Dark Life [Sin Editar]

Capítulo 31

Capítulo 31.

1/3✌❤

-¡Mike!- Trato de tomar su brazo para que me mire, pero es imposible, sigue ignorándome.

-¡Mike, Lilly! ¡¿A dónde vamos?!- Seguimos corriendo pero no me contestan. Ellos van por delante de mí, pero Lilly me toma del brazo rápidamente para evitar que me detenga.

-¡Lilly!- Jalo su brazo para que me mire o algo, estoy llorando por la desesperación de una respuesta pero no hay ninguna por parte de mis mejores amigos.

Corremos hasta el final de una calle que no logro reconocer por la oscuridad de la noche. La luz de la luna no consigue ayudarnos, sólo sirve para iluminar los rostros de mis amigos y puedo notar que están llorando. Giramos en una casa y veo a lo lejos la salida del conocido vecindario, algunas casas que he visto mientras corríamos estaban quemándose y se escuchaban gritos, las sirenas de los autos de policía, y los bomberos. Ha comenzado a llover pero no disminuye el fuego de las casas. Las calles están muy oscuras que me he tropezado un par de veces pero Lil me levanta para seguir corriendo, me da miedo la oscuridad durante la noche.

-¡Lilly tengo miedo!- Le grito a mi amiga pero no me contesta. La ropa y las mochilas de Lilly y Mike están empapadas por la lluvia y creo que yo también. Lilly me mira de reojo y puedo notar que también está llorando.

-Saldremos por aquí, después esperaremos para que vengan por nosotros.- Habla Mike, su voz suena entrecortada y también llora pero se limpia sus lágrimas rápidamente con la manga de su playera azul del "Capitán América", él le encanta ese personaje, nos ha dicho a Lil y a mí que le gusta cómo pone el orden entre los compañeros, cómo actúa siendo el líder, y Mike quiere ser como él cuando crezca.

-¡¿Entendieron?!- Mike nos grita pero su voz rompe en llanto de nuevo y me saca de mis pensamientos.

-¡¿Mike, qué está sucediendo?!- Le grito pero las lágrimas se mezclan con la lluvia y me es imposible ver con claridad pero mi amigo sigue sin responder.

-¡¿A quién debemos esperar?!- Vuelvo a gritar a cualquiera de los dos que me escuche y miro el cielo negro.

-¡Vienen por nosotros, Rose!- Me contesta gritando Mike y Lilly llora aún más.- ¡No podemos hacer otra cosa, Amy! ¡Vendrán por nosotros sí no nos damos prisa!

-Pero... ¡¿Quiénes, Mike?! ¡¿Quiénes vendrán?!- Le grito llorando mientras Lil se va corriendo hacia la dirección que Mike señaló.

-¡¡Los Drods!!.. ¡Ahora tenemos que irnos! ¡Están buscando a cualquiera que esté a su paso! ¡Nos atraparán sí nos encuentran corriendo en medio de la noche!- Mike me toma del brazo y continuamos corriendo.

-¡¿Pero por qué huir?!- Corro a su lado mientras me toma fuertemente del brazo pero ignoro el ligero dolor que me provoca para poder enfocarme en lo que me dice y seguir corriendo.

-¡Nos atraparán!- Contesta mirando el camino y al fin estamos a unos metros de distancia de Lilly que nos espera en la salida del vecindario.

-¡Mike, quiero regresar!- No me escucha y ni siquiera me mira. Vuelvo a gritarle pero sigue sin responder y continuamos corriendo para alcanzar a Lilly. Escucho un fuerte sonido detrás de nosotros que nos hace caer a ambos y a Lil a lo lejos. Quizá fue una explosión para quemar otra casa o algún auto.

Mi vista comienza a ponerse borrosa y no puedo moverme. Siento a alguien muy fuerte tomarme por mis brazos bruscamente lastimándome y grito. Grito alto el nombre de mis amigos y otro nombre que no comprendo, no entiendo por qué lo llamo, grito el nombre del desconocido y no sé por qué lo grito, ni siquiera entiendo mis palabras al nombrarlo. No sé quién es la persona que llamo.

Pero grito el incomprensible nombre con todo lo que puedo cuando siento que me toman por debajo de mis hombros hiriéndome y sus grandes manos son tan frías como el metal.

-¡Amy!- Alguien me toma por mis hombros y grito por inercia después de ese sueño.

¿Sueño? Fue solamente un sueño.

No, fue un recuerdo cuando yo era niña.

Ese recuerdo...

-¡Amy deja de gritar, por favor! ¡Soy yo, Nathan! ¡¿Estás bien?!- La voz de Nathan resuena en mis oídos y trato de calmarme. Dejo de gritar en el instante en que me su agarre en mis hombros se suaviza y me mira a los ojos. Se ven de preocupación.

Asiento débilmente y es cuando me doy cuenta de que estoy llorando.

-Está bien, Amy. Está bien. Sólo fue una pesadilla.- Corta el espacio que hay entre nosotros y me abraza, soba mi espalda suavemente y lloro en su pecho.

-¿Estás bien, cierto?- Nathan vuelve a preguntarme.

-No, no lo estoy.- Logro contestar con sinceridad. Sollozo en su pecho y me abraza más fuerte.

Nunca me había pasado esto.

¿Por qué ahora?

¿Por qué recordar lo que pasó hace unos años, ahora?

-Tranquila Amy, estarás bien. No llores por favor. ¿Quieres, que te haga compañía?- Me pregunta bajando un poco la voz y asiento confirmando sin pensarlo dos veces.

...

Despierto al sentir que todo mi cuerpo está apretado y entumecido. Estiro un poco los brazos cuando siento a alguien al lado de mí.

Nathan.

Anoche, después de la pesadilla, Nathan me acompañó a dormir, no quería estar sola después de haber tenido un maldito recuerdo de mi infancia. Mi cama es pequeña e incómoda, y Nathan insistió en dormir divididos con una almohada y acepté. Y aquí estamos, sólo que tengo mucho calor.

Nathan está a un lado de mí que hace que mi cuerpo se ponga rígido y mi corazón se acelera en segundos. Suspiro, cierro de nuevos los ojos y trato de pensar.

¿Será buena idea irme con Nathan?

¿Podre ayudar a más de dos chicos?

Mis mejores amigos. Que han estado ahí para mí desde hace años. Y ahora es mi turno. Necesito ayudarlos.

Sarah puede joderse.

Voy a ayudarlos por que me necesitan más que nada, y yo los necesito.

Necesito la ayuda de él.

Los ayudaré.

Estoy nerviosa por decirle.

Pero, ¿por qué?

Es sólo Nathan, un amigo al que voy a ayudar y a los demás, ayudando a mis amigos.

Puedo hacerlo.

Y lo haré.

Me levanto de mi cama despacio, procurando no despertar a Nathan. Salgo de mi cama y entro al baño a toda prisa para cambiarme. Me pongo mis jeans negros, una camiseta negra holgada, me pongo mis calcetines, lavo mi cara y salgo del baño. Cierro suavemente la puerta y antes de salir de la habitación observo un momento a Nathan. Se ve tranquilo al dormir y tiene una ligera sonrisa en sus labios, espero que esté dormido todavía.

Salgo del pasillo y me dirijo a la cocina, es mi turno de preparar algo para Nathan.

Abro el refrigerador y encuentro huevos, una botella de jugo de naranja y un poco de tocino que trajó Nathan. No es lo que esperaba ver ahora mismo.

Hago lo que no quería pero el resultado quedó mejor de lo que imaginé. Los huevos con tocino quedaron perfectos. ¿Es por que estoy ansiosa? ¿Decidida? Tal vez ambas.

Suspiro y sirvo el desayuno en unos platos que encontré dentro de las alacenas de la cocina. Mientras decoro la mesa lo mejor que pueda, levanto la mirada y veo a Nathan de pie en el pasillo observándome y veo una pequeña sonrisa en sus labios.