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el argentino se miro al espejo unos segundos, sus mejillas rojas por las lagrimas que salian en contra de su voluntad y los temblores que tenia por la rabia del momento, la cólera que empezaba a recorrer su cuerpo, creía que había superado la situación creía que solo dejando pasar el tiempo y su psicologo eran mas que suficiente, mas parecia que no, ver al ruso, le abrió las heridas, el asco volvia a recorrer su cuerpo junto a la culpa 

se apreto el estomago con una mano, esa sensacion esa sensacion tan horrenda que tuvo esa semana entera en donde tuvo que esperar para que le hicieran ese aborto, esa semana en donde no podía estar mas de un segundo quieto porque las ganas de gritar lo consumían al saber que por más que haya ignorado lo que paso y que fingiera que no paso nada, que se convencía de que solo había sido una puta pesadilla, saber que eso estaba ahí era la prueba tangible de que había sido herido, de que sus derechos habían sido violentados de la manera cruel en la que el ruso lo hizo, saber que ese... que había algo que aunque lo odiara y le revolvía el estómago, lo unía a ese alfa

dejo escapar un sollozo mientras se dejaba caer en el suelo, podía sentir las marcas arder en su piel como ese dia, como aun el ruso mordía y chupaba su piel, como su manos lo apretaban de una forma que le repugnaba a mas no poder 

-- Argie... cielo... -- escucho la voz del sueco del otro lado de la puerta del baño, sentía que se ahogaba, no sabia como decir que no queria ver a nadie, pero necesitaba tanto un abrazo en ese momento, sentir unas manos dulces que le dieran un mimo al alma y que solo estuviera ayudándolo a llorar, no queria... si queria hablar con alguien....

se estiro lo suficiente como para quitar el seguro de la puerta y volvió a caer en un peso muerto apoyado la espalda en la bañera, el sueco entro con cuidado al baño, no dijo nada, la imagen deplorable del argentino que tenia la mirada perdida entre los azulejos del suelo, mientras tenia un pequeño temblor en las manos que se abrazaban a sus rodillas con cansancio, los rasguños en sus brazos, su cabello que siempre llevaba en una coleta baja ahora cubriendo su rostro rojo pero a la vez pálido y como se mordía los labios para dejar de soltar esos llantos amargos de asco, un asco, una imagen en la que el sueco se sentía mas identificado de lo que le gustaria 

se sentó a su lado en el suelo, sin decir una sola palabra, solo haciendo compañía, solo estando a su lado en ese momento tan crudo, no había palabras que decir, solo, solo no había palabra que pudiera decir que fuera lo sufrientemente tranquilizante para poder pasar esa situación, solo se podía quedar en silencio y escuchar, o solo acompañar, a veces la compañía era mil veces mejor que cualquier consuelo que se puede esperar, el saber que alguien estaba ahi, eso era mucho mas que suficiente para calmar el alma de ese dolor, aunque sea un poco 

-- creí que lo había superado... -- dijo el argentino, apoyando su mentón sobre sus rodillas, el sueco no dijo nada, el argentino seguiría hablando solo -- hoy lo vi, yo de verdad pense que despues de tanto tiempo podría enfrentarme a la idea de aunque sea poder verlo y mandarlo bien a la mierda.... -- dijo con un pequeño gruñido de dolor y rabia, el sueco seguía escuchando sin decir nada, solo acariciando despacio su pequeño vientre como reflejo -- intente ser fuerte y gritarle, golpearlo, algo... preguntar el por que... pero... solo pude llorar como la mierda cobarde que soy, solo pude llorar y.... y huir... como siempre... -- comento mientras apretaba con rabia su muñeca, las lagrimas otra vez empezaban a recorrer sus mejillas con fuerza, aunque caían lentas y perezosas a la tela de su campera 

el sueco, seguía sin decir nada, aunque ahora daba caricias lentas y suaves en la cabeza al argentino, se torno todo nuevamente silencioso, antes de escucharse una pequeña risa nasal por parte del omega mayor, ganándose una mirada completamente confundida del menor ¿acaso se burlaba de él? ¿o solo no sabia como reaccionar y era un reflejo? aun si se burlaba de él prefería no reclamar nada, solo queria su compañía 

mi guerrero inca  (CH Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora