capítulo veintisiete

222 44 8
                                    

27.  un alma en ocho pedazos

Los ojos de Yoongi no se habían separado de Taera ni un solo instante desde que habían aparecido por aquel arco de piedra, escaneandola con fiereza y sumo interés. Namjoon fue el único que pareció notarlo y cuando sus ojos dieron a parar con la mirada felina de su amigo, frunció el ceño.

—Repito, ¿de qué estás hablando, Jungkook? —Esta vez, cuando Jimin formuló la pregunta, sus ojos permanecieron atentos en el rostro de Hyunjoo.

Y antes de que esta pudiera hacer o decir algo en su defensa, Jungkook comenzó a reír a carcajadas. Pero el sonido era afilado y raspaba como la lija. Acompañó el gesto con unas palmadas lentas, cargadas de ironía, espesas y ácidas.Venenosas. Con cada paso que daba hacia Taera, una palmada que rebotaba en su interior, revolviéndole las entrañas a la joven.

—Enhorabuena. Realmente eres una actriz de primera.

—Jungkook... —advirtió Namjoon con cautela. Enseguida los ojos del menor fueron a parar a su mejor amigo, la traición palpable en su gesto.

—¿Tú lo sabías?

—No creo que este sea el mejor momento para hablar de esto, Jungkook. Por favor.

—¡Lo sabías! —bramó dando un paso hacia Namjoon. Este no tardó en alzar ambas manos, las palmas extendidas en son de paz.

—No quiero pelear contigo, Jungkook. No aquí y no ahora.

—¿Por qué ibais a pelear?

Yoongi frunció el ceño, sus ojos viajaron nerviosos entre sus dos amigos hasta detenerse en Namjoon. Este tan solo negó e intentó de nuevo zanjar el asunto por el momento.

—¿Qué nos estáis ocultando, Namjoon?

Yoongi notó como Hyunjoo parecía encogerse a las espaldas de su amigo y eso solo hizo que la arruga entre sus cejas se acentuara aún más. Y la confusión no hizo sino crecer al notar como Namjoon se colocaba de un modo en que Hyunjoo quedara protegida de las miradas curiosas y desconcertadas de los otros cuatro.

—Aquí está pasando algo y estáis empezando a agotar mi paciencia. Namjoon, tienes exactamente un minuto para empezar a hablar.

—No es mi lugar.

—Bien, Hyunjoo, habla. —Yoongi se cruzó de brazos, aparentemente inmune a las lágrimas que comenzaban a colmar los ojos de la joven.

Taera se mordió el labio cuando le empezó a temblar y miró a Jungkook por encima del hombro de Namjoon. Algo pareció brillar tras el odio y el dolor que los ojos de Jungkook, algo se sacudió cuando la primera lágrima escapó.

—Jungkook, por favor. Por favor... No me hagas esto. No aquí. No ahora.

—¿Te atreves a hacerte la víctima? —gruñó él dando un paso hacia Taera, notando enseguida como Namjoon se erguía aún más para protegerla—. Eres un traidor...

—¿Traidor? ¿Te estás oyendo? Sabes perfectamente que te protegería del mismo modo si la situación fuera al revés, si hubiera sido ella la que te hubiera lanzado a los lobos como tú acabas de hacerle.

—Sabes lo que hizo, ¡lo que ella y su hermano hicieron! Y aún así prefieres ponerte de su lado antes que del nuestro.

Namjoon negó lentamente sin apartar los ojos de Jungkook, sin notar como los tres amigos restantes observaban la interacción con miradas confundidas y el terror plasmados en sus ojos.

—Estás siendo muy injusto, Jungkook.

—¿Que yo estoy siendo injusto? —bramó él llevándose las manos a la cabeza y tirando de algunos mechones de cabello oscuro—. Llevan meses, Namjoon meses, riéndose de nosotros en nuestra cara. Han estado en mi casa, por el amor de Dios... Todo este tiempo, han estado al alcance de mi mano, y al mismo tiempo, a años luz de distancia. Namjoon, yo no...

CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora