Capítulo 13

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Aguas no tan hirvientes

Hunter y Alistair trabajan en la cocina de la casa Porter; el brujo lava los platos; mientras el demonio seca y ordena todo, con la ayuda del fajín que lleva puesto, pues termina en manos que se mueven con su magia. La primera tarde fue una fiesta junto a Gus, pero ahora tanto el joven estudiante y su padre observan a los dos inquilinos, apenas pudiendo mantener los ojos abiertos del sueño.

Afuera recién aparece el sol en el horizonte, pero esos dos se muestran empeñados en ayudar en cada rincón que pueden alcanzar. Incluso ignoran a los dos brujos en la puerta.

Es Hunter quien voltea, saludando con la mano como si fuese todo normal.

—¡Buenos días, señor Porter!

El demonio también saluda con una sonrisa.

Por su parte, Perry entrecierra los ojos para, intentar, enfocar la vista en ambos.

—Chicos, ustedes son nuestros invitados —les dice con calma, avanzando hacia ambos y apoyando una mano en sus espaldas—, no tienen que hacer todo esto, descansen antes del Día de la Unidad.

—No se preocupe, señor. —asegura Alistair.

—Estoy acostumbrado a levantarme temprano. —se excusa Hunter.

Los dos brujos del hogar se miran desconcertados.

—Alistair ya actualizó todo el sistema de drenaje y, Hunter, acomodaste cada cosa en orden alfabético.

—Incluyendo su colección de grabaciones. —agrega Hunter.

Perry Porter se golpea el rostro con la mano.

—No tienen que hacer esto, siempre serán bienvenidos en nuestro hogar.

Pero ambos jóvenes se miran confundidos, sin poder entender aquel gesto de amabilidad. Hunter está acostumbrado a las dobles intenciones y puñaladas por espalda, quizás Alistair no cree en tales actos maliciosos, pero ambos detestan el sentimiento de no estar haciendo nada.

El adulto piensa unos momentos, para dar con una idea que pueda funcionar.

—Debo cubrir todo el proceso del Día de la Unidad, la gente está muy insistente en estar al tanto —Perry toma a su hijo de los hombros, poniéndolo delante suyo—. Ustedes tendrán que cuidar de este rufián en mi ausencia, ¿trato?

—¡Papá!, ¡ya estoy…!

—¿Trato? —insiste el mayor de los Porter.

El demonio y brujo se observan a los ojos, con la sospecha de que algo había detrás de aquella proposición. Pero Hunter no puede negarse a sus instintos de protegerlos.

—¡Trato! —declara el brujo con orgullo.

—¿Alistair?

El demonio se cruza de brazos, su cola moviéndose inquieta detrás suyo.

Su amigo apoya la mano en su hombro, sonriéndole.

—Bueno… está bien. —acepta el demonio.

—¡Perfecto! Me voy preparando —el hombre desaparece por la puerta de la cocina, pero se asoma un poco después—. Hunter, Darius quieres hablar contigo en la sala.

—¡¿Darius?!

El joven brujo pasa al lado del menor al salir por la puerta, encontrándose con una figura conocida esperando en la mesa del comedor, sentado al extremo contrario suyo. Una taza caliente de té en su mano, la otra sosteniendo el plato. Al lado suyo el líder del aquelarre de Cuidado de Bestias, devorando un plato de carne cruda, sin las manos ni utensilios.

De plumas doradas | Hunter x Male!OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora