DO I WANNA KNOW? 🎭 Draken (Ken Ryuguji) / Tetta Kisaki

39 🎭 Final: Despedida

Fue muy complicado contar todo, sin más mentiras y sin distorsionar nada. Poner en voz alta los errores que había cometido, los verdaderos sentimientos y los secretos que se había guardado para no ser un estorbo pero, Reiko pudo sincerarse con su padre.

Le habló sobre sus amigos de la ToMan, de cómo hicieron que se sintiese segura y en una familia. Le contó los líos en los que se había metido la pandilla y las peleas contra Moebius, Valhalla y Tenjiku. Como su padre no lo sabía, le contó porqué su hermano mayor llevaba días desaparecido y quién era Kisaki.

También le habló sobre cómo sentía la relación que tuvo con su madre, el sentimiento de abandono y de inferioridad que tenía. De cómo su amiga Emma la había ayudado pero que, sin ella, ahora se sentía indefensa.

Durante la media hora que Reiko estuvo hablando y hablando sin parar, su padre la estuvo escuchando. No la interrumpió y decidió guardarse las dudas y las contestaciones para cuando terminase, o ya para otro día.

La joven tomó otro papel, se sonó la nariz y se limpió la nariz.

-Creo que eso es todo... - murmuró.

Su padre la miró con cierta ternura. Siempre trataba de hacerse la ruda, así que tampoco estaba mal verla ser sincera por una vez. Unos segundos después, habló.

-Ya lo sabía - confesó. Reiko le miró sorprendida. Él rió.

-¿Qué sabías? - Preguntó. - ¿Todo?

-No, todo no, pero sí sabía lo de las pandillas - contestó su padre. - En la Yakuza tenemos que tenerlas todas fichadas. La Tokyo Manji se estaba haciendo muy grande y esa tal Tenjiku tenía a esos chavales tan peligrosos del reformatorio. A esos sí que los tenemos controlados.

-Ah - contestó sin salir de su asombro. - ¿Y... Y no estás enfadado? ¿Desde cuándo lo sabes?

-Un par de meses, más o menos - respondió. - ¿Tú me ves que esté enfadado? Todo lo contrario, estoy orgulloso de que mis dos hijos sean tan fuertes. 

Reiko se sonrojó y sintió cómo se quitaba un enorme peso de encima que la había atormentado durante años.

-Pero siento todo lo que ha pasado con tus amigos y con Shuji - contestó su padre. - Espero que vuelva pronto.

La joven bajó la mirada a sus manos, donde tenía los mismos tatuajes que su hermano menor.

-Y yo - sollozó rompiendo a llorar de nuevo.

Su padre se acercó a ella y la abrazó.

-Si hubiese sido más responsable, no le habría dado tanta autoridad a Shuji sobre ti... - murmuró. - Pensé que él, al ser más cercano a ti, tomaría mejores decisiones, pero me equivoqué. Lo siento. 

-Gracias, papá - sonrió abrazándole.

-Y sobre lo que sientes hacia tu madre... Era un perra estúpida - respondió. - Si te parecieses más a ella, serías insoportable. A mí y a tus amigos nos gusta cómo eres, Reiko, no trates de cambiar por alguien que no está.

-Pero tú siempre dices que tendría que ser una buena esposa y ama de casa, femenina y delicada - dijo Reiko.

-Yo solo quiero que seas una buena mujer, una buena persona - contestó mirándola. - Yo creo que una mujer debe amar a su marido, cocinar, limpiar, críar a sus hijos y esas cosas. Un hombre debería tener un buen trabajo, llevar el dinero a casa y serle fiel a su esposa. Yo no soy esa clase de hombre, así que no tengo derecho a obligarte a ser de ninguna forma. Además, esas son mis creencias, no las tuyas. Lo único que te pido es que seas como creas que debes de ser, no como tu madre.