MAFIA LOVER (Kimporchay/jeffbarcode )

Capítulo IV

La primera fotografía había sido una broma. Kim no dejaba de molestarlo por las poses que hacía en ellas, así que Che escribió un simple "Te extraño" en un reverso y se la dio.

—Si insistes en seguir tomándolas y metiéndote conmigo por ellas, voy a dartelas todas.

—Pareces una ardilla cachetona.

Che empujó su hombro y siguió caminando. Habían estado todo el día practicando, así que habían hecho una pausa para comer. Kim se ofreció a llevarlo a un restaurante que le gustaba, y que no estaba muy lejos de la sala de música.

—¿Para quién es la comida extra? —preguntó Che extrañado ante la orden para llevar que reposaba sobre la mesa.

—Para Jum, se ofreció a hacer unos de mis trabajos a cambio de esto. —Kim no vio como Che rodaba los ojos por estar tecleando en el teléfono.

—Eres un buen músico —dijo—, pero eres demasiado irresponsable con los estudios.

—No eres el primero en decirlo. Cuando era más joven debían ir detrás de mí para esas cosas.

—Ahora haces que los demás hagan lo que te toca.

—Son ventajas que tengo.

—¿Por ser insufrible?

—Por ser increíblemente hermoso. —Che rodó los ojos y continuo moviendo su comida, Kim no estaba contento con lo dicho así que comenzó a tocar su rostro recordándole que Che era uno de esos que pensaban que tenía una belleza inigualable.

—No lo uses en mi contra. Tú y tu cara bonita pueden concentrarse en cosas más productivas que molestarme, como estudiar por ejemplo.

—No todos podemos ser como tú. Alumnos tan aplicados que dan repelús.

—Mi caso es distinto.

Y lo era. Che no podía permitirse tener malas notas, su hermano pagaba una fortuna para que fuera a ese colegio. Le estaba entregando todo lo que tenía, y no podía pagarle haciendo estupideces.

Porsche siempre ha batallado para que Che entre a una buena universidad, que pueda forjarse un futuro más brillante del que le esperaba a él. Algún día ambos hermanos podrían recoger los frutos de su esfuerzo.

—¿Qué piensa tu hermano sobre la facultad a la que estás aplicando?

—No hemos hablado mucho sobre ello. Los últimos meses han sido agitados, pero confía en mí talento. Más de lo que lo hago yo. Posche solo quiere que tenga la oportunidad de tener una buena vida, y si es haciendo lo que amo, entonces está bien para él.

—Es un buen hermano.

—Por lo tanto, nada objetivo.

—Puedes confiar en mi palabra, entonces. Tienes talento, Che. No puedes desperdiciarlo. Sé que pasadas todas las pruebas, la más difícil es la primera. Pero una vez demuestres tus actitudes, el camino ya está despejado.

Che sonrió. Tomó otra de las fotografías que había impreso y escribió rápidamente un mensaje en ella. "Quiero abrazarte".

—Gracias, Kim.

—Puedes hacerlo, si es lo que quieres.

—¿Qué cosa?

Levantó la fotografía. Che tragó su vergüenza y se movió en el asiento para abrazar a Kim, todo se sentía diferente entre el hueco de sus brazos.  Era como volver a un lugar en el que te sentías protegido, como en casa.

Che suspiró soltando a Kim, bajó la cabeza avergonzado y siguió comiendo. En los últimos días había visto una versión de Kim que le gustaba más. Estaba más relajado a su alrededor, no parecía a punto de escapar en cada oportunidad e incluso había sido víctima de sus bromas. Jamás imaginó que  pudiese haber una versión así de él.