capítulo quince

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15. Gracias, hermana

Los focos apuntaban de lleno al centro del escenario. En este, tendido con las piernas y los brazos extendidos, Junhee balbuceaba sus últimas palabras. Hyunjoo, sosteniendo una de sus manos entre las suyas, cerca de su pecho —tanto que el joven podía sentir los latidos de su corazón—, le pedía con desesperación que permaneciera despierto.

—No cierres los ojos, amor. Quédate conmigo un rato más.

—No me queda nada en este mundo. Ni siquiera tú.

Los párpados del joven comenzaron a ceder, mientras Hyunjoo comenzaba a aullar dolida. Las primeras lágrimas trazando regueros ardientes e hirientes por sus mejillas. No podía creerlo. Él era lo único que le quedaba después de la muerte de su padre, después del casamiento de sus dos hermanas y la desaparición de su doncella, quien se podía considerar era su única amiga.

Había quedado sola.

Y no había nadie a quien culpar más que ella misma.

Por detrás de la pareja apareció al grupo de bailarines de la señora Lee para coronar el desenlace de aquella trágica historia con una coreografía igualmente doliente y cargada de sentimiento. Mientras ella permanecía arrodillada en el suelo, las figuras vestidas con ropas oscuras, realizaban movimientos lánguidos y lentos, giraban sobre sus ejes y cerraban el círculo sobre las cabezas de la pareja de actores. Eran la muerte.

Finalmente, las luces se apagaron, así como lo había hecho el corazón del Sir que Junhee representaba, y con la caída del telón llegó la lluvia de aplausos.

Hyunjoo se apartó de Junhee y aceptó la mano de uno de los bailarines para ponerse en pie. Mientras el resto del elenco se unía a la fila, preparados para despedirse del público una vez las luces regresaran, la joven no podía dejar de sonreír. Todo había salido a pedir de boca. Había sido una de las mejores actuaciones en toda su carrera, tenía que admitirlo. Y, lo más importante, la había disfrutado como hacía tiempo no lo hacía. Solo esperaba que Taehyung, sentado entre el público, lo hubiera notado.

—Ha salido bien, equipo —celebró Junhee entre bastidores, comenzando a deshacerse del atuendo ceñido y complejo, lleno de botones y enganches.

—Enhorabuena a todos —respondió uno de los bailarines.

Sin responder, Hyunjoo se dirigió al área de maquillaje y peluquería. Frente al espejo empezó a desenredar su pelo, liberándolo del moño alto y estirado que había cargado durante horas. Se acarició el cuero cabelludo, casi jadeando del gusto. Decidió dejarse el maquillaje de los ojos. Después del arduo trabajo del equipo de maquilladoras, habían creado un look que no le desagradaba del todo, tanto que no le importaría lucirlo durante un poco más de tiempo.

Pudo ver el reflejo de Junhee aparecer a sus espaldas a través del espejo, por lo que aceleró su huida. Sabía lo qué iba a pedirle, que asistiera a la fiesta de celebración a la que iban a asistir todo el equipo de actores, quizá algunos de los bailarines se unirían. Y sabía cuál iba a ser su respuesta. No.

—Espera, Hyunjoo-ah. —Go rodó los ojos, harta de tener que repetirle que odiaba que la llamase de ese modo.

—Tengo cosas más importantes que hacer, Junhee.

Con su bolso colgado al hombro y el abrigo aún sin poner, salió por la puerta trasera hacia el punto en el que había prometido reunirse con Taehyung una vez terminara la función para volver juntos a casa. Sin embargo, para cuando Hyunjoo llegó a las escaleras de entrada del teatro, Taehyung todavía no había aparecido. Creyendo que quizá habría ido al servicio o se habría entretenido al salir, se sentó en un banco que había a un lateral de estas mismas escaleras. Los pies cruzados y las piernas balanceándose.

CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora