Capítulo 17.
Han pasado apenas dos días desde que empecé con los Entrenamientos privados. Dos malditos días. Todo aquí es tan diferente, y tan difícil. Odio este entrenamiento, es muy estresante y me canso demasiado, las piernas me duelen por el entrenamiento de ayer. No suele ser como los del Área. La caminadora que me asignó Sarah cada vez es más rápida, y tuve que hacer un poco más de esfuerzo del que ya hago.
El segundo día hice un poco de entrenamiento, así que no hubo problema, pero el tercer día, ayer, parece que Sarah no me vio sufriendo por los ejercicios de ayer, me hizo usar casi todo los malditos instrumentos que estaban ahí.
La comida no ha cambiado nada, la estúpida banana y la diminuta botella de agua.Estoy muy cansada. Le advertí a Sarah que sea paciente en este tipo de entrenamientos sí quieren estudiarme, pero al parecer no lo entiende. Quiere cansarme y lo está consiguiendo, pero no debo de mostrarme débil, aunque eso pasó en el primer día de entrenamiento.
Acabo de despertarme con un dolor de cabeza insoportable, y quiero seguir durmiendo, hasta que escucho unos ruidos y levanto la mirada, ya que estoy en el suelo, no quise dormir en la estúpida cama que me asignó Sarah, pero al parecer no fui la única, a las demás celdas les asignó una; un grupo de Drods están en frente de mi celda y uno de ellos, el que se ubica en el centro trae una caja, suspiro y sé que me darán de comer. Maldición, no soy un animal para este tipo de tratos, nadie lo es en realidad.
Abren sólo un pequeño cuadro de cristal que es de la celda, donde entra perfectamente la caja gris y la dejan en el suelo y se retiran de inmediato, sin proporcionarme nada de información sobre el Entrenamiento privado de esta tarde, ¿o mañana quizá? Eso creo.
No recuerdo haber despertado o dormido. Todo esto es muy confuso y agotador. Por lo menos debería Sarah poner un reloj en cada maldita celda para saber la hora y no tratar de adivinarla. Pongo los ojos en blanco y tomo la pequeña caja en mis manos ya sanas, la abro y es una botella de jugo de naranja, ésta vez es diferente, y una banana, me alimento con esto porque no tengo otra opción y no tengo porqué ser exigente, tal vez, si puedo ser buena en esto, pueda ver a Lil y a Mike. Sólo me importan ellos, nada más.
Al terminar el desayuno, sé lo que viene después, así que me apoyo en la pared de cristal con las piernas estiradas y trato de descansar un poco más, el jugo y la banana me han ayudado un poco en mi dolor de cabeza, y es un poco menos doloroso. Cierro mis ojos e inspiro lentamente para ganar algunas fuerzas, los ejercicios que me ha puesto Sarah son demasiado agotadores.
Vuelvo a abrir los ojos, después de unos cuantos minutos de relajarme, aunque sigo un poco tensa, y miro el pasillo de la Sala de Celdas, y Sarah está en frente de la mía, y su mirada es muy seria, muy neutra, que me da un escalofrío. A un lado de ella están los Drods, y otro abre mi celda completamente para dejarme salir. Me pongo de pie y al momento en el que salgo, Sarah sólo me mira de pies a cabeza pero no me hace ningún comentario sobre mi atuendo, o un buenos días Rose, o un hola querida, como suele decirme, ésta vez, se guarda esos comentarios. Sarah hace dos días me dio nueva ropa, negra obviamente, para el Entrenamiento, y me queda casi a la medida, un poco apretada, pero supongo que está bien. Voy siendo escoltada por los Drods y Sarah va en frente de ellos y salimos de las Celdas. Esto es extraño. Todo lo es. Sarah y los Drods siempre me sorprenden.
Al llegar a la Sala privada, Sarah no me mira, solamente me asiente para que entre a la Sala y lo hago, pero ella se queda unos minutos más en el elevador y le susurra algo a los Drods, obviamente no los escucho, pongo los ojos en blanco y espero que se decidan entre no entrar o sí. No había pasado esto en los últimos días. Después de lo que parecieron horas, los Drods le asienten a Sarah al mismo tiempo y solamente ellos entran a la Sala, dejando a Sarah con un Drod en el elevador, y se cierran las puertas de éste y al cerrarse, Sarah no despega la mirada en mí.
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Dark Life [Sin Editar]
Ciencia FicciónDurante quince años, la humanidad se sumió en un mandato mundial creado por Sarah Oldfield, directora del Programa Advanced Technology y creadora de los Drods, robots con la capacidad de interactuar como un ser humano normal. La vida de todos se bas...