capítulo uno

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O1. La mentira, tu mejor amiga.

La mentira siempre ha sido la peor de las drogas. Uno empieza con una mentira inocente para escapar del castigo de sus padres, y termina viviendo una realidad enteramente ficticia basada en sus propias invenciones. Hasta la persona más pura y honesta del mundo puede convertirse en la mejor de las impostoras, solo requiere algo de práctica y muy pocos escrúpulos. Puede resultar duro al inicio, pero con cada mentira añadida a la lista, la tarea se facilita. Go Hyunjoo lo sabía mejor que nadie. Su vida al completo era una mentira. Desde aquel día, desde lo que había sucedido en aquel cuartucho, había vivido enredada en sus propias mentiras. Pero ese no era el mayor de sus problemas, no. Su mayor problema era estar tan acostumbrada a fingir que había olvidado lo que era la realidad. Olvidó como diferenciar lo que era cierto de lo que no lo era, lo que ella misma era y anhelaba, de lo que no era o deseaba. No sabía, ya no.

—Mírame a los ojos y dime que no era mi hermano con quien te descubrí en nuestra cama anoche. Mírame a os ojos y dime que no me has engañado con alguien de mi propia sangre. ¡Y no te atrevas a mentirme!

—No era él —mintió ella. Antes de que pudiera parpadear una sola vez más, una mano casi tan grande como su cara, voló hacia su mejilla. El chasquido que provocó aquel golpe dejó a más de uno sin aliento.

—Te he dicho que no me mientas. Estoy harto, ¡tan harto! ¿Hasta cuando piensas seguir así? ¿Cuántas personas más tendrán que abandonar tu vida para que te des cuenta de que esta no es manera de vivir?

—Por favor, no. No puedes dejarme tú también.

—Sé que prometí amarte hasta el final de mis días en el altar, pero no lo soporto más. Cada palabra que sale de tu boca es una mentira y ya no lo puedo aguantar más. No sé si mi corazón podrá soportar otro engaño más.

—Amor, no...

Antes de que la mano de la joven pudiera cerrarse alrededor de la muñeca de su amado, él ya había comenzado a andar hasta perderse entre la oscuridad de bambalinas. Ella dejó su vista vagar un par de segundos más entre las butacas ocupadas, hasta que los focos que habían estado apuntando directamente a su cara en todo momento se apagaron y el telón se cernió sobre el escenario. A los pocos segundos se volvió a abrir, mostrando a todo el elenco frente a los espectadores que aplaudían con energía y alguna que otra lágrima en los ojos. Una inclinación, una ovación más y, finalmente, los actores desaparecieron de escena. Lo primero que hizo Hyunjoo nada más desvanecerse entre bambalinas fue deshacerse del incómodo tocado que había cargado sobre la cabeza por más de una hora. Mientras, a su alrededor, los operarios ayudaban a los actores a desvestirse los complicados y pesados atuendos. Algunos de los compañeros de trabajo charlaban animados, algunos felicitándose por el gran trabajo, otros planeando la cena de trabajo de esa misma noche, con la cual le pondrían un broche dorado al final de temporada. La joven, la cual se encontraba acompañada de una maquilladora que había acudido a ayudar para deshacerse de todos los abalorios y el excesivo maquillaje, notó un par de toques en su hombro. Hyunjoo giró la cabeza levemente, tratando de no entorpecer el trabajo de la muchacha frente a ella.

—No he sido muy duro con el bofetón, ¿cierto? —preguntó Junhee, su compañero de trabajo y el marido de su personaje, con tono inocente.

—No, tranquilo.

—Me alegro. Has estado increíble, como si fuera la primera vez —continuó hablando mientras la chica comenzaba a desvestirme, empezando por el corsé ceñido alrededor de mi cintura—. Por cierto, no sé si lo habrás oído, pero esta noche estábamos planeando ir a cenar algo con todo el equipo para celebrar el final de promoción.

—Lo he oído, sí.

—Y... ¿Qué dices? ¿Te apuntas?

—No.

CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora