55

121 18 8
                                    

El italiano se acercó al rostro del sueco con calma y lentitud, sintiendo de más cerca esas feromonas débiles ante su olfato dañado, el sueco sentía que el corazón se le saldría del pecho, no creyó que esto volviera a pasar, no pensó que rendirá otra oportunidad de sentir los labios suaves del italiano sobre los suyos, las manos le temblaban de los nervios, cual adolescente nervioso por dar su primer beso

-- cariño mío... esto está mal y lo sabemos... -- muemjeo el tricolor deteniendose a medio camino, cerrando los ojos para no mirar más esos ojos bicolores que le hacían sentir culpa

-- pero... ¿por qué? -- pregunto el omega angustiado, tocando el brazo del Lotha, buscando que lo mirase, el italiano sólo tocó su mano más no lo miro  -- yo te quiero mucho... ¿Tu no me quieres? -- pregunto el sueco con los ojos llorosos y un nudo en la garganta que rompía su voz

-- si te quiero Suecia, te quiero mucho, y es por eso que no puedo cariño... -- respondió el Lotha sin mirar al omega, que dejó escapar un llanto

-- no te creo. No te creo Italia. -- espeto con rabia y llantos el omega, sintiendo como le dolía el pecho por la rabia que le daban esas palabras  -- mirame y dime que no.  -- exigió el omega llorando, el italiano bajo la cabeza, sintiendo sus lágrimas empezar a caer, el sentimiento de culpa solo parecía aumentar conforme mas pensaba en la situación 

-- vamos a dormir Suecia, ya... ya es muy tarde y tuvimos un dia muy largo ayer... -- dijo el italiano parándose derecho y yendo a sacar la bandeja del horno, el sueco se quedo sentado, aun siguiendo con su amargo llanto, esta vez en silencio -- si te quiero Suecia, solo que es complicado cariño -- le respondió el italiano al ya no poder seguir aguantando la culpa por haber hecho llorar al menor

-- No lo es, solo tu quieres hacerlo complicado -- dijo el omega y se levanto de la silla, empezando a caminar hacia la habitación con cuidado, dejando al italiano solo en la cocina, quizás el omega tenia razón, quizás solo estaba complicándose él solo al pesar en que lo que hacia estaba mal, quizás era solo él el que creía que esa relación solo iba a terminar en fracaso, quizás era solo él el que creía que no iba a hacer mas que lastima al sueco, tenia miedo, mucho de miedo y por eso no queria aceptar que se moría por poder abrazar al omega, poder besarlo y darle cuanto pudiera y mas, si, era solo él el que se cerraba esa puerta, pero no solo era él el que cerraba a la idea, sino que se cerraba por la cantidad de miedos y de cosas que le fueron diciendo con los años y que termino creyendo a lo largo de los años, no era su culpa tenerle miedo a algo que desde siempre le dijeron que debía tenerle miedo

el italiano se quedo ahí, pensativo, sintiendo las palabras del omega tan frías y duras alejarse mientras cada vez hacían mas ecos en su mente, acomodo todo, pretendiendo que no se comia la cabeza con sus autocastigos y luego fue a la cama, el sueco permeancia acostado ya, dándole la espalda a su lugar en la cama, sin decir una palabra se acostó, el omega no se movió o hizo ningún ruido, solo para no delatarse otra vez llorando

-- lo siento... -- escucho murmurar por parte del italiano, el sueco se quedo callado, atento a que fuera a decir el mayor  -- no quiero poner excusas, pero voy a ser sincero, y es que me da miedo, muchísimo miedo estar con alguien, ya lo arruine tantas veces que la verdad, prefiero quedarme con las ganas y solo no hacer sufrir a la otra persona, se que es tonto y victimizante, pero no m gustaría sumarte a la lista de personas que decepcione o lastime solo por no saber como hacer las cosas -- dijo mientras jugaba con sus dedos y con la cabeza gacha, el omega no respondió, solo se quedo ahí, escuchando, sintiendo ahora un malestar enorme 

-- yo... yo lo siento mucho, no queria hacerte asumir o corresponder mis sentimientos... -- dijo el sueco sentándose en la cama, el italiano se volteo, encontrándose con esos ojos bicolores tan lindos, y tan llenos de pena y dolor, unos ojos que le dolían, pero que le gustaba tanto doler, se acerco, agarrando las mejillas del omega y acariciandolas, secando las pequeñas y heladas lagrimas del omega 

mi guerrero inca  (CH Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora