Capítulo 2

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Capítulo 2.

Mike, Lillya y yo subimos al Tren y nos tomamos de los fríos tubos para no caernos y éste avanza con velocidad ya que está controlado por los Drods. Todo está bajo su control de hecho.

—Hoy es mi cumpleaños —le susurro a Mike y me sonríe de oreja a oreja.

—Lo sé, Lil te dio el panecillo más grande —suelto una carcajada antes de contestar y pongo los ojos en blanco.

—Gracias.

—De nada, sólo procura no decirlo en público como hace un año —Mike baja la mirada y yo cierro un momento los ojos.

—De acuerdo —suspiro y veo a Lilly sonreír cuando abro de nuevo los ojos.

Pasa una hora para llegar hasta la siguiente casa. Somos los que vivimos más lejos y las siguientes casas están como a tres kilómetros de la nuestra. El Tren se detiene, por tercera vez para que los demás suban, y pongo los ojos en blanco cuando observo que aquí vienen los mejores del Área del Entrenamiento. O mejor dicho, los más idiotas.

Tanner Winston y Seth Harrison.

— ¡Buenos días imbéciles! —grita Tanner levantando sus brazos pero nadie lo mira. Excepto yo, claro está— ¡¿Listos para ser humillados?!

Nadie lo mira, hasta que centra su atención en mí y retiro la mirada de inmediato. Mierda. Sé que me ha descubierto viéndolo, así que los latidos de mi corazón se aceleran poco a poco, no le tengo miedo a Tanner, sin embargo su presencia me pone nerviosa. Se acerca a mí, me toma de la cintura y siento su aliento olor a tabaco en mi cuello.

—Hola Rose.

No lo miro, sólo tenso la mandíbula y muerdo el interior de mi mejilla, y me sostengo lo más fuerte a los tubos del Tren hasta que observo por el rabillo del ojo mis nudillos ponerse blancos. Doy gracias de que no hay un conductor, me daría vergüenza.

—Hoy es un día maravilloso ¿no lo crees?

—No..., —al fin le contesto pero continúo sin mirarlo.

—Hoy es tu cumpleaños ¿cierto? —no le contesto y miro de reojo a Mike, que sus nudillos están blancos por su agarre a los tubos justo como los míos, sé que está conteniéndose de darle un golpe a Tanner, pero sabe que no puede.

—Vamos Amy, ¿no recuerdas lo de hace un año, heroína? —me dice con burla.

Sigo sin mirarlo y paso la bilis que se ha acumulado en mi garganta. Me toma bruscamente de mi cabello sujetado para que lo mire a los ojos, en ese momento Mike deja su agarre a los tubos del Tren y nos mira pero se detiene por la mirada asesina de Tanner.

— ¿Quieres que haga recordártelo? —Tanner se dirige a mí mirándome a los ojos y lo veo sonreír.

—Vete a la mierda —mi respiración está demasiado fuerte.

—No hables así cariño —Tanner sonríe ampliamente y cierro los ojos.

—Tanner..., —Mike lo llama en tono de advertencia para que me deje ir.

— ¡No te metas en esto Turner! —Tanner le grita mirándolo y en ese momento, lo tomo desprevenido de su muñeca y empiezo a doblarla lo más que puedo mientras Tanner grita por el dolor.

— ¡Amy! —Mike me grita para que lo suelte pero no obedezco.

— ¡Amy! —ésta vez, me grita Lil.

La miro, y Tanner aprovecha mi distracción, me voltea y me tira al suelo del Tren, mi respiración se corta unos segundos por el repentino golpe en contra mi espalda y trato de levantarme, pero no puedo.

— ¿Te crees muy fuerte, cierto Rose? —Tanner sonríe sobándose su brazo lastimado.

Le doy una patada entre sus piernas y también cae, me pongo encima de él y comienzo a golpearlo en la cara sin detenerme ni un segundo.

Lo golpeo sacando todo mi coraje en él.

— ¡Amy, espera hasta el entrenamiento! —Mike me grita.

— ¡¿Por qué esperar?! —le contesto aun golpeando a Tanner, que ahora trata de quitarse de mí pero se lo impido dándole otro golpe en su cara de imbécil. Tomo de su cabello castaño con ambas manos y golpeo su cráneo contra el piso. En ese momento, siento los brazos de Mike tomarme de la cintura para detenerme y me levanta.

— ¡¿Quieres calmarte?! —me grita en la cara tomándome por los hombros.

Suspiro derrotada y asiento, veo a Tanner en el suelo que está ahora levantándose.

—Te veré en el Entrenamiento, Owen —Tanner me advierte señalándome y suspira ruidosamente.

—Debes dejar de comportarte así Amy, y mucho menos con Tanner —me dice Lil, negando suavemente con la cabeza.

—Es un imbécil —subo el tono de mi voz para que me escuche Tanner.

—Basta, cálmate de una vez Rose. Recuerda que no podemos hacer esto en público —me recuerda Mike, sobándome el hombro.

—Bien —digo y me tomo de los tubos de metal de nuevo. Veo mis nudillos sangrar y suspiro.

Por un momento, sentí que el tiempo se detuvo, pero no fue así.


Dark Life [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora