CAUGHT IN A LIE » jeon jungkook ✔

capítulo siete

O7. Una mala noche

A la mañana siguiente, Hyunjoo despertó con un dolor de cabeza insoportable, producto de la mala madrugada repleta de pesadillas y recuerdos dolorosos. Notaba los ojos resecos e hinchados, así como sus labios de tanto morderlos para acallar los dolorosos sollozos. Si hubiera despertado a Taehyung por culpa de sus lloriqueos no habría sabido como reaccionar, mucho menos cómo explicárselo.

Salió de la cama con desgana, sintiendo el frío del parqué calándole hasta el último rincón de su cuerpo cuando posó los pies en el suelo. Aún faltaba una hora para que sonara su alarma y tuviera que comenzar a prepararse para el primer día de ensayo de la que sería una larga temporada. Leyó y releyó sus líneas mientras se tomaba un café cargado tan amargo que hizo que todo su gesto se encogiera en una mueca tensa. Estaba segura de que no sería el primero, tampoco el último del día. No estaba acostumbrada a dormir poco, pero cuando lo hacía tendía a refugiarse en la cafeína para soportar el día sin golpear a alguien. Mientras se vestía, devoraba a mordiscos una manzana roja como el blanco de sus ojos. Entre murmullos iba enunciando las líneas de su personaje que ya había memorizado, dando algún que otro vistazo ligero al guion cuando se quedaba trabada en alguna palabra. Y aquella mañana le estaba sucediendo más de lo habitual. Creía saber por qué, pero no lo entendía. Jamás había permitido que sus asuntos personales se inmiscuyeran en su trabajo y la desconcentrasen mientras memorizaba y practicaba. Aquel era el motivo principal por el que disfrutaba tanto de su trabajo.

—"Juro por el anillo que ornamenta mi dedo que..." Que yo... Yo... ¡Joder! Hyunjoo, céntrate, por lo que más quieras. A ver, "Juro por el anillo que ornamenta mi dedo que yo, señora de..." Yo...

Dejó escapar un suspiro pesado y lanzó el cuadernillo con las páginas garabateadas sobre la cama aún sin hacer. Se llevó las manos al pelo, tirando de los mechones rubios y mordiéndose el interior de los carrillos. Estaba furiosa, frustrada. No, no iba a dejar que el pensamiento de Jungkook arruinase la paz y armonía que había reinado en su vida durante los últimos años. Terminó de comer su manzana de desayuno y regresó a la cocina para tirar el corazón raído por sus dientes y, de paso, servirse otra taza de café. Escuchó los pasos de Taehyung a sus espaldas, abriendo la nevera y rebuscando algo para comer. Cuando lo tuvo se sentó en la mesa y comenzó a comer el completo silencio. Observaba a su hermana caminar de un lado a otro de la cocina, farfullando palabras sin sentido y golpeándose con dos dedos tratando de recordar las palabras que faltaban para rellenar su diálogo.

—Has amanecido por el lado equivocado de la cama, por lo que veo.

—Eso parece. Soy incapaz de recordar mis líneas.

—No seas demasiado dura contigo misma, Taera. Todos tenemos días así.

Hyunjoo asintió lentamente, con el interior de sus carrillos pellizcados entre sus dientes. Le dio un último trago a su café, dejándolo a medias y tendiéndoselo a Taehyung. Este lo aceptó gustoso y se lo terminó de un trago. Se despidió de Hyunjoo cuando la vio encaminarse hacia la puerta con su bolso colgado del hombro y una mascarilla negra cubriendo la mitad de su cara.

—¡Ten un buen día! —Fue lo último que gritó antes de que su hermana cerrase la puerta.

Cuando Hyunjoo llegó al ensayo estaba algo más nerviosa de lo normal. Acostumbraba a sentirse confiada con su trabajo, sabiendo que, incluso si era un ensayo, sería limpio, pulido. Pero aquella mañana sentía más miedo que nunca; miedo a fallar, a atragantarse con sus propias palabras, a quedarse en blanco frente a todos. Y aquello fue precisamente lo que pasó en cuanto el ensayo comenzó. Ya iban tres intentos de terminar la primera escena, pero cada vez que Hyunjoo hacía aparición las palabras se enredaban en su mente y terminaba mordiéndose la punta de la lengua, histérica y decepcionada. El señor Choi terminó rindiéndose, concediéndoles un descanso de cinco minutos a todos los actores.