MAFIA LOVER (Kimporchay/jeffbarcode )

Capítulo XIV

Nota: ¡Hola a todos! Muchas gracias por leer. Ayer tuve un problema con el capítulo XIII pero ya está bien y pueden leerlo. Doble capítulo hoy.

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Che golpeó la pared hasta que se sintió mejor. Fue con sus amigos y se disculpó, Nam estaba enojado con Kim y no dejaba de despotricar contra él. Che permaneció en silencio hasta que se despidió , tenía que irse dde ahí.

—¿Volverás solo?

—Sí. Necesito caminar. Estaré bien.

Al salir del club Kim estaba de pie junto a su auto fumando. Knut estaba solo unos metros de distancia, cuando había visto al guardaespaldas en la universidad pensó que Kim estaba cerca así que huyó, pero ahora que lo veía fuera del club en un auto completamente diferente comienza a entender su papel en todo eso.

—¿Hace cuanto estás siguiéndome? —preguntó iracundo.

Knut desvío la vista hacia su jefe. Kim arrojó la colilla al suelo y abrió la puerta del copiloto.

—Sube —ordenó.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué no fuiste tú el que acaba de decir que lo que sucediera sería mi problema?

—Estaba enojado. Solo sube al auto y hablemos, por favor. —Kim perdió la paciencia al ver que no estaba dispuesto a moverse—. ¡Che, sube al auto!

Che se dio la vuelta y comenzó a caminar. Kim podía seguirlo toda la noche si le parecía, no le importaba. Estaba enfadado porque después de todo lo que hizo ni siquiera fue capaz de mantenerse lejos, tuvo que enviar a su perro faldero a que lo siguiera.

—¿Por qué tienes que ser tan terco? ¡Solo sube al auto!

—Noticia de último minuto, Kim. No eres mi jefe, no tienes porque ordenarme nada. No tengo porque subir a tu auto, y no tengo porque ir a ningún lado contigo.

—No hagas las cosas más difíciles.

—¿Yo las hago así? —susurró con una risa atorada en la garganta.

—Por favor déjame llevarte a casa.

Che tragó la acumulación de saliva en su boca y dio dos pasos para acercarse a Kim, no sabía de dónde había surgido toda esa fuerza de voluntad. Hasta esa misma mañana cuando pensaba en Kim creía que se tiraría a llorar a sus pies, pero ahora entendía que jamás había sido esa clase de persona. Se parecía demasiado a su hermano para hacer algo así.

—Subiré a tu auto. Me llevaras a casa, y luego desaparecerás de mi vida.

Che caminó de regreso al auto con Kim siguiéndolo de cerca. Después de arrancar, Che vio como el auto de Knut los seguía a una distancia prudente.

—¿Por qué le pediste a Knut que me siguiera?

—Acaban de secuestrarte, Che. No puedes ir por ahí sin pensar en las consecuencias.

—Mmm. Deberías dejar de fingir, Kim. Ya me resulta fastidioso. —Kim no dijo nada, Che esperaba que se volviera para verlo pero no lo hizo—. ¿Por qué lo hiciste, por qué yo?

—Necesitaba averiguar la conexión de Porsche con mi familia. Pensé que había sido enviado por la familia menor para espiarnos, desde que él llegó no paran de pasarle cosas a mi hermano.

—¡Mi hermano no tuvo nada que ver con eso, ni tampoco tiene ninguna conexión con la familia menor!

—Ahora lo sé, Che. —Ya era un poco tarde para eso, sin duda. Los errores ya habían sido cometidos y estaban expuestos frente a ellos, después de unos minutos de silencio, Kim dijo—: Sé que estás enfadado pero no por eso tienes que desperdiciar tu oportunidad para ir a la universidad.