Aang
Entro en la habitación a las diez de la noche, fresco tras haber dado una ducha caliente luego de una búsqueda condenada al fracaso. Odio alejarme de ella a diario. Odio saber que está perdida y sola. No he podido comer ni pegar un ojo después que la llevaron.
Extraño a mi pequeña.
En cuanto Elliot me ve, deja de ver la televisión.
—¿Tienes noticias? —inquiere sin rodeos.
—Asesiné a algunos de los hombres de Escorpión porque no querían hablar, y ahora no tengo nada —contesto.
Mi madre sigue aquí, pero no me importa. Me conoce muy bien, y a pesar de no tener la misma sangre es más madre de lo que fue la biológica. Así que para mí es la única madre que tengo. Además, ella fue una espía, de hecho, unos enemigos de papá la contrataron para espiar a papá y se enamoraron.
Elliot suspira.
―¿Cómo te sientes? ―le pregunto.
―Bien. Tu madre me ha hecho compañía todo el día.
Mi madre se levanta del sofá y me da dos besos en la mejilla.
―No te preocupes, no le he contado demasiadas historias embarazosas.
―Más te vale ―amenazo.
Se inclina y ahora yo beso su mejilla.
―Solo le mostré tus fotos de bebé desnudo ―se burla, inclinándose para dejar un beso en la mejilla de Elliot. ―Luego te veo, cariño.
―Adiós, Pauline.
Mi madre sale y cierra la puerta tras ella.
Elliot deja salir su ira. —El maldito va borrando sus pasos a medida que se mueve, parece que encontrar a Thais será imposible. Todo es más sencillo cuando no existes.
—Terrence ha movido a todos, sabemos que está aquí, pero no sabemos en dónde —agrego.
—Pensé que ella estaba más segura, pensé que podría ser más fácil después que pasó un mes sin dar señales. Incluso pensé que se había dado cuenta que Thais no sabía nada de él y eso de algún modo la alejó del peligro.
—Todos asumimos lo mismo —aseguro. —Tengo a mis hombres rastreando todos los barrios de París e incluso infiltre algunos hombres en los prostíbulos relacionados a su organización.
—Debo encontrarla, tenemos que explicarle tantas cosas...
Necesito encontrarla para decirle que la quiero en mi vida, que nunca la volveré a abandonar, aunque si ella me lo pide la dejaré partir, pero antes necesito rescatarla.
—Te aseguro que nuestras conexiones nos ayudarán a saber en dónde están, en este momento estamos jugando al gato y al ratón, por ahora él está ganando pero pronto se le acabará la suerte —contesto.
—Haz lo que tengas que hacer —me pido Elliot.
—Siempre.
Me despido de él y junto con Lars regreso a mi trabajo. Me reclino en el sillón y miro por la ventana. Estoy en mi despacho de las bodegas, pero en vez de trabajar en mover mis hilos y contactos, he preferido mirar por la ventana y contemplar los viñedos que se extienden ante mí. Tengo que trabajar en varias facturas, nóminas y unos papeles para el seguro.
Pero no logro concentrarme.
Cada vez que abro una nueva botella de champagne, el olor no me hace pensar en uvas prensadas de una buena cosecha. No me hace pensar en los preciosos viñedos que rodean mi casa. Solo recuerdo una cosa. El sabor de sus labios. Aun no entiendo como pudieron llevarla delante de mis ojos sin que yo pudiera hacer nada.
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Absurda [Libro #2]
RomanceSegundo libro de la «Saga Placeres Culposos». El amor y el odio son el mismo sentimiento que se expresan y se viven de forma distintas. Y así es Thais para mí, con ella experimente una turbulencia de emociones desde el amor más absurdo hasta el odio...