capítulo nueve

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O9. Lo estás haciendo bien

Aquel mismo día, cuando Hyunjoo regresó a casa, lucía mucho más derrotada y cansada de lo habitual. No era culpa del trabajo, sino del agotamiento mental que el encontronazo con las sombras de su pasado le había provocado. Ella sabía que no estaba preparada para reencontrase con Jungkook, lo había sabido desde que se despidió de él siete años atrás, pero no esperaba que su presencia la afectara tanto. Se dio cuenta de que quizá la herida no estaba tan cerrada como ella había imaginado.

Su hermano la vio entrar en la casa, arrasando con todo como un huracán antes de encerrarse en su cuarto. En cualquier otra circunstancia la habría dejado estar, creyendo que habría podido tener un mal día en el trabajo. Sabiendo cómo había empezado la mañana, olvidándose de sus líneas, no le extrañó que se sintiera mal. Pero se extrañó al escuchar el ruido de sus cajones abriéndose y cerrándose con furia, así como las puertas de su armario. Sin poder resistirse a la curiosidad, entró en el cuarto. Los ojos de Taehyung se abrieron de par en par al ver el revuelo armado; había ropa por el suelo, así como extendida sobre la cama; una maleta abierta de par en par en el suelo en la que Hyunjoo encestaba la ropa que iba sacando del armario.

Ella lloraba furiosa mientras mascullaba todo tipo de maldiciones y cosas sin sentido que su hermano no alcanzaba a comprender. Antes de que pudiera lanzar una nueva bola de ropa hacia la maleta y desperdigando más prendas por el suelo, Taehyung la tomó por las muñecas, obligándola a reaccionar y mirarle a los ojos. Los dos permanecieron en silencio durante unos segundos, mirándose fijamente a los ojos, hasta que Hyunjoo dejó de hiperventilar, aunque no de llorar. Lágrimas silenciosas continuaban corriendo por sus mejillas mientras Taehyung la admiraba desconcertado. Jamás la había visto tan frustrada por su trabajo, lo que le decía que algo grave debía haber sucedido para que su hermana, que tendía a mantener una templanza envidiable, estuviera al borde de un ataque de nervios.

—¿Me vas a decir qué ha pasado?

—Me voy, Taehyung.

—¿Qué estás diciendo?

—Que me voy. Me marcho lejos de aquí. A la otra punta del país, del continente si es necesario. —Aquello solo hizo que el entrecejo de Taehyung se frunciera aún más.

—¿Pero por qué? ¿Qué ha pasado?

—Jungkook. Jungkook ha pasado.

Tal y como le había sucedido a Hyunjoo cuando había visto a su amigo de nuevo por primera vez en años, Taehyung se quedó helado al escuchar aquel nombre. Dejó ir las manos de Hyunjoo, solo para llevarlas a su cabeza y revolver su cabellera con desesperación. No, no podía ser cierto. Tenía que ser un error, Hyunjoo tenía que haberlo confundido con otra persona.

—Te estoy diciendo que era él. Estaba con Jimin y Hoseok. Park ha gritado su apellido a todo pulmón. Era él. Es él. Está de vuelta.

—No, no. No puede ser, Hyunjoo. No, no...

El joven se dejó caer al suelo, reposando su espalda contra la cama de su hermana. Esta se sentó sobre el colchón y agachó la cabeza, observando el desastre que sus nervios le habían hecho hacer. En aquel momento se odió a sí misma por no ser capaz de mantener la calma y la mente fría en un momento como aquel. Se odió porque, incluso después de siete años, aquel chico de sonrisa de conejo y ojos redondos y brillantes era capaz de alterar hasta el últimos de sus sentidos y provocar todo un caos en su fría y calculadora mente. Lo odiaba, pero más se odiaba a sí misma por lo que le había hecho.

—¿Lo dices en serio?

—Jamás bromearía con algo como esto.

—Pero no podemos irnos ahora. Tenemos toda una vida aquí. Tú tienes tu trabajo en el teatro y yo... Bueno yo estaba empezando a adaptarme. No podemos volver a huir ahora...

CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora