-- Confederación aléjese de mí. – dijo el sueco con firmeza, el aroma agrio del epilson era repugnante para el olfato del omega que se mantenía apegado a la pared para tratar de estar lo más lejos del contrario, los ojos rojizos del argentino se clavaban en los del sueco, ese brillo que tenían esos ojos rojos, llenos de desdén y de odio junto con una sonrisa macabra daban un sentimiento de terror
-- ¿Me va a decir eso la puta sueca? – pregunto el epilson tomando un mechón del cabello del sueco y correrlo de sobre sus ojos -- ¿Sabes? Te pareces tanto a tu madre cuando te asustas... -- comento el argentino, los ojos del sueco se abrieron con horror ante esas palabras, las yemas de los dedos del argentino pasaron sobre el contorno del rostro del sueco tan delicadamente que se estremeció ante el tanto -- Ella es muy bonita... Tienes sus ojos... Uno dorado y el otro celeste casi turquesa... Pero los tuyos no se ven cansados... Tienen aun un brillo... ¿Cuánto crees que te durará esa mirada de cordero inmundo? – pregunto el argentino, el sueco apenas respiraba, quería irse de ah
-- Le dije que se aleje. – remarcó con firmeza tomando la mano del argentino y la quito de manera brusca de sobre su rostro, el argentino sonrió de manera ladina
-- Así que te crees valiente ¿eh putita? ¿Así le decías a tu padre también? ¿Qué te dejara? ¿Qué se alejara de ti? – pregunto poniendo una mano a cada lado del omega, este se mantenía firme en su lugar
-- ¿Te parece correcto decirme eso después de que "tu hijo" este en coma por una razón similar a lo que a mí me hicieron? – pregunto asertivo, el argentino no reacciono, pero en su mirada se notaba la rabia que sentía después de esas palabras -- ¿Sientes asco de mi por tener a mi alcance el cariño de gente sin tener que mentir? ¿Te duele que tu hijo y tu ex pareja me quieran? ¿Qué pasa? ¿te molesta verlos felices o que sean felices sin ti? ¿Eso no es envidia? Te fuiste hace años por cobarde. Y cuando podías, no, cuando quisiste volver ¿Qué paso? ¿Eh? – provocaba el omega, el argentino no era el único que sabía cosas de su pasado. El epilson gruño y se acerco al omega que dio un respingo del susto pero seguía firme
-- ¿Qué pasaría si tu padre sabe que sigues vivo? Más aun... -- dijo el argentino antes de ajar con sus dedos por el contorno del cuerpo del sueco hasta su vientre, el sueco se tensaba al sentir como era tocado por esas manos heladas -- ¿Qué haría si sabe que su decepcionante hijo está en la dulce espera? No... -- le pregunto en un susurro, el omega se sentía ahogar cada vez más por las feromonas del epilson que ahora ponía su mano sobre el vientre del sueco -- ¿Qué pasaría si se entera de que tendrás una hermosa niña...? ¿No crees que papi querrá ver a su nietita? – el sueco dejo escapar un jadeo lleno de terror al sentir como el argentino empezaba a clavar sus dedos en su vientre, mirando aterrado como lo hacía, sintiendo como se sentía desesperar ante la idea de volver a ver a su padre, llego a balbucear un poco haciendo reír al argentino -- ¿Qué dices zorrita? Habla más fuerte...
-- Si yo caigo. Te llevo conmigo pedazo de mierda. – dijo el sueco tomando la muñeca del argentino y clavando sus uñas en la piel de este y alzando el rostro, se le notaban los ojos vidriosos aunque gruñera colérico de la rabia. El argentino se reía y se salió del agarre del omega golpeando su mano junto a la cabeza de este
-- A mi ningún omega pedante va a amenazarme, no tienes derecho a hablarle así a alguien como yo – le gruño, el sueco no dijo nada, solo se le quedo mirando y respirando agitado, dejando salir las lagrimas, el argentino se contento al verlo llorar, aflojando un poco su postura, el sueco sonrió ante eso y le dio un cabezazo al argentino y lo empujo -- ¡HIJO DE PUTA! – grito el argentino tomando su nariz dando un paso hacia atrás para no perder el equilibrio, el sueco aprovechó y salió corriendo
El argentino salió detrás de él, no tardó en alcanzarlo, lo tomo por la espalda, el sueco jaló para zafarse, cayéndose el argentino en el proceso, el sueco dio un traspié y se dirigió hacia las escaleras de emergencia rumbo al área de enfermería, debía haber alguien haciendo la guardia nocturna, el vientre empezaba a dolerle y el aire a faltarle por su asma, haciéndole más difícil el huir del epilson
En la escalera el argentino lo tomo del tobillo y lo jalo, el sueco dio un grito desesperado y se tomó del barandal, miró al argentino que se negaba a soltarlo, sus uñas se clavaban en la piel del omega que se aferraba con todas sus fuerzas al barandal tratando de subir
--Vos. Hijo de una puta. Me las vas a pagar. Los años que me metiste preso. El quitarme a mi esposo, el poner a mi hijo en mi contra. ¿Quién te pensás que sos vos para amenazarme a mí? – Gruñía el epilson y tiró de la pierna del omega haciendo que sus brazos cedieran y cayera siendo arrastrado unos escalones, puso las manos cubriéndose el vientre, sentía un dolor agudo junto con el terror crecer – Te voy a cagar matando puta de mierda. A vos y a tu cría inmunda. – Gruño poniéndose sobre el omega que negaba aterrado -- ¿Qué pasó? ¿Ya tan rápido se te bajaron los humitos? – pregunto antes de tomar al omega por los cabellos y pararse, el sueco empezó a forcejear nuevamente mientras era arrastrado escaleras arriba
Se cubrió el vientre al sentir como se golpeaba contra un peldaño, dejando escapar un grito de dolor, el argentino lo llevo hacia la parte superior de las escaleras y lo levantó, apoyándolo contra el barandal, asomando la cabeza del omega por este, agitando su cabeza con violencia
--Es una caída fea ¿no crees? – Le pregunto, el sueco tenía los ojos cerrados y las manos sobre su vientre, su pecho contra el barandal de metal, el argentino volvió a sacudir la cabeza del sueco con violencia -- ¡Abrí los ojos puta! – le grito, el sueco no sabía porque pero los abrió, mirando con horror el vacío
-- ¡NO! ¡NO NO NO NO! – empezó a gritar desesperado al sentir como el argentino cada vez lo empujaba mas
-- ¿Sabes que? Si te tiro de acá arriba puedo hacerlo pasar por un suicidio.... Todos pensaran eso, que te mataste. Tengo recursos para comprar todos los jueces, a los médicos y a cualquiera que quiera desmentirlo. No todos niegan sobornos ¿sabes? España se pondrá de mi lado, ¿Por qué defendiera a la puta que lo engaño y dejo en la calle? – el sueco se aferro al brazo del argentino, si caía no lo haría solo, pero el epilson no tenia esos planes, estampó el rostro del sueco contra el barandal, dejándolo desorientado pero el sueco no se soltaba, débil aun se aferraba al argentino, no planeaba morir solo.
-- Cosa pensi di star facendo? (¿Qué crees que estás haciendo?) – se escucho detrás del argentino que se paralizo al sentir el frio metal sobre su sien....
RECEN PERROS RECEN
En otras, como que 12k de lecturas y 1k de votos, ay como los amo, gracias bellezas, les daré un regalito después
ahora, recen por Suecia y la beba
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vaiiiiii