Mi truco es ser rico

77.- La reconquista de Lug - La Muralla del mito

Extracto del diario de Vida del Guardian de la Puerta
Ciudad de Shiled
Encargado de la Puerta Jacob Deux Deux
El dia del ¿Enfrentamiento?

La ciudad se encontraba en decadencia, sus enormes y hermosas murallas habían sido destruidas y rapiñadas por los sedientos nobles quienes se refugiaron en la ciudad interior para luego huir a la frontera cuando escucharon que las tropas del Conde Guld se acercaban.

Ahora habremos cerca de seiscientos soldados y una enorme cantidad de civiles muertos de miedo armados con lo que encontraron. El Conde y sus tropas han conquistado casi todas las ciudades del este y sur del reino, no hemos tenido noticias del frente, así que los rumores ganan peso. El rumor que más se escucha en las calles es que nadie ha sobrevivido, todos muertos, todos cadáveres, todos simple carne en el camino. Soy el capitán de la puerta, tengo miedo del Conde y sus hombres pero tengo más miedo de no cumplir mi deber.

Escucho la trompeta, miro al horizonte y veo las tropas acercarse, son más de mil soldados armados con el mejor equipo que se pueda comprar, sus armaduras negras y su marcha perfecta no hace más que hacerme creer que son el ejercito del infierno que viene por mi alma.

El ejército negro se detiene, miro a mí alrededor y los hombres tiemblan, lloran, ahogan un grito, solo se mantienen en pie movidos por un miedo más grande, el miedo de perderlo todo. Veo la distancia el círculo interior, antes fue el hogar de los nobles y ricos, ahora es la zona donde nuestros seres queridos se esconden esperando una oportunidad para huir o la misericordia del enemigo, ruego a los dioses, si existen, que al menos los niños puedan huir.

Mi pequeña Clara, mi niña, mi único tesoro testamento del amor entre mi difunta esposa y yo. Ella está ahora en aquella mansión esperando huir, ayer nos despedimos. Ella lo sabe, yo lo sé, los otros lo saben, no volveremos con vida de esta batalla.

Uno de los hombres de negro se separa del grupo, salta y se transforma en la siniestra forma de un enorme cuervo negro, lo sé , no es un mensajero, es el verdugo que el conde a enviado sobre nuestra ciudad, la figura está cada vez más cerca, la visión es horrible, una bestia de acero y rocas se acerca haca nosotros, sobrevolando la muralla como si se burlara de ellas, se detiene frente a la gran puerta, se desmorona en una pila de metal dejando la figura de un extraño ser vestido de negro.

- ¿Qué mierda paso con las murallas?- Grita lleno de ira

- ¿Eh?- es lo único que sale de mi boca pero es lo suficiente para que se fije en mí.

- Habla ¿Qué les paso a las antes gloriosas murallas de Shiled?- grita

- ¿Eh? Pues los nobles quitaron todo lo de valor durante la revolución y al saber que el conde Guld vendría sacaron los ladrillos de mármol para llevárselos.- Respondo

- ¿Los ladrillos? ¿Los imbéciles se robaron los ladrillos?

- Si, también las joyas y vitrales internos.

- ¿Espera, esos imbéciles destruyeron una de las pocas maravillas modernas en existencia para robar los materiales?

- Si- Extrañamente me sentí bien cuando el ser negro llamo imbéciles a los nobles.

- ¿Entre los que están muertos de miedo allá adentro hay alguien que sea experto o haya participado en la construcción del muro?

- Eh...si, el jefe de reparaciones está aquí ¿Por qué eso es importante?

- Tráelo

- ¿Qué?

- Si no quieres que incendie la ciudad tráelo

Pensaba negarme, aunque no mentiré que la idea de entregarlo pasó por mi mente y obviamente por la de mis compañeros, pero antes de que pudiéramos tomar una decisión un ser negro tomo al pobre y anciano William, este ser negro era diferente al de afuera, el que atravesó las murallas tenía una apariencia más lobuna.

- Lo encontré señorito amo – Dijo la figura lobuna, para luego saltar sobre la muralla con el pobre anciano en brazos.

- ¿Para qué quiere a ese hombre señorito?- Pregunto una tercera figura negra, esta era claramente femenina, de excelente proporciones físicas y cabello rojo ¿Esperen, de donde salieron esas dos?

- Vamos a reconstruir la muralla antes de invadir- Dijo la figura negra que llego primero

- ¿Ah?- Se escuchó al unísono, estoy casi seguro que casi todos los presentes lo dijimos.

- ¿Pero por qué haríamos eso señorito?¿Por qué repararíamos la muralla que deseamos conquistar?- Pregunto la figura femenina mientras varios asentíamos y compartíamos en espíritu la pregunta

- Es que, es que, es la muralla Shiled ¿Entienden?

- No – Le respondió la figura femenina, varios nos sentimos como ella.

- Pues yo... ¡Quiero conquistar la Shiled de mis libros! ¡LA gloriosa ciudad con su gloriosa muralla decorada! – Exclamo la figura a la que llamaron señorito gritando.

- ¿Va a reparar la muralla? – Pregunto el anciano restaurador William

- Si y luego conquistare la ciudad – Dijo el señorito

- ¿Pero eso no destruirá la muralla?- Pregunto William

- No creo, puedo conquistar la ciudad sin destruir la muralla

- ¿En serio?

- Si

- ¿De verdad?

- Si

- Pero saldrá caro y será demoroso ¿Aun así podrá?

- Estimado, soy el Conde Guld, según los rumores orino plata y cago oro. El dinero no es un problema.

Ese día pensé que moriría, pensé que no volvería a ver a mi hija y hoy una semana después sigo cuidando la puerta principal mientras que la gente del Conde entra y sale de la ciudad sin problemas. Los soldados del conde son amables y no nos tratan mal, pagan por todo lo que toman y muchas veces nos ayudan sin pedir nada a cambio. El taller de ingenieros del conde creo un portal en la plaza de la ciudad así como también un sistema de evacuación en caso de asedio. La reconstrucción de las murallas avanza a un ritmo sorprendente, se ha traído gente de afuera a través de los portales para ayudar en la construcción, inclusive consiguieron talladores de piedra y pintores famosísimos para adornar la nueva muralla y la que harán después de esa, ya que aprovechando el personal la ciudad será dotada de una nueva muralla extra. El conde Guld está realmente metido en el proyecto, se pasea con los artistas y arquitectos por toda la obra dando ideas y ayudando con su magia ¿Se habrá olvidado que su objetivo era conquistarnos?