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las clases sabían pasar con lentitud para el omega,  le aburria muchisimo tener que escuchar por mas de cuarenta minutos a un profesor hablar de cosas que en menos de ese tiempo ya pudo haber leído y entendido por su cuenta, quizás debió aceptar la oferta de adelantarse un grado, pero le daba mas pereza aun tener que hacer ese examen, y seria mucho mas chico que sus compañeros, eso de por si ya no le gustaba, como si sus compañeros actuales no lo molestasen por ser bajo, debería aguantar las burlas y el constante acoso por ser mas joven si se adelantaba de grado

el timbre dio fin a la tortura del omega, que agarro sus cosas y se fue de ahí, esa clase nefasta de esa profesora que solo le daban ganas de dejar la escuela, solo por capricho de esa mujer se tenia que levantar todos los días a las siete de la mañana, porque para su suerte tenia a esa loca en las primeras horas, todo para no perder sus notas perfectas, no importo que el italiano hubiera ido a hablar, la profesora no cedió a ponerle las notas que tenia solo con los trabajos y los exámenes, sino que tenia que ponerle la nota por presencia 

-- Argentina, venga un momento. -- y su tortura debía seguir, solo le faltaban unos pasos para salir del aula, tan cerca y tan lejos de su libertad. soltó un suspiro por lo bajo y se dio la vuelta, caminado hacia el escritorio de la profesora, no pensaba decir una sola palabra a esa mujer. la profesora al ver que el omega no emitía una sola palabras solo la miraba expectante dio una tos falsa para aclarar su garganta  -- ¿por que pediste que te cambiaran de clase?  -- pregunto la mayor, el omega sonrio contento, asi que ya se habia enterado de sus quejas

-- considero que usted no me enseña de manera en que mis capacidades sean desafiadas, tampoco me hace pensar, y quiero un desafío real, no se ofenda, pero no me gusta su método de enseñanza  -- dijo con calma el argentino, como quería maldecir a esa mujer por los malos ratos que le hizo pasar hacia unos meses, la mujer lo miro con una leve mueca en los labios

-- entiendo, era eso nada mas señorito  -- dijo la profesora dando unos golpecitos con sus dedos sobre el escritorio, el omega asintió y sin despedirse se fue de ahí, contento, aunque con ganas de haber respondido como de verdad le hubiera gustado 

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unos días después...

hoy debía dar acto de presencia en la escuela, ya que al cambiarse de curso solo para no tener a esa profesora, debía presentarse con los profesores que no se quedan en su nuevo división, ese no era el problema, la mayoría aceptaba que el omega por temas de salud no asistía muy seguido, y sus únicas exigencias había sido que mínimo cumpliera una hora por materia, y eso si acepto, una hora por profesor no lo veía tan aburrido, sus nuevos compañeros eran un poco mas inquietos que los que tenia antes, pero no le molesto, lo había integrado medio a la fuerza, por lo que sabia escapar con rapidez entre las horas a las que iba

se había amigado con otro omega, le daba gracia un poco, se parecía bastante al perruno, pero en lugar de un escudo tenia una hoja roja, y el cabello rojo, con un declarado un tanto anaranjado, era bastante callado en clases, aunque eso cambiaba cuando salían del tumulto de gente, hablaba hasta por los codos, lo que le gusto mucho al mega, eran bastantes parecidos en ese sentido, lo que le hacia tener ganas de ir a la escuela, ahora que tenia con quien hablar, aunque el canadiense también solo iba un par de horas nada mas, por una cuestión de salud un tanto mas complicada que del argentino, que ahora que lo pensaba, no le había dicho que tenia, solo sabia que no podía estar mucho tiempo fuera 

la clase de química no la estaban teniendo por falta de un profesor, lo cual agradecía de cierta forma, se podía quedar con el canadiense bajo las escaleras hablando de idioteces hasta que fuera la hora de entrar nuevamente

-- ¿a donde van? --- pregunto una voz dulce detrás de ambos omegas, que se voltearon, viendo a una mujer de cabello blanco en un moño alto y prolijo con varios mechones azules enfrente de su cara, cargaba unos libros, ambos bicolores se miraron y luego a la mujer, encogiéndose de hombros -- esta bien, ¿podrían decirles a sus compañeros que vengan? -- pregunto calmada y en un tono dulce, los menores asintieron y la vieron meterse en el aula, el argentino se quedo mirando a la mujer, le parecía familiar de algun lado

-- vamos Argie... -- dijo el canadiense enlazando su brazo con el del argentino para que caminase, debía de haber ido al restaurante alguna vez y la había atendido, quizás por eso le parecía familiar, pero algo le decía que eso no era, y que era otra cosa, pero decidió ignorar ese sentimiento e ir a buscar a sus compañeros, ahora si tendrían clase de química por lo visto  

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en otro lado ....

-- ¡vete o llamo a la policía! -- grito enfurecido el sueco a un español que se negaba a irse, la puerta abierta lo justo y necesario para verse nada mas, las feromonas fuertes del omega imponiendo que estaba furioso no eran juego

-- no me voy a ir de aquí hasta que me des una puta explicación. -- sentancio el alfa poniendo su mano sobre la puerta y empujándola para abrirla y pasar a la casa del sueco. este retrocedió al verse empujado, las feromonas suaves del español era sumamente invasivas  ante el sueco que empezaba a sentir como su cachorro se movía, o eso suponía, por el ligero malestar en su vientre  -- tu y yo tenemos que hablar maldito sueco asqueroso.  -- gruño el español acercandose de manera amenazante al sueco 




holis

se pudre todo aqui tambien muajajajajajajaja

tengo miedo  TnT

voten o me cargo a Suecia 

VAIIII

mi guerrero inca  (CH Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora