Mi truco es ser rico

42.- Pequeño Cuervo

*** Punto de vista Madame Lyn***

Mis huesos crujen al caminar, me duele el cuerpo y siento que la edad al fin me reclama, pero no importa, una de nuestras enviadas ha vuelto con buenas noticias, lo gracioso es que fue aquella en la que nadie creía, Alana.

Llego hace un par de días, venia en carruaje exclusivo con alimentos y artículos de primera necesidad, me cuesta admitirlo pero esas cosas me llenaron más de alegría que la llegada de una hermana, que terrible persona me he vuelto con los años. No solo había encontrado a un noble dispuesto a recibirnos, si no también, ese noble, estaba dispuesto a darnos tierras y subvencionarnos si lo ayudábamos a resolver un problema con el miasma de su tierra. Pensé que eran promesas vacías hasta que Alana le entrego algo, lo leí rápidamente y se lo pase sorprendida a Najarab.

-¿Qué opinas Madame Lyn? – pregunto Najarab, Su piel tostada, pelo verde y tatuajes esmeraldas destacaban junto a su fornido cuerpo.

- Es un Contrato Imperial, las condiciones son las mismas que dijo Alana y no puedo ver ningún tipo de trampa o truco. Ese noble es una persona increíblemente noble o increíblemente idiota.

- Ya veo, enviare espías a investigarlo, dependiendo de lo que digan tomaremos una decisión.

- No funcionara – Dijo Alana – El Maestro Guld no solo es increíblemente amable, también es inmune a la magia de ilusiones.

- Me cuesta creer eso, pero enviare a los espías, prefiero asegurarme antes de arriesgarnos- respondió seria Najarab.

Pasaron los días y entre más tiempo pasaba más nos sorprendía el noble que Alana había encontrado, en primer lugar solo era un niño pero en pocos meses había sacado a su familia de la ruina y los había enriquecido de manera sorprende. No solo tenía una tienda de joyas y accesorios, era dueño de barcos y bodegas de altas especificaciones, también poseía fábricas de productos de uso común en los barrios pobres, dándole a sus trabajadores condiciones que hasta yo querría tener en un trabajo. Pero eso no era todo, su familia apadrinaba aun grupo de aventureros, muchas familias habían hecho eso, pero el grupo de la familia Guld era increíble, no solo poseía aventureros de alta calidad si no también aventureros que se encargaban de cumplir misiones que nadie quería ganándose el cariño y la admiración de los comunes.

Mientras me asombraba por las cosas hechas por este pequeño Najarab me llamo a la sala de audiencias, Al llegar se me apretó el corazón, tres ataúdes, tres de los nuestros habían muerto, mire a la líder de taller y ella dijo:

- Hermanas y hermanas, tres de los nuestros han muerto, no son víctimas directas, si no que simple daño colateral de esta estúpida guerra entre la confederación y la diócesis. Solo fueron al pueblo en búsqueda de comida y a causa de un ataque mágico murieron. Hermanos y Hermanas ya no podemos seguir aquí, cada día nuestras reservas se agotan. Tenemos dos opciones, irnos al norte con nuestras hermanas blancas o abrirnos paso entre la zona de guerra y marchar a Lionese donde está la Gran Maestra, ambas elecciones presentaran desafíos y...

- Tenemos una tercera opción – Dijo una voz fuerte y un poco temblorosa, era Alana, todos sabíamos lo mucho que le costaba hablar en público, así que nos sorprendimos – Esta la propuesta del Conde Guld.

- Ya te lo dijimos Alana, no confiaremos en un noble del Imperio que ni siquiera tiene tierras – Dijo una de las hermanas del taller.

- Así es Alana, el hecho de que no te haya matado cuando explotaste su casa es algo destacable pero no puedo confiar en el sin una garantía y no tenemos tiempo ni recursos para buscar dicha garantía.

- Si, ni aunque nos diera cien monedas de oro confiaríamos en él – dijo Aya una de las jóvenes.

- Y que tal mil – dijo Alana lanzando un saco con dinero al medio de la sala, fácilmente habían mil monedas de oro en ese saco, el salón quedo en silencio – El Maestro me envió esto cuando le conté los problemas que estábamos pasando, no como un préstamo, no como un regalo, lo hizo como un padre que le da dinero a su hijo para que no muera de hambre, sin compromiso, sin obligación, si mis hermanas son tan testarudas como para no contemplar al Maestro como una opción, esta, la problemática y poco segura Alana se ira por otro camino.

- Así que le llamas Maestro, Alana- Dijo Najarab- ¿Estas realmente segura que ese dinero es son compromiso y sin obligación?

- Si, el maestro puede ser un poco raro pero estoy segura de sus intenciones, incluso envió esto – Saco un documento de una bolsa mágica y se la paso a Najarab ¿Desde cuándo Alana tiene una bolsa mágica?

- Esto es un pase para un viaje en barco hacia Lionese, para cien personas ¿Por qué nos envió esto ese hombre? Acaso no sabe que si nos vamos a Lionese saldremos de su alcance.

- Lo hizo por una promesa, hace años, mientras las hojas de los arboles caían en la ciudad imperial, él le prometió a una muchacha escuálida que aun lloraba por sus primeros tatuajes que si un día sus hermanas necesitaban ayuda el haría todo por ayudarla.

Mire a Najarab y ella me miro de vuelta, ambas sabíamos que hablan de Lady Moren , la sorpresa escapo y se notó en nuestros rostros

- ¿Cómo se llama tu Maestro Alana? – Exigió casi gritando Najarab

- Se llama Ale Guld, pero me dijo que si usted me preguntaba su nombre simplemente digiera Pequeño cuervo

Nos miramos nuevamente y esta vez no pudimos parar de reír, nuestra risa sorprendió a todos así que con el permiso de Najarab les conté una historia a nuestros hermanos y hermanas

Hace años, cuando el Imperio reconoció Lionese como una provincia autónoma, viajamos junto a la cuarta princesa Moren al Imperio por razones diplomáticas, durante el viaje Lady Moren escapo y casi fue asesinada en los barrios pobres pero un muchacho la salvo, se llamó a si mismo pequeño cuervo y durante varios días nos sirvió de guía. Extrañamente sabia moverse bien tanto en el palacio Imperial como por los barrios bajos, Lady Moren creo un vínculo con él e hizo una promesa, cuando ella cumpliese 16 volvería a la ciudad y pequeño cuervo nuevamente la guiaría a cambio pequeño cuervo ayudaría a las Silde que se encontraran en problemas, era una promesa entre dos niños inocentes y estúpidos, pero una promesa que les daría un futuro a nuestras hermanas y hermanos.

El salón quedo en silencio, luego vinieron los cuchicheos y pronto las risas, la historia y el desenlace era tan ridículo como un cuento para niños, pero aun así era real. Najarab se puso de pie y grito con fuerza:

- Hermanas y hermanos hemos encontrado a quien servir, esperemos que este pequeño cuervo nos lleve a nuestra tierra prometida ¿Dime Madame Lyn? ¿Vendiendo estos pasajes y con esas monedas podremos llegar a la ciudad Imperial?

- Mmm, pues sí, pero no podremos llevar a los refugiados y la mayor parte de nuestras cosas deberá quedarse aquí

Durante los últimos meses habíamos estado recibiendo a los refugiados de la guerra, ellos nos ayudaban con nuestras labores y a cambio conseguían comida y refugio, me dolía dejarlos pero el taller era prioridad.

- Eh, sobre eso, el maestro también lo considero- Dijo Alana- Solo debemos ir a una sucursal del grupo económico Midas y ellos nos suministraran todo, tanto para nosotros como para los refugiados, el maestro hizo hincapié que cuando el problema de Obscuris se solucione tendrá problemas de personas, así que no tiene problemas con recibir a los refugiados durante un tiempo.

- ¡Maldición! Ese pequeño cuervo sí que ve a lo lejos, muy bien, pongámonos en marcha, tenemos una ciudad que recuperar.

Ese día celebramos , fue como si nos quitaran un peso de encima, inclusive hasta yo baile y cante como una jovencita, le enviare una cara a Lady Moren , seguramente reirá como loca al ver que su promesa con un niño de la calle salvo al viejo taller de su madre.