Tanto el sueco como el argentino se quedaron solos en la casa cuando el italiano se fue a trabajar, cosa que a ninguno de los dos les hacía mucha gracia el hacer reposo, así que se hacían compañía mutuamente pero ya ya no había tema de conversación y ambos estaban al día en sus respectivas actividades, el argentino ya no tenía deberes de la escuela, el ingreso a la universidad no abría hasta dentro de unos meses y los exámenes finales ya solo debía esperar los resultados. el sueco por su parte ya se había leído toda su biblioteca entera, no tenía trabajo por ordenes medicas hasta nuevo aviso y solo le quedaba quedarse viendo una serie sin prestarle atención realmente
Las amistades de ambos iban a verlos, eso si, pero había horas o días entre cada una y ya era agotador, el aburrimiento los consumía a tal punto que el sueco se vio aprendiendo a tejer y el argentino a mirar el techo por horas comiéndose la cabeza o fantaseando con cosas que no iban a pasar por más que quisiera
-- Oye... -- rompió el silencio el sueco dejando de tejer las botitas de bebé mirando a su hijastro que permanecía estirado en el sillón mirando el techo hacia una hora, el menor solo volteo a mirarlo con curiosidad -- ¿Qué paso con Perú? -- pregunto con curiosidad, el menor se encogió de hombros, hacia mucho no sabía del peruano
-- Nada, debe andar por ahí, hace mucho no lo veo -- respondió a lo que el sueco asintió y volvió a su tejido teniendo una sonrisa leve, el argentino se sentó curioso -- ¿Por qué la pregunta? -- indago el latino con curiosidad
-- Porque soy un hombre chismoso que le interesa la vida amorosa de su hijastro -- respondió con naturalidad el sueco a lo que el argentino solo frunció los labios -- Eso y que me va a venir a traer unas cosas y me pregunto si querías hablar con él, le dije que si así que se va a quedar a tomar algo -- dijo con total calma el sueco, el argentino se recostó sin darle importancia hasta que cayó en cuanta de lo que decía el mayor
-- ¿QUE? -- le pregunto parándose de manera exagerada, el sueco solo lo miro de reojo y se rio por lo bajo viendo como el argentino tomaba su camisa y la olisqueaba con curiosidad -- ¿Por qué hiciste eso? -- pregunto el menor, no sabía porque le había dicho que extrañaba merendar con el peruano
-- ¿Hacer qué? – pregunto el sueco fingiendo inocencia, no tenia porque pedir específicamente que el peruano le llevara esos papeles, mucho menos que fuera esa misma tarde, solo estaba aburrido y creía que se estaban dejando estar y que se debían no una sino varias conversaciones esos dos, solo les daba una excusa a ambos para verse y conversar un rato, no tenia nada de malo
-- ¿Por que lo invitaste? -- pregunto el menor, el sueco se escogió de hombros y siguió en la suya fingiendo demencia, el argentino no dijo mas nada, solo salió lo mas rápido que podía de la sala de estar y se encerró en el baño, no paso mucho hasta que se escucho como corría el agua de la ducha y las maldiciones del menor que estaba mas que molesto nervioso, haciendo reír al sueco que llevo su taza de té a los labios
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Pasados unos minutos el timbre sonó y el sueco mando al argentino a que abriera, cosa que no le hizo mucha gracia al menor que digamos, pero resignado fue a abrir, viendo como el peruano le daba una sonrisa tenue pero tan cálida como siempre, aunque se veía muy cansado y algo desarreglado
-- Hola Argentina -- dijo el peruano rompiendo ese silencio que se había presentado entre ambos, el bicolor mas bajo le dio una sonrisa pequeña
-- Hola Perú, pasá -- le dijo a la vez que se hacia a un lado para que el mayor pasase a la casa, el peruano paso en silencio, le era un poco incomodo a ambos el estar cerca, hacia mucho no hablaban y había cierta culpa e incomodidad en el aire que ninguno sabia como descepar del todo. el peruano se dio el lujo de mirar al omega, estaba bastante delgado y pálido aun, su cabello mojado se lucia mas largo de lo que era en realidad, ya llegándole hasta debajo de los hombros -- ¿Qué tanto me miras? me voy de desgastar che -- dijo el omega mirando al alfa dando un leve movimiento de cabeza
-- Nada.. -- respondió pasando su mirada a otro lado, ahora era el argentino el que miraba de pues a cabeza al peruano, este veía diferente, seguía siendo grande, pero no tanto como antes, ya no estaba tan marcada su musculatura, se notaba que hacia bastante no iba al gimnasio pero seguía siendo esbelto, se había dejado también crecer un poco la barba, lo que le daba un aspecto mas varonil que de cierta forma le agradaba mas al omega, no se veía tan niño, también se había dejado crecer el cabello un poco, viéndose mas despeinado y suelto
El sueco se asomo a la sala con total calma y naturalidad, teniendo entre sus manos un abrigo, ganándose la mirada atenta y curiosa de ambos menores, mas una mirada casi asesina del argentino que entendía que pretendía el omega mayor
-- Hola Perú, gracias por alcanzarme las cosas -- le dijo con una sonrisa dulce y cálida, el peruano solo asintió y extendió el sobre que había traído con los papeles, que el sueco tomó con calma y la puso debajo de su brazo antes de mirar al argentino que rezaba internamente por no escuchar lo que ya sabia -- Debo ir a dejar unas cosas en casa de Dina, no tardare mucho, pero vayan poniéndose al día, ya esta el agua para el té -- dijo sonriente yendo hacia la puerta bajo la mirada suplicante de ambos menores que no quería quedarse solos, y con la puerta cerrada el silencio entre ambos latinos se volvió mas presente y pesado
el argentino soltó un suspiro pesado y el peruano se rasco la nuca mirando hacia otro lado, lo sabia, el argentino no quería verlo ni en pintura, aunque la realidad no era como él o creía así se sentía
Hola
Suecia cupido jajajaj
no lo se, voten perro
vaiiiii
