara me dio unas monedas y me mando a almorzar por ahí.

Mientras caminaba hacia los puestos vi a un muchacho cargando una bolsa, me llamo la atención porque me miraba fijamente, al sentir su mirada me revise por si tenía algo raro y me di cuenta que había perdido mi capa. Me molesto bastante que me mirara tan fijo, en la aldea suelen molestarme por mi apariencia y por ser poco femenina ¿Cómo qué si soy una chica? Eso es obvio, creo. Molesta camine hacia el muchacho, de cerca pude verlo mejor, una piel clara que contrastaba claramente con su cabello y ojos negros, su nariz era larga lo cual hacia parecer que sus ojerosos ojos estaban más profundo de lo que debían.

-¿Qué miras Imbecil? – Pregunte molesta

- Aunque me da pena admitirlo a usted, nunca había visto a un Paskali tan hermoso- Me contesto, no había burla en su voz

- ¿Cómo que hermoso? Espera, me llamaste Paskali, pocos no Paskali nos llaman así, menos aún los humes

- ¿Estuvo mal? Mi profesora de etiqueta me enseño que debo llamar a los miembros de otras razas por el nombre que ellos usan y no el que les dan.

- No, tiene sentido ¿Tienes una profesora? ¿Eres una especie de noble o algo así?

- Algo así

Después de ese extraño inicio seguí hablando con el muchacho e incluso almorzamos juntos. Paseamos por diversas tiendas de la ciudad. Tengo pocos amigos y la mayoría no son de mi edad, así que fue reconfortante encontrar alguien como él en esta ciudad, además teníamos un sentido del humor parecido así que nos reíamos de las mismas cosas. Ale, como se llamaba el muchacho me explico varias cosas sobre el funcionamiento de este lugar, como habían tres mercados abiertos donde solo pagaban una cuota por el uso del espacio y no por la venta de productos, lo cual causaba que muchas personas vendieran cosas que se producían en sus aldeas. Visitamos uno de esos mercados dominado principalmente por ogros, son buenas personas pero un poco cuadradas, mientras visitábamos los puestos Ale me regalo un cuchillo hecho de hueso que me había encantado, no tenía mucho dinero para comprarlo así que me decepcione pero luego Ale me lo regalo como una disculpa por hacerme sentir mal al principio. Mientras caminábamos hacia los puestos para comer algo en la tarde le pregunte a Ale porqué los guardias de la ciudad se dividían en con armadura y con tela.

- Es un asunto de relaciones públicas, los con armaduras son para asustar a la gente y los sin armadura son para hacerlos sentir más cómodos, aunque si hablamos de nivel de poder, los sin armadura son más poderosos, sus trajes están hechos de un hilo especial que es más duro que el acero.

- El conde sí que tiene guerreros, he oído que incluso ha detenido varias veces a los bandidos y soldados de Gernis.- Cuando dije eso Ale me miro extrañado- Como la negro danzarina del fuego.

- ¿Negro Danzarina del Fuego?

- Si, es una mujer que viste una armadura tan negra como la oscuridad de una cueva, su cabello rojo es lo único se destaca y parece bailar mientras destroza a sus ponentes, según he oído lucha con una espada tan negra como su armadura que tiene la habilidad de alargarse como las sombras.

- Debes referirte a Myrd, ella es en la actualidad el guerrero más fuerte de la familia Guld.

- ¿Más fuerte que el Rugido divino y la Devoradora de Bestias?

- ¿Quiénes?

- El rugido divino es un hombre león que ha abandonado su carne, remplazando su cuerpo por un brillante metal blanco, es rápido y fuerte y solo su rugido puede desmayar al más fuerte guerrero, como si eso fuera poco, dispara rayos divinos de sus manos y puede conjurar unos extraños artefactos que debilitan a los oponentes mientras fortalecen a los aliados.

- Él es Lowe, el general en jefe de la familia Guld, pero, aunque creo saber quién es ¿Podrías contarme de la Devoradora de Bestias?

- Claro, es una muchacha no más grande que nosotros, se mueve por el bosque saltando de árbol en árbol con tal rapidez que solo puedes ver su sombra. Según cuentan los rumores, cuando un domador de bestias o un jinete es derrotado, la devoradora los obliga a dejar sus monturas y animales para darse un festín con ellos. Pero aun un rumor aún más raro, dicen que la devoradora después de comerse las bestias puede manifestarlas más fuertes y feroces para que le ayuden en el campo de batalla.

- ¿Así que reclama las bestias? Eso explica muchas cosas- Dijo Ale pensativo.

Seguimos hablando muchas otras cosas, de la vida en el imperio, de la vida en las villas Paskalis y otras más sin sentido, fue mientras comíamos carne en pinchos que los vi, estaban predicando en medio de la calle. Eran Sacerdotes de Salaris, una religión que finge preocuparse por los pobres y desvalidos, pero en realidad solo de ciertas razas a las cuales llaman razas hermosas, obviamente mi raza como la de los ogros no estaban en ese grupo. Mire a Ale para ver su reacción, muchos imperiales siguen la fe de Salaris, pero por la cara que tenía parecía ser que no eran de su agrado, él estaba realmente enfadado, por alguna razón encontré que se veía guapo al poner esa cara ¿Qué estás pensando Raika? Concéntrate. Mientras pensaba tonterías, esos tipos se fijaron en nosotros y mientras hablaban de los demonios y los peligros del mundo me miraban y apuntaban, estaba a punto de pararme a golpearlos cuando Ale se me adelanto, se sacó su zapato y golpeo en plena cara al predicador, los otros sacerdotes comenzaron a gritar e incluso algunos sacaron sus armas.

- ¡No les dijeron que no querían verlos dentro del territorio Guld!- Grito Ale, lo admito se veía genial

- ¡Cállate mocoso! Nosotros tenemos permiso del Conde, podemos hacer lo que queramos

- ¿A si? Arréstenlos- A su orden, todos los soldados de los alrededores se acercaron a los sacerdotes y los redujeron- ¡No recuerdo darles ningún puto permiso, es más, les dije que si los veía en mis tierras los colgaría de sus calzones!

- ¿Quién eres?- Dijo uno de los sacerdotes asustado

- ¿No es Obvio? Yo soy el Conde Guld

Mientras miraba lo genial que se veía no pude pensar otra cosa que no fuese "No, no era obvio que él fuese el Conde".

Mi  truco es ser ricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora