De plumas doradas | Hunter x Male!OC

Capítulo 7.2

"A pesar de todo, sigues siendo tú"

-¡¿ERICKO?! -consigue decir Hunter.

Lo tiene ahí, lo está sujetando entre sus manos, con cuidado. Luz observa la escena, sin entender, pero Willow y Gus exclaman en sorpresa al mismo tiempo. Se quedan quietos, parpadeando con el temor de que aquello sea otra ilusión, algo que desaparezca si Hunter aprieta muy fuerte.

Pero no es así. Por lo que, en lo que parece un instante, los miembros de las Entrañas Esmeralda ya están corriendo hacia el interior del bosque. El resto les sigue de cerca, sin hacer más preguntas al respecto.

Gus desarma más ilusiones mientras avanzan, con un simple gesto de la mano lo consigue, denotando la debilidad de las mismas. Claro, el demonio jamás había estudiado esa magia. Eso les preocupa, pues si está conjurando sin ser consciente de ello, entonces debe de haber alterado el terreno a su alrededor. Willow es la primera en darse cuenta de ello, chocando contra una pared en mitad de la nada.

Se alza desde el suelo, construida con tierra, junto a una escalera que baja hacia la penumbra absoluta del subsuelo. Sin embargo, Ericko se escapa del agarre de Hunter, corriendo hacia el interior del laberinto. No demoran en seguirle, Flapjack volando detrás del taliamigo oso hormiguero, iluminando el sendero con una luz que proyecta desde su ojo sano.

Llegan hasta una serie de pasillos que se abren en una red incomprensible, carente de orden o planificación. Se unen con las ilusiones, armando distintos recuerdos del demonio; su proceso de reclutamiento, la batalla en Hexside, conversaciones a través del pergamino, su corto tiempo bajo la posición del "Centinela Plateado", su familia y, confundiendo a muchos, imágenes tan vividas de Hunter. Por momentos la voz del brujo aparece y les hace voltear la mirada, creyendo que es el verdadero.

Se detienen al verse rodeados, sin pasillos que poder seguir. Gus se concentra y usa el amplificador que le robó a Graye, liberando la zona del dominio de esas ilusiones.

-¿Qué es todo esto? -pregunta Luz, mareada ante todo el movimiento.

-Alistair, está asustado. -responde Hunter.

Amity le mira extrañada, sorprendida ante la mirada que muestra, jamás le ha visto de ese modo. Él frunce el entrecejo y sus ojos vigilan cada detalle que puede apreciar de las ilusiones, cosas que a ella se le hacen imposible de interpretar.

-¿Cómo lo sabes?

-Está creando, siempre está construyendo cosas -explica con el ceño dolido-. Destruye si se enoja, pero ahora se está rodeando con cosas buenas.

-Creó una barrera a su alrededor. -coincide Gus.

No es un laberinto para evitar que lo encuentren...

-¿Dónde estaba en el Día de la Unidad? -pregunta Luz.

-Fue a verse con su... madre... -Hunter se detiene al darse cuenta-... está tratando de ignorar algo.

-¿Crees que...?

... es un laberinto para que no pueda salir. No quiere, los que le conocieron se dieron cuenta de ello. De cierto modo, se encuentran en una manifestación de sus más profundos deseos, marcados por una ignorancia absoluta. No hay imágenes ni sonidos que puedan recordarles al Día de la Unidad.

Sólo puede significar una cosa.

-Espero que no sea así. -dice Hunter, retomando la marcha.

Se dan cuenta de que los pasillos se están moviendo, cada que Gus limpia las memorias, pueden ver la tierra moverse por una fuerza invisible. Es un gran poder el necesario para hacer eso y, calculando el tiempo, Alistair lleva meses atrapado en aquel laberinto.