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El sueco entro en la habitación donde estaba el argentino, dejo su mochila junto a la puerta y se acerco al italiano que dormía con cuidado de no despertarlo, le acaricio el cabello algo largo ya que se ponía sobre su rostro, las notables ojeras del tricolor y esa cara pálida le daban un sentimiento de angustia al sueco, se había ido ese hombre dulce y sonriente que era el italiano, hace días que no parecía tener ganas de vivir más, los días pasaban y el estado del omega argentino no cambiaba y el del lotha italiano empeoraba

-- Italia... -- lo llamo con voz baja, el mayor solo se quejo un poco entre sueños, el sueco paso el brazo del mayor por sobre sus hombros y lo levanto con algo de dificultad – Italia por favor, vamos a la casa.. – le pidió el sueco con algo de dificultad en la voz, el italiano abrió los ojos apenas un poco y diviso al sueco, parándose de inmediato, teniendo un mareo por la falta de comida que había estado teniendo

-- no. No hagas fuerza... -- le dijo al sueco que quiso volver a tomarlo, el sueco lo miro angustiado y aun así lo sujeto del brazo buscando que tuviera algo de estabilidad. Lo guio a la camilla de al lado y lo hizo sentarse

-- vamos a casa... Debes descansar... -- le dijo con angustia acariciando las mejillas del mayor que cerraba los ojos cansado, cansado de todo

-- no... no quiero ir a casa, no quiero dejar solo a mi bebé – dijo el italiano con esa voz ronca y cansada que al sueco ya no le gustaba escuchar por el contexto en que estaban

-- lo se Italia, pero te estás enfermando, yo me quedare con Argie, así no está solo, pero tuve a descansar – le pidió el sueco al italiano que se dormía ahí mismo con la mejilla cobre la mano del sueco que no hacía más que darle caricias en esta con su pulgar – por mi... por favor... -- insistió, el lotha termino cediendo y se puso de pie

-- está bien, tu ganas... -- se rindió, el sueco sonrió apenas un poco, el italiano bostezo y se estiro asperezado haciendo reír un poco al sueco que lo abrazo

-- gracias... -- dijo el menor, el mayor lo abrazo de nuevo acariciando su espalda con cariño

-- no, gracias a ti por todo... -- le respondió, las mejillas del sueco se sentían calientes y dejaba salir sin querer un poco de su aroma que el italiano no podía sentir pero sabía que estaban ahí -- voy tomo una siesta y vuelvo ¿si cariño? – le dijo separándose apenas del abrazo, el sueco asintió y le acaricio las mejillas

-- tu descansa, yo te llamo si pasa algo ¿okey? – le dijo, el italiano asintió y le dio un pequeño beso en la mejilla antes de irse de la habitación. El sueco tomo lugar junto a la camilla donde estaba el argentino, se seguía viendo pálido, su piel se veía mas frágil, sus labios secos, sus ojos cerrados, era como ver a un muerto – hola pequeño... -- lo saludo dejando un beso en su frente, su piel estaba helada carente de ese calor que sabia tener el bicolor, soltó un suspiro y acerco la silla para poder estar cerca, acariciando el rostro del menor

Se encargo de arroparlo bien, reviso que estuviera cómodo, le acomodo el cabello y se encargo de hablarle como si este fuera a oírlo, creía que podía oírlo, eso esperaba.

 Después de unos minutos se sentó nuevamente y se quedo tomando su mano dándole mimos en esta, no podía imaginar el dolor que estaba teniendo el italiano, era doloroso ver al bicolor en esa cama, sin saber nada, si mejoraría, si empeoraría o si solo quedaría en ese estado para siempre, era una espera horrible en la que solo debías esperar y sufrir en ella, una calma inquietante a más no poder. Se quedo ahí quieto sin saber cuánto tiempo había pasado en esa soledad acompañado por el silencio del argentino hasta que llego el argentino de colores fuertes, pidiendo en silencio o voz baja permiso para pasar, el sueco solo lo miro un segundo y luego volvió su atención completa en el mas joven de los tres

--¿Italia? – llego a preguntar el mayor mirando como el sueco acariciaba la mano de su hijo

-- lo mande a casa... -- respondió con calma, el epilson lo miro absorto ¿le había hecho caso a ese omega y no a él o a sus amigos que querían que fuera a dormir? Soltó un suspiro, no importaban sus celos ahora, lo que importaba era que el tricolor se había ido a descansar, se dirigió hacia su hijo y dejo un beso en su frente, frunció un poco los labios al sentirlo frio, pero seguía respirando, era como si solo durmiera profundamente, tomo asiento al otro lado de la camilla mirando al sueco y como este se mantenía absorto en sus pensamientos y no le daba atención a nada mas que no fuera el argentino más joven

-- felicidades... -- dijo el epilson rompiendo el silencio, el sueco alzo la mirada confundido, el contrario dio un movimiento con la cabeza señalando el vientre abultado del sueco

-- gracias. – respondió seco, el epilson asintió, no parecía querer hablar de eso, solo no quería estar sumido en el silencio y la incomodidad de la situación -- ¿eres el tío de Argie? – pregunto el sueco, el argentino negó con la cabeza

-- soy el padre ¿y usted? – devolvió la pregunta, aunque se habían visto no tenían el placer de presentarse

-- es complicado... supongo que su padrastro... un gusto – dijo el sueco extendiendo su mano para estrecharla con la del epilson que lo hizo algo confundido – me llamo Suecia por cierto

-- ¿Suecia? ¿No eres el esposo de España? -- pregunto sin ningún tipo de tacto el mayor, el omega sueco suspiro y negó con la cabeza

-- era el esposo de España, nos divorciamos hace unos meses – aclaro a lo que el argentino permanecía en silencio con el seño fruncido ¿habría venido en representación del español?

-- disculpe el atrevimiento ¿pero que hace aquí? – pregunto a lo que el sueco solo lo miro serio o más bien sin expresión alguna en el rostro

-- soy... amigo de Italia – le respondió lo menos caótico posible, el argentino lo miro un par de segundos más, no creía que... si, el italiano si era capaz de perdonar al amante de su ex pareja, pero había algo que no le terminaba de cerrar del todo. Después de eso, volvieron a quedar en silencio, uno un poco mas incomodo que el anterior, pero ninguno de los dos se quería ir de esa habitación, sería como ceder ante la presencia del otro, quizás eran demasiado orgullosos los dos en ese sentido  










hola

medio incomodo todo che, falta España y estamos completos jajajja

en fin, los dejo

voten, comenten, esas giladas 

vaiiiiii 

mi guerrero inca  (CH Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora