El incandescente blanco era cegador, al punto de sentir mis globos oculares estallar. El lugar parecía un majestuoso cubo celestial, impoluto, casi sagrado.
¿He muerto? La voz de la conciencia y razón graznaron en mi interior. El alivio y el remordimiento oprimieron mi pecho, danzando en una melodía lúgubre y fatídica, acompasados de insensible contrariedad.
— ¿Estás seguro de odiar a la persona que más atesoras en este mundo? – preguntó una dulce voz.
El eco ocasionado por el pequeño espació heló mi sangre. Desconcertado, giré en todas las direcciones con la esperanza de encontrar al dueño de aquella conocida voz.
– ¿Quién eres? – pregunté sin detener mi búsqueda – ¿Qué es éste lugar?
– ¿Qué elegirías y qué desecharías? – continuó, ignorándome – ¿Estás plenamente seguro de preferir olvidar tu existencia con tal de comenzar desde cero? Permíteme opinar acerca de tu elección, la cual a mi parecer, me es bastante pusilánime e irresoluta. Los dos sabemos qué es lo que realmente anhelas.
La incomodidad pinchó mi estómago. ¿Quién se creía para opinar acerca de mis sentimientos y pensamientos?
– Y según tú, sabidillo, ¿Qué anhelo realmente? – espeté molesto.
– Crees odiarlo, a tu ser amado – aclaró – No obstante, sabes que has sobrevivido a todas estas contrariedades gracias a la fortaleza que él te ha brindado todo este tiempo. Pensar en él te hace impávido...
– ¡No lo escuches! – exclamó otra voz, sobresaltándome – ¿Perdonarás a una persona que, además de mentirte, te abandonó? Analiza tu pasado y reforma tu futuro, a veces, entre mayor es la duda peores son las elecciones, siendo sus resultados catastróficos.
Mi cuerpo se sacudió, los recuerdos que había enterrado recelosamente aparecieron como ráfagas frente a mí: Jimin apartándome, Jimin negándome, Jimin sepultando mi ser en la destructiva indiferencia por ir tras ella... No estaba equivocado, Jimin me había abandonado y mancillado mi identidad en múltiples ocasiones... Sin embargo...
–TaeHyung te ama, ¿No recuerdas aquella vez que te instó a escapar juntos? – continuó cual bruja atrayendo a su presa – Siempre dispuesto a realizar los trabajos y acciones más ruines por ti, ¿no sería una excelente oportunidad?
Era cierto, TaeTae siempre había estado a mi lado, cada vez que alguna penuria amenazaba con destruirme él acudía a mi inaudible súplica, siempre presto a rescatarme y más aquella noche helada, en la que Jimin me había arrojado a los brazos de bestias inescrupulosas y desalmadas; TaeHyung había ido a mi rescate y, cobijando mi cuerpo mientras acariciaba mi rostro, instó a fugarnos, irnos lejos de ese sombrío lugar; ese fue el primer y último día que reveló sus verdaderos sentimientos, apasionada y devotamente exhibió su corazón y yo, como el ser ruin e irresoluto que era por naturaleza... lo rechacé. Era un hecho, sin embargo...
– ¡Cierren la boca los dos! – exigí irritado – ¡No me importa quién sería el correcto para mí o cómo han transcurrido los acontecimientos! – apreté mis manos, luchando contra las nuevas dudas brotando de mi interior, sedientas por resurgir y aplastar mi decisión – ¡Pero creo en Jimin, sé que ha tenido sus motivos para actuar de esa manera! – suspiré, cerrando mis ojos para contener el inminente llanto – Jimin... Ellos nunca hacen algo sin antes meditarlo a profundidad... sin tener en cuenta antes mi bienestar.
La estridentes risas, que rozaban lo desquiciado, rompieron el aciago silencio, helando mi sangre; la similitud entre graznidos de cuervos anunciando una calamidad obligó a mi alma dejar mi cuerpo por un instante. Temblando, me armé de valor para enfrentarlos.
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PARK
FanfictionAún siento en mi cuello su penetrante mirada, como una pantera acechando a su presa, listo para atacar... Quién hubiera imaginado que esta pobre presa, ignorante a su destino, sería tan profundamente desgarrada y fragmentada por aquella pantera, una...