MAFIA LOVER (Kimporchay/jeffbarcode )

Capítulo XXII

Che llevaba media hora esperando en el pasillo que daba a la oficina de su hermano. No le gustaba mucho estar en la residencia de la segunda familia, pero debía estar ahí porque todos no paraban de decirle que era bueno para la moral de la división.

Todos esos hombres estaban acostumbrados a una dinámica muy diferente bajo el liderazgo de la segunda familia, Porsche no quería que eso cambiará. Quería ganarse su confianza y para ello necesitaba mantener viva algunas de sus tradiciones.

—Vegas está enojado con Pete.

—¿Por qué?

—Korn fue a verlo al hospital, les dijo que debíamos quedarnos aquí a partir de ahora. Esta es nuestra casa y no sé qué más idioteces salieron de la boca del viejo.

Macao rodó los ojos y se apoyó en la pared con los brazos cruzados. Odiaba, casi tanto como Vegas, estar bajo la protección de Korn.

—¿Y qué tiene que ver Pete con eso?

—Acepto. Y Vegas no quería quedarse aquí, ahora va a tener que hacerlo. Sin mencionar que también sugirió que debía aceptar la propuesta de Kinn y trabajar en conjunto con Porsche.

Che estaba sorprendido. Kim había influido en muchas de esas decisiones, siempre desde la sombra y haciendo creer a los demás que eran ideas de ellos y no de él. Mantenía su tapadera como el hijo irresponsable y psicótico sin que los otros se dieran cuenta de lo que realmente hacía por la familia.

Era sorprendente, y muy retorcido.

—Pete sólo quiere lo mejor para ustedes.

Sin mencionar que él sabía mejor que nadie como trabajaban ambas familias, y Che estaba seguro que lo último que Pete quería era tener a los Theerapanyakul detrás de Vegas. Es mejor unirse al enemigo, aunque tengas que apuñalarlo por la espalda después.

—Ven aquí. Mira esto.

Macao lo guió hasta una de las ventanas, Vegas y Pete estaban en el jardín.

—Es asquerosamente lindo. Jamás había visto a mi hermano así.

Che debía admitir que sólo conocía la reputación de Vegas, y eso dejaba mucho que desear. Pero verlo con Pete en el jardín haciendo algo tan mundano como comiendo, tomándose de las manos por debajo de la mesa y riéndose era algo digno de ver. Desde donde estaban, Vegas parecía más bien frágil, y no un asesino psicópata. Por primera vez desde que lo había conocido, Vegas aparentaba la edad que tenía. Se veía justo como un muchacho, no mucho mayor que Che y Macao. Alguien a quien la vida le había exigido demasiado y comenzaba a devolverle un poco de felicidad.

—Duele lo que Korn  le hizo a papá. Pero no podemos evitar sentirnos aliviados por su ausencia. Creo que Vegas también se siente un poco culpable por esa sensación. No podemos elegir a nuestros padres, o nuestra familia, sin importar lo que pase seguirán siendo parte de nosotros.

Macao puso una sonrisa que trataba de aparentar felicidad y se marchó. Unos minutos después lo vio aparecer por el jardín para ir a molestar a Vegas, era como ver a una familia muy bien consolidada a pesar del poco tiempo que llevaban juntos. Macao actuaba como un niño pequeño cada vez que estaba cerca de su hermano, sabía que si este intentaba ponerle preparo, Pete se pondría de su parte y en cierta medida disfrutaba de esas pequeñas riñas.

El sonido de su celular despertó a Che de sus pensamientos. Kim estaba llamando por cuarta vez en el día para preguntar si ya había hablado con Porsche sobre el viaje.

—Ha estado ocupado todo el día. En cuanto tenga algo de tiempo hablaré con él.

—Debes darte prisa.