capítulo dieciocho

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18. Cómo curar un corazón roto

Las siguientes interpretaciones a la primera fueron exactamente igual de fructíferas y exitosas. Se habían vendido todas la entradas, a pesar de su elevado precio.

Los críticos no paraban de mencionar la impecable actuación del elenco, celebrando el atrevimiento de la señora Lee por añadir a una pieza tan clásica un toque más moderno con las coreografías de su equipo de baile.

Por su parte, el señor Choi invitó a una cena desenfadada a sus actores para felicitarles por su arduo trabajo y hacerles saber lo orgulloso que estaba de todos y cada uno de ellos.

Durante la velada, Hyunjoo, que esta vez sí había aceptado la invitación, se mostró mucho más animada y abierta que de costumbre. Nadie sabía a qué se debía, pero parecieron comprender cuando, una vez terminada la velada, la vieron desaparecer por el bar del restaurante con Junhee.

—Oh, venga. No me digáis que ninguno de vosotros se lo esperaba —habló el señor Choi mirando al resto del elenco, quienes observaban anonadados como el joven Junhee rodeaba con su brazo la cintura de Hyunjoo mientras se alejaban del restaurante por la avenida.

—Hoy estás más sonriente de lo normal. ¿A qué se debe? —preguntó Junhee sonriendo con su novia.

—A nada en particular. Supongo que me alegra el éxito de la obra. Igual que me alegra que esto esté funcionando.

—A mí también me alegra mucho, Hyunjoo. —La sonrisa del joven era completa y absolutamente sincera, con un brillo reluciente que hizo que ella aflojara un poco los labios.

Eres una distracción. Solo una distracción quiso decirle, pero se mordió la punta de la lengua. No le mencionó que aquello de lo que ella se alegraba era de que su mente no hubiera pensado una sola vez en el joven de los tatuajes desde que había comenzado a salir con Junhee. Al menos no con tanta frecuencia como lo hacía antes de dar comienzo a su relación.

Desde la noche de la fiesta no había recibido llamada alguna o mensaje de Seongmi, tampoco había respondido a sus intentos de comunicación. Sabía que estaba molesta, pero no comprendía por qué. Hyunjoo recordaba todas esas veces en las que su amiga le había mencionado lo alucinante que sería tener una cita doble, hablar hasta las tantas sobre sus respectivas parejas y pensar en regalos románticos juntas. ¿Dónde había quedado ese entusiasmo?

—¿Qué te apetece hacer ahora?

—¿Qué tal si paseamos por la orilla del río Han? Debe lucir hermoso ahora de noche.

—Eso queda algo lejos. Además, ¿no es un poco aburrido? —Hyunjoo frunció los labios en una línea. Junhee tomó sus dos manos y les dio un leve apretón—. Yo había pensado algo un poco más íntimo. Una película en mi casa, ¿tal vez? Puedes quedarte a dormir si quieres.

—Junhee, no sé si...

—Por favor, Hyunjoo —murmuró sobre sus labios, rozándolos levemente. Ella cerró los ojos y dejó que el aliento cálido de Junhee se llevase la tensión de sus hombros, la imagen de ese brazo plagado de tatuajes, de esos labios que desearía sustituir por los de Junhee. Sin pensárselo demasiado, Hyunjoo besó a Junhee, a lo que él reaccionó sorprendido pero agradecido.

—Vale.

Una distracción, Hyunjoo. Necesitas una distracción se repitió la joven mientras las manos de Junhee afianzaban el agarre alrededor de su cintura, acercándola aún más a él. Mientras los dedos de la misma, delgados y pálidos, se perdían en el pelo Junhee, trazando un camino por su nuca y enviando toda una corriente helada por la columna del joven. Este sonrió al separarse y Hyunjoo se obligó a hacerlo también.

CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora