Siguió al sueco hacia la cafetería del hospital, sabía perfectamente lo que este estaba haciendo al llevarlo a un lugar donde había mucha gente, no era un omega fácil de tratar aunque esa no era la primera impresión que este daba, el alemán sabia cosas y el sueco sabia que él sabía mucho más de lo que decía
El sueco sin decir una palabra tomó un chocolate caliente y unas galletas, el alemán lo observaba pagar las cosas, esa sonrisa dulce y calmada que daba el omega se desvanecía de inmediato en cuanto a la persona a la que se la regalaba se daba la vuelta
La tensión era notable en esa mesa, el sueco no despegaba sus ojos del alemán en espera de que este hiciera algo, no había tocado nada de lo que compro, solo sostenía entre sus manos el vaso descartable con el chocolate dentro, el nipón había dicho que el sueco era de un carácter muy tosco y un tanto frio, pero esa mirada que le daba al alemán solo le daba a entender que estaba cansado, que ya no tenia ánimos para mas circos y mas tretas, estaba agotado y esa mirada lo delataba
--¿Presentara cargos su señoría? – pregunto el alemán, el sueco ni se inmuto ante lo dicho por el kappa, solo le dio un sorbo a su chocolate sin despegar esa mirada de cansancio de este -- ¿Esta su hija bien? – pregunto, el sueco seguía sin responder, solo lo observaba
-- Déjese de rodeos señor, no se por quien me toma, pero ser amable conmigo no le dará un trato preferencial ni me hará decirle que pretendo hacer con lo que acaba de pasar. – dijo el sueco con frialdad, el alemán frunció los labios un poco por esa respuesta
-- ¿Por qué dice que pretendo solo ser amable porque quiero algún beneficio de usted? – pregunto a lo que el sueco solo se acomodo mejor en la silla y se abrigo mejor, quedando de brazos cruzados
-- ¿Por qué lo seria si asi no fuera el caso señor Third Reich? – pregunto el sueco con calma, el ambiente se sentía agrio, el kappa se estaba ofendiendo y el omega lo sentía -- Todos quieren algo, no es por ponerme en un pedestal que no puedo sostener, pero asi son los hechos, no le vendría para nada mal a su curriculum añadir que llevo a cabo la investigación de un atentado a la vida de un juez federal, le conviene mucho que yo en mi estado de presunta angustia y miedo diga todo, pero me temo admitir que no le daré el gusto, ni a usted ni a nadie. – dijo el omega con frialdad, el kappa solo sonrió de forma ladina, el sueco no reaccionaba, solo lo observaba
-- ¿Se quedara entonces de brazos cruzados? ¿No quiere justicia? – pregunto, el sueco se encogió de hombros con indiferencia ante las palabras del mayor que solo se rio del omega y se reclino en la silla con un aire de superioridad – Creí que era más inteligente su Señoría, tiene fama de serlo, se ve que solo es un omega que llego a un puesto de alfas y ya no debe demostrar mas nada
-- Hay cosas de la que usted no es consciente, por supuesto que quiero justicia, pero no hare nada para adelantar las cosas que son inevitables en la vida – dijo el omega con calma dándole otro sorbo a su chocolate, ese porte era similar al del italiano y del argentino, ese mismo aire de superioridad que sabían manejar ambos, aunque similar en el sueco, el de este no era tanto el de una serpiente sino mas bien el de una fierra salvaje que observaba entre la vegetación, era una advertencia no una amenaza
-- ¿Qué? ¿Aplicara la ley de dios? – pregunto con cierta gracia, debía confirmar sus sospechas con el sueco, debía provocarlo, debía quitarle esa mascara que tenia
-- La paciencia tiene la raíz amarga pero da los frutos más dulces señor, debería de tener una visión del mundo diferente a la vida acelerada a la que esta acastorado, el fondo del rio es más claro mientras mas calmas estén las aguas – dijo el omega antes de ponerse de pie con algo de lentitud, teniendo una sonrisa pequeña dibujada en los labios – Y le digo algo mas antes de retirarme, esa truquito de querer rebajar a alguien para conseguir lo que quiere, con algunas personas no funciona, no todos viven de la opinión ajena, que tenga una buena tarde -- dijo antes de dar media vuelta y retirarse, dejando al alemán sonriendo en su lugar antes de ver como el sueco desaparecía de su vista, quitando su sonrisa de golpe
Dejo escapar un suspiro de cansancio y se tomo las cabeza entre sus manos, no había conseguido más que preguntas y el alejar al sueco más de lo que ya estaba, quizás tenía razón, había cosas de las que no tenía conocimiento, pero ¿Qué iba a esperar con exactitud al no levantar cargos? ¿Qué traía en manos el omega? Saco de su bolsillo el sobre con las cosas que había dejado la suiza para el sueco, Reino Unido, ella sabía de qué se trataba, pero ahí estaba otro problema, ella trabajaba para el sueco
-- Disculpe, ¿es usted el tío de Argie? – escucho la voz de un muchacho detrás de si, volteo encontrándose con un par de ojos azules, parpadeo un par de veces
-- Si... ¿Usted es? – pregunto mirando de pies a cabeza al omega que parecía un tanto incomodo, lo conocía de algún lado, antes lo había visto de eso estaba completamente seguro
-- Soy Canadá, soy amigo de Argie, ¿me podría decir en que habitación esta? Me perdí – dijo el muchacho, el alemán asintió y se puso de pie
-- Si si, yo le indico donde es joven – dijo el kappa, el canadiense sonrió un poco – Disculpe, pero ¿Por casualidad usted conoce a una tal Reino Unido? – pregunto a lo que el canadiense asintió
-- Ella es mi madre ¿la conoce? – pregunto con curiosidad mientras el alemán y él caminaban por los pasillos rumbo a la habitación del argentino, el alemán sonrió ante la respuesta
-- Si, fuimos a la escuela juntos y trabajamos en la misma división por años – confeso el alemán, el canadiense lo miro fijo un par de segundos antes de caer en cuenta de quién era
-- ¿Usted es el padre de los gemelos? – indago, a lo que el alemán asintió -- Su hijo es muy guapo – dijo sin pena alguna el menor, el alemán se desconcertó un poco por la confesión y solo se rio un poco ante la incertidumbre
Ehhhhh no lo se
esto se pondrá feo lo único
los amo vaiiiii
