Desperté sobresaltado. El punzante y aplastante dolor de cabeza impidió abrir mis párpados, generando que el más mínimo movimiento doliera abismalmente, sumando mi tórax, donde la más mínima inspiración eran cientos de puñaladas en la zona, imposibilitando mi respiración. Un inevitable quejido salió de mis labios, aumentando las pulsaciones de dolor.
– ¡Despertó! – gritaron a lo lejos.
Sentí mi cabeza ser partida en dos por un embravecido rayo. Sisee de dolor.
– Cierra la... – murmuré inútilmente.
Mi voz salió ronca, rasposa, irreconocible. Sentí mi boca seca. Al hablar había forzado mi maltrecha garganta, sintiendo miles de aguijonazos y pequeñas piedrecitas arañando el interior. Intenté pasar saliva, la espesura y escasez de esta produjo que me atorara y empezara a toser salvajemente. El dolor detonando todo mi cuerpo era tal que estaba a punto de llorar.
– Shh, galletita – murmuró una suave voz junto a mí. Sentí una mano acariciar mi cabeza gentilmente – Te aplicaré un poco de morfina después de que tomes un poco de agua, necesitas hidratarte.
Sentí algo acariciar mis labios. Los abrí sin pensar, succionando ávidamente lo que parecía ser un pitillo, atiborrando mi árida boca de refrescante y fría agua. Los arañazos en mi garganta disminuyeron gradualmente.
– Despacio, Petit cerf – aconsejaron con suavidad al lado opuesto de aquellas caricias – O volverás a atorarte.
Suspiré extasiado y satisfecho por tomar tan deliciosa bebida revitalizante.
– Ya ha sido suficiente, galletita – aconsejó NamJoon apartando el vaso – Necesito hacerte unos chequeos.
Refunfuñé reacio a dejar ir la bebida. Respiré profundamente tragando un quejido cuando las corrientes interminables de dolor se volvieron más agudas al pretender incorporarme, pese a ello, las pulsaciones lacerantes en mi cabeza habían disminuido considerablemente. Mis sentidos adormeciéndose gradualmente.
– Abre los ojos, JungKookie – picó mi mejilla, como si estuviera convenciendo a un pequeño de acatar una orden – Necesito hacer el chequeo.
Sin ganas, abrí lentamente los párpados, agradeciendo que la habitación estuviera tenuemente iluminada por el resplandeciente sol que se colaba tímidamente por las ventanas del lugar. Al menos mis desacostumbrados ojos no sufrirían un asalto lumínico repentinamente.
Una cegadora luz amarilla osciló frente a mis ojos. Sisee de incomodidad.
– Bien – acotó NamJoon guardado el aparato – Tus signos son estables y no demuestras anomalías físicas o cognitivas. ¿Cómo te sientes?
Medité en cómo describir mi deplorable estado.
– Apenas desperté con mucho dolor, ahora... – miré al techo, luchando por enfocar la vista de mi enturbiada visión – Un poco mareado.
– La morfina está haciendo su efecto. Hablaré con tu médico a cargo para monitorear tus analgésicos – lo poco que dilucide debido a mi nublosa visión, fue a NamJoon garabateando en una pequeña agenda – Por ahora debes descansar – acarició suavemente mis cabellos – Sólo concéntrate en eso. Cuando despiertes de nuevo comerás y te explicaremos con más calma la situación.
No logré mantener por más tiempo mis párpados abiertos. Todos los sonidos a mi alrededor se dispersaban poco a poco, mi consciencia entrando en un merecido letargo. No luche contra ello, el cansancio y las casi inexistente energía por saber mi situación me llevaron a los brazos de Morfeo.
🌷🌻🌹

ESTÁS LEYENDO
PARK
FanfictionAún siento en mi cuello su penetrante mirada, como una pantera acechando a su presa, listo para atacar... Quién hubiera imaginado que esta pobre presa, ignorante a su destino, sería tan profundamente desgarrada y fragmentada por aquella pantera, una...