Che arrojó con fuerza la puerta de su habitación y enterró el rostro en su cama. No quería seguir llorando, pero no podía detenerse. Por un momento había pensando que Kim era el correcto, que si no lo amaba al menos lo quería lo suficiente para intentar algo.
Ahora solo se sentía como un juguete, algo con lo que te diviertes un momento y lo dejas al siguiente porque ya no resulta entretenido.
—¡Che! —No se volvió para ver a su hermano, no quería que viese su rostro rojo e hinchado por el llanto—. ¡Recoge tus cosas! ¡Nos vamos a casa, ahora!
No tenía fuerzas para preguntar que pasaba, probablemente Porsche tampoco fuese a decirle. Últimamente todos controlaban el flujo de información que llegaba a oídos de Che, ninguno creía que merecía saber la verdad. ¿Entonces, por qué se molestaría en buscarla cuando sólo saldría herido?
Se levantó de la cama y tomó las maletas que no se había preocupado por desempacar. Reunió sus cosas en un montón sobre la cama.
—¡Me niego a que te vayas! ¡Se supone que yo me encargaría de ti!
Khun entró en la habitación como un huracan despotricando contra todos. Arm y Pol venían detrás tratando de calmarlo. Che se sentó en la cama y lo observó mientras arrojaba sus cosas a los guardaespaldas para que las escondieran.
—Podrás ir a casa a verme. No es tan cómodo como aquí pero podemos ver películas, y series.
—¿Che, en serio estás triste por irte?
—Mmm.
Mentir era mejor que decirle a Khun la verdad. Se dejó abrazar por él y sonrió ante sus promesas de visita. La verdad es que estaba feliz con la decisión de Porsche, esa era la casa de Kim y por ende en algún momento tendría que toparse con él allí. No era lo que necesitaba tan pronto.
Entendió que, después de todo, la relación con su hermano si estaba rota en algunos aspectos. Antes no hubiese dudado en decirle porque se sentía tan mal, porque se alegraba de su decisión... ahora, ni siquiera veía a Porsche como un confidente. Prefería seguir excusándose que su alejamiento se debía a todos los problemas de su hermano, y no que ya no le tenía la suficiente confianza para contarle sus cosas.
—Porsche tiene mi custodia. A donde él quiera ir, yo tengo que seguirlo. Y aunque no fuese así, no podría dejar a mi hermano aunque quisiera.
Era cierto. Aunque ya no le confiara su intimidad a Porsche, no estaba dispuesto a dejas ir al único miembro de su familia que le quedaba, la persona que lo amaba de forma incondicional.
—¿Vas a dejarla?
Pol señaló una de las guitarras, la que Kim le había dado. Estaba apoyada en una esquina junto a la ventana, acumulando polvo desde el secuestro.
—Sí.
—¡Excelente! ¡Así tendrás una excusa por la que volver! —Khun se acercó a ella y entrecerró los ojos confundido—. Me resulta conocida. ¿Por qué me resulta conocida?
Che no esperó para escuchar la respuesta. Tenía que salir de ahí antes de acabar llorando de nuevo. Bajaron en el ascensor hasta la planta principal. Afuera ya estaba Porsche con Kinn.
—¿Te iras con ellos? —preguntó Khun.
—Sí.
—¿A caso te has vuelto loco?
—No. Entiendo porqué papá hace las cosas, pero esto ya ha llegado demasiado lejos. Necesito tiempo para pensar.
—Kinn... —Khun llevó a su hermano un poco más lejos de donde se encontraba con Che, a pesar de ello pudo escuchar la conversación— ¿No estas pensando en renunciar, verdad?
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MAFIA LOVER (Kimporchay/jeffbarcode )
FanfictionKim Theerapanyakul es conocido por su frialdad, es el único de sus hermanos que no se deja llevar por sus sentimientos. Ha pasado casi toda su vida alejado de la familia Principal por los problemas con su padre, pero cuando un nuevo guardaespaldas l...