CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔

capítulo doce

12. Todos mentimos

Tras meses de preparación y ensayos, la nueva temporada de la compañía estaba por comenzar. La primera función se llevaría a cabo en menos de tres días y Hyunjoo podía sentir el nerviosismo en cada uno de sus poros, así como el resto de sus compañeros. No era algo raro, pues, por mucha experiencia que tuviese, un actor siempre sentiría ese nudo en el estómago antes de salir a escena, la respiración pesada en los segundos previos a su línea de entrada. Pero aquella vez era distinto, al menos para Hyunjoo.

Por primera vez desde que había comenzado su carrera como actriz de teatro, Taehyung asomaría entre el público. Vería a su hermana en plena acción, demostrando que había nacido para ser actriz. Y eso, si bien resultaba reconfortante, añadía un plus de presión sobre los hombros de la joven. Quería hacerlo bien, mejor que nunca, hacer sentir orgulloso a su hermano mayor. Aunque esto no sería demasiado complicado, pues Taehyung ya la observaba con eterna adoración.

Cada vez que miraba a Hyunjoo a los ojos, no podía evitar emocionarse, viendo lo lejos que había llegado a pesar de la oscura mancha en su pasado. Cada mañana, cuando la veía salir de su cuarto con cara de sueño y el semblante serio, se alegraba de que siguiera en pie, de que siguiese a su lado.

—¿Recuerdas la función de tercero? —preguntó Taehyung una mañana mientras Hyunjoo se preparaba el desayuno; una taza de café tan grande que casi no la abarcaba por completo con sus dos manos—. En la que hiciste de pastor alemán. Desde entonces supe que serías una gran actriz.

—Taehyung, mis únicas dos líneas eran "Guau, guau" y "Guau, guau, guau"

—Precisamente por eso. Siendo humana supiste capturar a la perfección la esencia de un can. Es algo que poca gente puede hacer, algo mágico... Un don —hablaba mientras frotaba dos de sus dedos frente a su barbilla, imitando a los críticos de teatro y cine que acostumbraba a ver en las tertulias que retransmitían de madrugada, esas que se veía obligado a ver cuando su insomnio le impedía pegar ojo.

Hyunjoo lo observó con el ceño fruncido, pero una sonrisa divertida tirando de sus comisuras. Negó levemente antes de darle un sorbo a su café y se dejó caer en la silla frente a su hermano. Taehyung continuó alabando su actuación de perro cuando tenía siete años, como si estuviera hablando de un papel merecedor del más grande de los galardones.

El teléfono de la joven vibró sobre la mesa y enseguida apareció un nuevo mensaje en la pantalla. Era de Seongmi. Las dos rubias se habían hecho muy cercanas en los pasados meses, tanto que hasta costaba creerlo. Realmente, fue la familiaridad y la cercanía que mostraba la chica Cheon la que había acelerado el proceso. Por mucho que Hyunjoo tratase de alejarse de ella, no queriendo tener nada que ver con Seongmi o Jungkook, la chica coral no podía perder la oportunidad de amigarse con alguien como Hyunjoo. Y es que Go le daba una sensación agradable, casi familiar. Quizá fuera el hecho de que desde que había terminado el instituto, hacía más de siete años, no había tenido una amiga cercana en condiciones, el que la apresuró a buscar una nueva confidente con la que compartir secretos de chicas, tardes de compras y paseos por el centro de la ciudad simplemente socializando. Tal vez fue aquel mismo motivo el que hizo que, dejando a un lado su pasado con el novio de la joven Cheon, Hyunjoo terminase cediendo ante sus encantos.

—¿No es raro? —preguntó Taehyung después de ver el nombre de la nueva amiga de su hermana en el teléfono—. Que tu nueva amiga sea la novia de tu amor de instituto.

Hyunjoo asintió con los labios fruncidos mientras desbloqueaba el teléfono y respondía al mensaje. Por supuesto que era extraño, pero, como con todo, terminó acostumbrándose. Aunque aún le costaba que el labio no le temblase por los celos y la tristeza cuando veía a la pareja hablarse con todo el amor del mundo, o cuando Jungkook dejaba un leve beso en la mejilla de Seongmi antes de despedirla cuando Hyunjoo iba a buscarla al apartamento que estos dos compartían.