Prólogo.

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Dark Life.

Anne Gago.

A Catherine, gracias por soportarme mientras hablaba de esto.


                  

Prólogo.

— ¡Amy, ven, te perderás de la diversión! —mi mejor amiga me gritó desde el otro lado de la calle.

Lillya Campbell. De mi edad, cinco años para ser exactos, una pequeña niña de ojos grandes de un color avellana, y su cabello castaño que colgaba suavemente por encima de sus hombros, y yo, bueno, mi cabello es también de un castaño se podría decir, y mis ojos de un azul como el cielo, o al menos eso siempre me dice mi mamá, es por eso que me encanta el color azul. Lillya y yo nos tratamos como hermanas prácticamente, todos los días jugamos y nos divertimos, nunca nos perdemos un día de nuestra diversión. Siempre jugamos a ser las súper heroínas de la calle de donde vivimos, y nuestro amigo, Mike Turner, es un par de años mayor que nosotras. De ojos casi parecidos a los de Lil, pero con un tono de cabello rubio. Nosotras decimos que es nuestro jefe —sólo por ser mayor a nosotras—, él nos manda y nos dice a quién debemos ayudar y salvar. Aunque en estos días, han sido un poco raros, ya que la familia de Mike, no lo ha dejado salir mucho a salvar el mundo con nosotras.

— ¡Voy contigo Lil! —le grité de regreso.

Corrí con ella hacia el otro lado de la calle y me sonrió mostrando su reluciente dentadura  blanca.

—Espera aquí, revisaré si la calle está segura para que podamos ir a rescatar a Mike. ¿De acuerdo? —me tomó de los hombros y me miró directo a los ojos.

—Bien, yo vigilaré todo el perímetro —no sé lo que significa eso, pero lo dicen en las películas.

Está bien, no tardaré —sonrió y se dirigió a la casa de nuestro mejor amigo Mike.

Ya he revisado las calles por al menos diez veces, y me subí al árbol que está en frente de la casa de los Thompson por unas manzanas para Lil y yo. Pero ella no ha regresado en todo ese largo lapso de tiempo. Espero que los malos no hayan atacado a ella y a Mike cuando yo no estaba aquí. En cuanto voy a pensar en mis otras opciones para ir corriendo por nuestros walkie talkies, veo a lo lejos a Lilly con la cabeza baja y corro hacia ella en cuestión de segundos.

— ¿Lilly? ¿Dónde está el jefe? —le pregunté preocupada y la tomé de los hombros. Lil levantó la vista y tenía los ojos rojos llenos de lágrimas y me abrazó tomándome un poco desprevenida.

— ¡Lilly! ¡¿Qué pasa?! —la abrace más fuerte.

—No, no, no..., —la escuché murmurar.

— ¿Qué pasa Lil? Me estas asustando —se aparó  de mi abrazo y me miró directo a los ojos, también soy yo la que estaba llorando. Con ella.

—Mike... Ellos... No —tartamudeó y lloró aún más.

— ¿Mike? ¿Qué le paso? ¿De qué hablas Lil? —me estaba angustiando.

—No... —negó con la cabeza —. ¡No! —se soltó de mi agarre a sus hombros y salió corriendo en dirección a su casa.

Grité su nombre pero no dio vuelta atrás, abrió la puerta de su casa, y la cerró con fuerza antes de que yo pudiera llegar a ella.

— ¡Lillya abre la puerta! ¡Por favor! —estaba en un mar de lágrimas.

No sé qué le sucedió a Mike. ¿Nuestro mejor amigo le dijo algo hiriente a Lillya? Nosotros no nos portamos así, sabemos las consecuencias y nosotros juramos ayudar al que lo necesitara, y no pelear entre nosotros. Cuando estaba a punto de ir en busca de Mike, choqué con algo, alguien.

Dark Life [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora