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El corazón le latía muy fuerte, el español se acercaba y el sueco ya no tenía lugar para retroceder, buscaba huir de la situación pero parecía que su cuerpo no era suyo

-- ¡alejate! -- grito desesperado y con miedo el sueco, extendiendo su mano en dirección al español para poner un límite, más el alfa aprovechó está acción para agarrar la mano del omega y aunque este se quisiera alejar y jalase con fuerza, sintiendo como se estaba lastimando al jalar con mucha fuerza y que el español no sedia ni un poco

-- Suecia cariño, te estás lastimando.... -- dijo con un tono de voz inquietante, como si forzará una calma que no tenía, buscando camuflar su rabia, el sueco podía sentir en el agarré sobre su mano como el alfa temblaba de rabia, quería llorar, tenía miedo  -- ¿no ves que lastimas a nuestro hijo?  -- pregunto con una sonrisa que al sueco sólo le daba más miedo -- ¿por qué no te calmas y hablamos?  -- sugirió jalando al sueco y rodeado sus hombros con uno de sus brazos

-- n-no... -- exclamó el sueco empujando al español lejos de él y dando unos pasos torpes por la fuerza que hizo al empuja

-- ¿no que? -- pregunto el español ya perdiendo más la paciencia y acercándose al sueco que a toda costa quería huir de él

-- no quiero... -- respondió poniéndose detrás de la isla de la cocina, como si eso fuera a protegerlo, pero era un claro límite para el español

-- Suecia cariño. -- volvió a insistir mientras se acercaba buscando rodear la isla para agarrar al sueco  -- lastimas al bebé... -- trato de darle culpa al sueco y que flanqueara

-- no. Vete, tu lastimas al bebé,  no yo. -- le exigió el sueco con más seguridad, aun teniendo los ojos llorosos, el italiano pronto llegaría, sólo debía hacer tiempo

-- Suecia por favor -- siguió insistiendo, el sueco empezó a rodear la isla al ver que el español se acercaba por uno de los costado

-- basta, vete. -- volvió a pedir, colocaba una mano sobre su vientre, su cachorro de movía mucho y el que estuviera tenso sólo hacía que le doliese el vientre. El español aprovechó que el sueco se disttajo al sentir una punzada y lo agarro apegandolo a su cuerpo  -- ¡no! ¡no! ¡déjame! -- empezó a desesperarse más el sueco por el contacto físico y empezó a golpear al español en el pecho, pero este lo apretaba más para impedir que se moviera, ya no escuchaba lo que decía el español, sólo vio todo negro y rojo

No sabe cómo, o de donde sacó la fuerza pero al sentir la mano del europeo mayor sobre su vientre lo empujó con todas sus fuerzas, el alfa tropezó y cayó de espaldas contra la isla y se golpeó la cabeza con el borde de granito y cayó al suelo inconciente,  más el sueco se fue con él y se golpeó la nariz con la superficie

Horrorizado y sin ver bien por la sangre y el dolor se alejó rápido, manteando uno de los cuchillos que estaban en la pileta de la cocina para lavar, tropezando con varios muebles y el escalón de la cocina, cayendo de rodillas al suelo, las lágrimas le ganaron y se hecho a llorar mientras con una mano de sujetaba el vientre y la otra se apretaba la nariz que no le dejaba de sangrar, esperaba que el italiano llegará pronto
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Ahí estaba otra vez, ¿que hacía esa mujer en el restaurante? Además de pedirse siempre un café con leche con galletas tenía el descaro de robarse la atención del peruano cuando había poca o casi nada de gente, con los días se dio cuenta de que esa misma mujer era su profesora de química y la ex del peruano, pobre argentino, se lo comían los celos cada vez que los veia juntos charlando, aunque no durase más de un par de minutos esas charlas pues ambos trabajaban no podía dejar de mirarlos

-- ¿Se puede saber que te pasa? -- pregunto el peruano apoyado en la barra mirando al omega que receloso miraba como la estadounidense corregia tareas y se degustabs el café

-- nada me pasa  -- dijo frío y dio media vuelta para meterse en la cocina y dejar sólo al peruano en la barra, que entre risas lo siguió y lo abrazó por la espalda impidiendo que siguiera su caminar  -- déjame. -- gruño el omega buscando apartar al peruano que se negaba a apartarse hasta obtener una respuesta

-- ño, hasta que me digas que tienes -- insistió entre el forcejeo inútil del menor que si se estaba enojando de verdad

-- que noooooo -- chillo poniendo sus manos sobre el rostro del peruano y buscando apartarlo, estaba demasiado cerca para su gusto

-- que siiiiiii -- le dijo imitando el tono de voz agudo que tenía, sólo para molestar al menor

-- no, no te voy a decir nada -- dijo en un quejido, mal momento para su ataque de celos

-- vamos, somos amigos -- insistio el peruano, que quería saber que le pasaba al menor, buena intención, mal uso de las palabras, eso le dolió un poco al omega, aunque no sabía porque le molesto lo que le dijo, si se lo había dicho para que pudiera confiar en él

-- ese es el problema -- chillo con rabia, el peruano dejo de forcejear y lo miro confundido

-- ¿qué?  -- pregunto confundido, el omega se quedó paralizado, teniendo los nervios a flor de pie

--  e-eh

-- ¿quieres que seamos más que amigos? -- pregunto el alfa al ver que el omega no iba  a responder, el argentino no sabía que hacer ¿por qué había dicho eso? Le gustaba estar con el peruano, le agradaba su compañía y que fueran amigos

-- a-ay...  -- el argentino parecía haber hecho cortocircuito, no decía nada, no sabía que decir, pero pareció que el destino le daría una mano, un grupo de gente entro al local

-- ya vengo  -- le dijo con calma, el alfa sonrió cálido y le dio una suave caricia en la mejilla antes de irse a atender, dejando a un mudo omega que se enredaba sólo en sus pensamientos, sólo agarro su campera y como el buen cobarde que era huyó del lugar

Holiiii

Pobre Suecia, casi que me lo cargue, uy Argie celoso y metiendo la pata ¿cuando no?

En fin, ah, esto pasa en simultáneo, por eso Italia no estaba en el restaurante, con eso dicho, los dejo

¿España se habrá muerto? Mmm

Okis, voten si les gustó, y hagan sus teorías

Vaiiii

mi guerrero inca  (CH Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora