DO I WANNA KNOW? 🎭 Draken (Ken Ryuguji) / Tetta Kisaki

7 🎭 Visita

Tres años antes...

Kanae era una mujer preciosa. Alta, esbelta, con el pelo negro, largo y liso hasta la cintura, los ojos verdes y la tez pálida. Desde que era menor de edad, había trabajado como prostituta y mujer de compañía en Shibuya. Después de unos cuantos años en el oficio, llegó a ser una scort de lujo. Conoció a un hombre rico que le pidió matrimonio. Ella accedió, pero aquel hombre no quería que Kanae trajese consigo a su hija de 12 años, Reiko. Por eso, decidió que se quedase con su padre. Le buscó y, cuando encontró su dirección, fue a hacerle una pequeña visita.

Daisuke abrió la puerta de su casa, encontrándose con aquella hermosa mujer de su pasado y Reiko, desconocida hasta entonces para él. Él y Kanae mantuvieron una relación fugaz y sórdida hacía años.

Era un hombre bastante alto, corpulento, con tatuajes, varias cicatrices visibles y con un cigarrillo en su mano derecha.

-¿Qué haces aquí? - Preguntó cruzándose de brazos.

-Toma - dijo dándole un pequeño empujón a Reiko para acercarlo a Daisuke. - Es tu hija, encárgate de ella.

-¿Cómo? - Preguntó sorprendido. - ¿Tuviste una hija mía y no me lo dijiste?

Reiko miró a su madre, también un poco sorprendida. Nunca le había hablado acerca de su padre, ni siquiera le dejó preguntar.

-Ya no puedo encargarme de ella, así que ejerce de padre por una vez - dijo Kanae. - Tan solo será unas semanas, así que haz el favor.

-Pero esta cría no es mi hija, yo no siento nada por ella - contestó él. - Ni la conozco.

-¿Te crees que a mí me importa? - Preguntó.

Daisuke suspiró, cogió Reiko de un hombro y la empujó dentro de la casa. Ella se giró para mirar a su madre, quien no le había dicho nada de que se iba ir, pero Kanae ya estaba de espaldas, yéndose de allí. El hombre cerró la puerta.

-¡Shuji! - Gritó de pronto.

-¿¡Qué!? - Contestó él. Estaba en otra habitación.

-Ven - le ordenó a Reiko.

La chica le siguió hasta el salón. Allí había un chico, un año mayor que ella, con el pelo negro y los ojos de color ámbar jugando videojuegos.

-Shuji, te traigo un regalo - dijo Deisuke.

-¿Qué quieres ahora, viejo? - Preguntó sin mirarle.

-Ahora tienes una hermanita - anunció. El chico paró el juego y les miró, dándose cuenta de que su padre no estaba solo. - Creo que te vendrá bien para madurar un poco. Tendrás que encargarte de ella y cuidarla, tú que eres el chico.

-Joder - suspiró. - Que los condones no son tan caros.

-Me voy a tomar algo - dijo Daisuke. - No quemes nada.

El hombre salió del salón y aquellos dos se quedaron mirándose.

-¿Cómo te llamas? - Preguntó él.

-Reiko... - murmuró.

-Yo soy Shuji - contestó. - Shuji Hanma.