DO I WANNA KNOW? 🎭 Draken (Ken Ryuguji) / Tetta Kisaki

6 🎭 Heridas

Unos minutos después de que la pelea comenzase, casi todos los pandilleros estaban en el suelo.

-Estoy muerto... - se quejó Mitsuya.

-¡Ya terminamos por aquí! - Exclamó Smiley. 

-Parece que se lastimó la pierna - dijo Mucho, refiriéndose a Smiley, a quien ayudaba a caminar. Baji estaba con ellos.

-¿Y Mikey y Reiko? - Preguntó Mitsuya.

-Allí - les señaló Baji.

Mikey y Hanma habían estado peleando el uno contra el otro, y Reiko mientras se había interpuesto.

Hanma tenía a su hermana apoyada en él para no caerse, y la sujetaba con un brazo mientras miraba sonriente a Mikey. Sin embargo, el rubio estaba bastante serio.

-Sabía que serías un fastidio, Mikey - dijo rascando su cabeza. - Ni siquiera has perdido el aliento. ¿Eres un monstruo?

-Cierra la boca y muérete pronto - contestó.

Una moto apareció, parando cerca de ellos.

-Hanma, deberíamos irnos - dijo el chico que la conducía.

-Reiko, ¿estás consciente? - Preguntó mirando a su hermana.

-Regular... - murmuró ella.

Hanma miró al conductor.

-Dame la moto, tengo que llevarme a mi hermana - dijo él. - Y obviamente no me fio de ninguno de vosotros para cuidarla.

Él asintió y se bajó de la moto. De pronto, se escucharon sirenas de policía.

Los miembros de las pandillas se levantaron y salieron de allí corriendo.

-¡Mikey! - Le llamó con una sonrisa. - ¡Pronto presenciarás el nacimiento de la mayor alianza de moteros de Kanto! ¡Valhalla! Y seré el primer Sub-Comandante de Valhalla, Hanma Shuji. Mi hermana se unirá a Valhalla, no la volveréis a ver con vosotros. ¡No lo olvides, Mikey! ¡La ToMan no volverá a tener otro momento de paz!

Hanma subió a la moto y se llevó con él a Reiko, quién ya estaba inconsciente. Mikey se quedó en silencio y observó como la moto se alejaba.

Ambulancia

Takemichi había llamado a una ambulancia para llevar a Draken con él. En lo que tuvo que esperarla, se encontró con Kiyomasa y algunos más de la ToMan que estaban a su favor. 

Draken extendió la mano y Takemichi se la estrechó.

-Gracias... Takemichi... - murmuró sin fuerzas. - Te debo una...

-No digas esas cosas - sonrió. - No suenan propias de ti.

-Te encargo a Mikey - dijo Draken. - Dile a Rei que lo siento.

Tras aquellas palabras, el corazón del chico se detuvo. Los médicos que había en la ambulancia apartaron a Takemichi y asistieron a Draken.

Hospital

Mikey llegó a la sala de espera. Allí estaban Takemichi, sus amigos, Mitsuya, Peyan, Hina y Emma. Los doctores estaban operando a Draken.

-Mikey - sollozó Emma al ver a su hermano. El chico se acercó y le puso una mano en el hombro. - Mikey, ¿sabes algo de Rei?

-La hemos llamado al móvil y mandado algunos mensajes pero no contesta - dijo Hina, asustada. - Ella estaba con Draken. ¿Sabes que ha ocurrido con ella?

-No sabemos si los de Moebius le han hecho algo - murmuró Emma.

-No os preocupéis, Rei no se encontraba muy bien y se ha ido a su casa - contestó Mikey. - Está bien.

Residencia Hanma

Reiko abrió los ojos algo desorientada. Al hacerlo, vio que aquel chico rubio le estaba vendando el brazo.

-Kisaki, ¿no? - Preguntó mirándole.

-Por fin te despiertas - respondió cortando la venda.

-¿Dónde está mi hermano? - Preguntó.

-Se le ha agotado el mechero, ha ido a por uno - contestó sin mirarla.

Reiko miró a su alrededor, estaba en su cuarto. La luz estaba encendida, así que aun no había amanecido. Por lo visto, Kisaki le estaba curando las heridas. Tenía varias vendas y un montón de papel manchado de sangre. Bajó la mirada a su cuerpo, solo llevaba puesto la ropa interior y una sudadera. 

Hanma entró a la habitación.

-Ey, te despertaste, Reii-chan - sonrió el chico.

-¿Por qué me has cambiado de ropa? - Preguntó.

-La tenías manchada de sangre - contestó Kisaki. - Hanma la ha puesto a lavar.

-¿También hacía falta que me quitases la ropa interior? - Preguntó molesta.

-La tenías empapada - respondió el chico. - Y debería ser yo el que se cabrease. La chaqueta que llevabas era mía y ahora está manchada de sangre. ¿Cuántas veces te habré dicho ya que no me cojas la ropa sin permiso?

-Pues seguramente las mismas que te lo he tenido que pedir yo a ti - contestó Reiko. Suspiró y miró que Hanma tenía su teléfono en el bolsillo. - ¿Me devuelves mi móvil, por favor?

-Toma - dijo dándoselo.

-¿Por qué está bloqueado? - Gruñó mirando la pantalla.

-Es que quería leer tus conversaciones con esos imbéciles de la ToMan y le pedí a Kisaki, que es un cerebrito, que adivinase la contraseña - confesó Hanma. - Acabó bloqueándolo por equivocarse tantas veces. 

Reiko suspiró y miró al rubio.

-Tú, cuatro ojos, déjame hablar a solas con mi hermano - ordenó.

-Trátale bien - contestó Hanma.

La chica le enseñó el dedo palabrota y su hermano la quemó con el cigarrillo. Kisaki salió de la habitación para dejarlos a solas.

-Shuji, siento no haberte dicho lo de la ToMan, no quería que se lo dijeras a papá - se disculpó. - Pero no me uniré a Moebius.

-Sí lo harás - sonrió Hanma. - Porque si no, se lo diré a papá. Por cierto, ahora nos llamamos Valhalla.

Reiko le miró triste. A su padre le parecía bien que su hijo se metiera en peleas callejeras, incluso lo apoyaba, pero su hija ya era otra historia. Ella tenía que ser una señorita, tranquila, delicada y educada. Vamos, todo lo contrario a lo que era Reiko. La chica no quería decepcionar a su padre, por eso había llevado en secreto el ser miembro de la ToMan.

Pensó en chantajear a Hanma diciéndole que si él se chivaba, ella no estaría en Valhalla, pero sabía que, seguramente, su padre estaría a favor porque estaría ayudando a su hermano y él la protegería del resto de chicos.

"No quiero unirme a Valhalla ni de coña, pero si en algún momento se pelean a la ToMan, la ToMan ganará seguro y podré volver con ellos", pensó Reiko. "Pero seguro que ahora que saben que les he mentido, Mikey y Draken estarán enfadados conmigo."

La chica abrió los ojos preocupada al recordar que, lo último que sabía de Draken es que estaba tirado en el suelo, ensangrentado e inconsciente.

-Draken... - murmuró. 

Se incorporó, pero lo hizo tan rápido que se mareó.

-Ve con cuidado, que estás herida - rió Hanma. - Además, no te voy a dejar que lo veas.