Capítulo XXXIV

2.1K 276 40
                                    

—Jamás me gustó la atención que ponías en Che, padre. Y mucho menos después de enterarme a que se debía. —Kim se rascó el entrecejo con frustración—. No es tu hijo, y lo sabías muy bien. Supongo que tu afán se debía a que querías tener un recuerdo de esa noche, la noche que violaste a su madre. Tu hermana.

Che estaba tan perturbado por la idea de ser hijo de Korn, que sin importar cuántas veces Honey aseguró que no era así, obligó a Kim a que realizarán pruebas entre ellos. Y justo como ambos esperaban, no había ninguna coincidencia genética.

—Cass es bueno en lo que hace, y agradezco que haya sido él quien lo cuidara mientras tú estabas al mando. Pero era demasiado cercano a ti. Y estoy seguro de que todo este tiempo no ha hecho más que pasar información a Agon.

Kim sirvió el té e intentó darle un poco a su padre, pero este había
aprendido la lección y sólo movió la cabeza al otro lado sin devolverle la mirada.

—No tienes que preocuparte porque te envenene, ese no es mi estilo. Pero Che quería darte un poco de tu propia medicina. Supongo que no se siente lindo estar ta confundido, n saber que es real y que no.

Kim negó con la cabeza y bebió de su taza con tranquilidad. En ese momento guardó la mirada de odio que le daba su padre para recordar, recordar todo el daño que les había hecho y como lo Estaría pagando el resto de su vida.

—Con Chan de nuestro lado, tú estabas perdido. El rey no sobrevive mucho tiempo sin su reina, es una lección que el ajedrez me ha enseñado. Y si tan solo no hubieses sido tan confiado, si no hubieses creído que tenías todo el poder sobre nosotros, tal vez podrías haber aprovechado esa poca posibilidad para ganar.

*

Kim se negababa participar en la batalla abiertamente, y no dejaría a Che acercarse a ella. Ambos observaron la llegada de Vegas y sus guardias desde la seguridad de su habitación. El vidrio de la ventana se empañaba con sus respiraciones y a medida que la situación avanzaba el frío descendía en la estancia.

Kim era el hermano menor estúpido y egocéntrico, no tenía nada que hacer en un enfrentamiento abierto entre Vegas y Kinn. Porque esa era la jugada que ellos habían planeado.

Vegas llegaría con toda su pompa y teatralidad a exigir venganza por su padre muerto, lo que llevaría a Kinn a atacar y Porsche a estar de su lado.

—Ya no aguanto más. Voy a ir a ver.

Che salió del piso con rapidez, Kim le pisaba los talones. En medio del pasillo se econtraron con uno de los guardias de su padre. Kim levantó el arma y disparó sin pensarlo, si les era leal a ellos o no, no era momento para detenerse a averiguarlo.

Por su espalda se acercaba otro de subordinado, dispuesto a vengar a su compañero caído. Kim tardó en reaccionar, pero Che fue más rápido. Y en un moviento que apenas pudo percibir, había sacado el cuchillo que Kim guardaba en su cintura y apañaló al guardia.

En el pasillo solo se escuchaba la respiración agitada de Che, sus manos temblorosas estaban llenas de sangre que goteaba contra las blanquecina alfombra que adornaba el suelo.

Kim no sabía que estaba pensando, pero podía darse una idea. Che acaba de matar a un hombre, de nuevo. Y ni siquiera estaba entre sus más grande preocupaciones.

Con una respiración profunda, Che bajó el cuchillo y se encaminó hacia el área de la casa que pertenecía a Korn. Ya todos estarían ahí, solo faltaban ellos para que el espectáculo empezará.

*

—Confiaste demasiado en tener a Porsche en tu poder. Si tan solo hubieras podido ver tu cara, esa sonrisa cínica que te aportaba confianza solo porque estabas junto a Porsche y Kinn, tus favoritos, tus eternos protegidos.

MAFIA LOVER (Kimporchay/jeffbarcode ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora