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La afirmación del argentino fue silenciosa, llena de vergüenza y miedo, el peruano introdujo con cuidado la punta de su miembro, el argentino cerró un poco las piernas

-- d-despacio....  -- susurro el albiceleste cubriendo su boca con el dorso de su mano, el peruano se inclinó un poco y quitó la mano del argentino para poder darle un beso con cariño

-- iremos de a poco, no te preocupes.... -- dijo con un tono de voz bajo y tranquilo, empezando a dejar caricias y besos mientras de manera lenta y pausada se iba haciendo pasó en el interior del argentino, que soltaba pequeños quejidos y arrugaba las sábanas entre sus manos. El alfa le agarro los brazos e hizo que lo abrazace, el omega se aferró con fuerza, el alfa siguió dando mimos y besos todo el tiempo, yendo de manera lenta y cuidadosa

-- Perú....  -- jadeo el argentino al cual parecía temblar de pies a cabeza

-- estas muy tenso...  -- dijo el peruano acariciando las piernas del argentino  -- si quieres paramos.... -- le dijo separándose un poco y mirando al argentino a los ojos, a la par de que le acariciaba la mejilla y acomodada su cabello para que no estuviera sobre su cara

-- yo si quiero seguir.... -- respondió el argentino tembloroso, el peruano no le creyó y entre besos empezó a salir de dentro del omega que se aferró al peruano y lo atrajo hacia él

Las uñas del argentino se clavaron en la espalda del peruano al sentir que entraba de golpe, junto con un pequeño grito y algunas lágrimas. El peruano se quedó inmóvil ante la acción, el argentino jadeaba y temblaba un poco

-- ¿t-te lastime? ¿e-estas bien?  -- pregunto asustado el alfa, el omega se abrazaba con fuerza y soltaba pequeños jadeos  -- Argentina....  -- lo llamo preocupado, el argentino apoyó la mejilla en el hombro del peruano y sólo asintió con la cabeza a la segunda pregunta, el albirojo le acariciaba la espalda y piernas. El omega empezó a dejar pequeños besos en el cuello del alfa que de manera inconsciente y suave se empezó a mover

Los pequeños quejidos y jadeos se fueron reemplazando por gemidos bajos, y un dulce olor a chocolate, menta y panqueques 

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El argentino marcó el número de la alemana, para pedirle un pequeño no tan pequeño favor, ya se había bañado en la ducha del hotel para no tener el olor a las feromonas del peruano, el cual estaba dándose un baño

-- habla Oriental, lesbiana signa suprema, si eres alguna de mis cachorras ahora estoy ocupada mi amor   -- escuchó la voz canturrona de su amiga y de fondo el sonido del juego de computadora y al alemán maldecir mientras jugaba

-- no soy una de tus novias estúpida -- dijo con un tono de voz un poco cansado, la risa de la mayor se escuchó junto con la de su hermano, así que asumió que estaba en alta voz

-- ah, lo siento, la costumbre Argie,  -- contestó como si nada sin darle más atención  --  ¿qué pasa cariño? Eres más de charlas nocturnas  --  pregunto curiosa

-- si por esas cosas de la vida, mi madre te pregunta donde estoy podrían decir que nos juntamos a hablar o dar vueltas -- les dijo a ambos ya que estaba en alta voz

-- ay minino, eso no hace falta acordarlo, Ale y yo siempre te vamos a cubrir, pero ya dime ¿con quién, donde y para que?  -- cuestionó con picardía y curiosidad por la necesidad de la cuartada

-- con Perú, e-en un hotel y bueno, no hace falta aclarar la última  -- respondió en extremo apenado mirando sus piernas desnudas y luego sus muñecas llenas de chupones y besos y ese tono un poco rojizo por los constantes apretones

mi guerrero inca  (CH Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora